Estrellas como nuestro sol, generan energía gracias a la fusión nuclear o ignición de fusión, la cual se logra al forzarse la unión de dos átomos de luz, liberándose una gran cantidad de energía, mayor que la que la generó. Hasta ahora, ninguna fuente de energía creada por el hombre ha conseguido algo similar, a pesar de los avances logrados, sobre todo los más recientes en materia de energías limpias.
Hasta ahora.
El 5 de diciembre pasado se logró la primera fusión nuclear controlada en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, en California. Es decir, por primera vez, los investigadores produjeron más energía a partir de la fusión de la energía láser que se utilizó para impulsarla, de acuerdo a lo anunciado por el Departamento de Energía, a cargo de Jennifer M. Granholm, y la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA).
La fusión nuclear es lo contrario de la fisión nuclear, en la que los átomos pesados se separan, y que es la tecnología utilizada para producir energía nuclear, con las desventajas de que genera muchos desechos radioactivos, así como los riesgos que conllevan para su manejo y almacenaje.
Por más de un siglo se ha tenido la comprensión teórica de la fusión nuclear, pero no había podido recrearse de manera artificial. En la década de los 60 del siglo pasado, científicos del Livermore Lab plantearon la hipótesis de que los láseres podrían usarse para inducir la fusión. Les tomó seis décadas lograrlo.
La fusión nuclear obtenida en el laboratorio genera mucho mayor energía con muchos menos desechos radioactivos y sin emisión alguna de gases que contaminen. De ese tamaño es el descubirmiento. Guardando las diferencias, el Livermore Lab es a la fusión nuclear, lo que fue en los años 40 del siglo XX el proyecto Manhattan a la fisión nuclear.
Estados Unidos anunció el descubrimiento como un importante avance científico que “allanará el camino para los avances en la defensa nacional y el futuro de la energía limpia”. En ese orden. Porque cabe señalar que el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore es una instalación federal de armas nucleares. En materia de defensa, sólo se adelantó que el descubrimiento permitirá a Estados Unidos mantener una “disuasión nuclear sin pruebas nucleares”.
Rusia y China toman nota.
En cuanto a la generación de energía limpia, el resultado acelerará las investigaciones enfocadas a desarrollar la tecnología que permita la comercialziación de la fusión nuclear, favoreciendo significativamente el combate al cambio climático y lograr el objetivo de cero emisiones de carbono, con energía limpia abundante para la industria, transporte, uso doméstico, entre otros.
Por lo pronto, el Senado estadounidense autorizó más de 624 millones de dólares para el programa, el mayor monto destinado a ello, y sin contar las aportaciones de la iniciativa privada. Va a tomar años la comercialización de la fusión nuclear, pero seguramente no serán las décadas que tomó lograrlo.