El aguacate mexicano, conocido popularmente como el “oro verde“, ha enfrentado un obstáculo significativo en su acceso al mercado estadounidense.
Desde el 15 de junio, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) decidió suspender temporalmente las importaciones de aguacate provenientes de Michoacán, México.
Esta decisión se tomó tras un incidente en el municipio de Aranza, donde un grupo de comuneros retuvo y agredió a inspectores estadounidenses que se encontraban verificando la calidad del producto destinado a la exportación.
Impacto económico de la Suspensión
La suspensión de las importaciones tendrá un fuerte impacto económico para los productores mexicanos. Se estima que la pérdida asciende a 52 millones de dólares semanales.
Esta cifra incluye el valor de la fruta para los productores, así como los costos asociados al empaque, transporte, logística y otras actividades relacionadas con la cadena de recolección y exportación.
La situación ha obligado a los empaques de aguacate en Michoacán a redirigir su producción exclusivamente al mercado nacional.
La Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM) informó sobre la suspensión a través de un comunicado oficial, señalando que la notificación fue recibida el viernes por la noche de parte de Cristóbal Zepeda, director regional de USDA-APHIS Servicios Internacional.
Incidentes previos y medidas de seguridad
Este no es el primer incidente que lleva a la suspensión de importaciones. En ocasiones anteriores, Estados Unidos había suspendido las importaciones por motivos de seguridad. Un caso similar ocurrió cuando el dueño de un empaque amenazó a un trabajador del USDA por cuestionar la procedencia de la fruta, descubriendo que se movilizaban aguacates de Puebla para exportarlos a Estados Unidos, una práctica ilegal.
La APEAM ha instado a los productores a tomar medidas para evitar que los aguacates destinados a la exportación se desvíen al mercado nacional. A pesar de las regulaciones, algunas prácticas ilícitas persisten, lo que complica la situación y aumenta las tensiones entre los actores involucrados.
Hasta nuevo aviso, todas las actividades del programa de exportación están suspendidas, incluyendo la cosecha, recepción, procesamiento y embarque de aguacates. La suspensión actual podría durar al menos dos semanas, dependiendo de cómo se desarrollen los esfuerzos para resolver el problema.
En febrero de 2022, ocurrió una situación similar cuando Estados Unidos suspendió las importaciones de aguacate de Michoacán debido a amenazas contra un inspector del USDA.
Según la Secretaría de Agricultura, el incidente involucró amenazas contra un oficial, aunque otras fuentes indicaron que un empleado estadounidense fue secuestrado en el municipio de Uruapan.
Coordinación y reforzamiento de procesos
Los productores de aguacate en México están colaborando con las autoridades de ambos países para abordar y resolver los problemas de seguridad.
La APEAM ha destacado la importancia de reforzar las prácticas y procesos internos para garantizar la trazabilidad de la fruta y evitar futuros incidentes que puedan perjudicar la industria.
“Los hechos aquí mencionados han sido ya reincidencia con la consecuente afectación económica del todo el programa, afectando a la industria y a los más de 300,000 empleos que de ella dependen”, expuso la APEAM en su comunicado. Este problema no solo afecta a los productores, sino también a toda la cadena de suministro que depende de la exportación de aguacates a Estados Unidos.
Las autoridades estatales aún no han emitido una declaración oficial sobre el incidente y sus implicaciones.
Sin embargo, la situación ha puesto en relieve la necesidad de abordar de manera efectiva las cuestiones de seguridad y garantizar que los procedimientos de exportación cumplan con los estándares internacionales.