Ya es un lugar común que el presidente Andrés Manuel López Obrador señale al pueblo de México como uno de los más politizados en el mundo. Este es el momento de hacerlo valer aunque no cómo él quisiera. Se vienen tiempos dificiles para una democracia que llevó décadas construir y que ahora al estilo más puro de los regimenes autoritarios se pretende reducir a una botarga manipulada desde Palacio Nacional.
Si algo hay que reconocer a la Cuarta Transformación es la transparencia o descaro con el que ha venido tejiendo desde hace meses su estrategia para tomar por asalto a las instituciones electorales primero con una fracasada reforma constitucional, a finales del año pasado; seguido de una serie de modificaciones a las leyes en la materia conocidas “Plan B”, para finalmente irrumpir desde el Congreso con la imposición camuflada de los cuatro consejeros que habrán de renovarse en el Instituto Nacional Electoral en los proximos días.
Nos encontramos en una semana clave en la que habrá de definirse el futuro del país. Más allá de la ideología o de la identificación que tengamos con alguna de las fuerzas políticas del espectro, es la visión del significado de la democracia lo que se encuentra en juego.
De una parte los que ven en este sistema político la única alternativa para un legítimo gobierno del pueblo, entendiendo por pueblo a todos y cada uno de los ciudadanos que conformamos la patria, y quienes buscan una democracia a modo como en su momento la ejerció el PRI en nuestro país; o Cuba, Nicaragua y Venezuela más allá de nuestras fronteras.
Tras la toma de decisiones por parte del Legislativo y Ejecutivo encabezadas por el propio López Obrador, la Suprema Corte de Justicia de la Nación se presenta como el ultimo reducto de representación ciudadana para hacer valer a la letra lo que marca la Constitución. De ahí el uso faactico de la narrativa oficial para desacreditar a los ministros, muchos de ellos propuestos por él mismo para servir a sus intereses, pero funcionarios al fin que han decidido anteponer su compromiso con la justicia.
Por boca del presidente nos enteramos el lunes que hay un “Plan C”: “que no se vote por el bloque conservador para que siga la transformación”, el tono en el que López Obrador lo manifiesta asusta, porque nos recuerda a aquellos cultos que se lanzan a la búsqueda de una quimera sin importar el costo que haya que pagar.
El camino ya esta marcado con toda claridad, se trata flagrantemente de tomar al INE en complicidad con la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, la cual el domingo reveló los nombres de los 20 candidatos a ocupar las cuatro vacantes que habrán de dejar el mismo número de consejeros electorales.
Sin ningún pudor ni norma ética, los aspirantes que resultaron mejor calificados (¡oh sorpresa!) han militado u ocupado puestos de responsabilidad en el gobierno vinculados a Morena, pese a no tener los méritos académicos ni el expertise que requiere un funcionario electoral.
La quinteta del escándalo es justamente la que definirá a la nueva presidenta del Consejo Electoral, los diputados afines al partido en el poder designaron dentro de una misma quinteta a cuatro candidatas con vínculos con Morena. La favorita es Bertha María Alcalde quien dice no tener vínculos partidistas pese a ser hermana de la secretaria del Trabajo, Luisa María e hija de la contralora durante el gobierno de AMLO en el entonces DF y ex presidenta del Consejo Nacional de Morena, Bertha Luján Uranga.
Más que nunca los mexicanos, sea cual sea nuestro credo, tenemos que involucrarnos en las decisiones que están por venir de manera informada. En nuestras manos está el futuro de las siguientes generaciones, no lo dejemos en manos de un puñado de politicos cuyos interéses se encuentran muy distantes de su narrativa.
Oxxo vs Bienestar
Con la venta de las acciones en Heineken de febrero pasado, Fomento Económico Mexicano (FEMSA), la multinacional que preside José Antonio Fernández Carbajal, busca enfocarse en los negocios más redituables en los próximos años, como son Coca-Cola y las tiendas de conveniencia, principalmente Oxxo, con el objetivo de convertir cada sucursal en un hub de servicios de todo tipo, sobre todo financieros, disponibles en México, y expandir el modelo a Centro y Sudamérica.
Parte fundamental del plan es la fintech Spin by Oxxo, con la cual, a través de una App y una tarjeta de débito, se pueden realizar pagos, envíar y recibir dinero, entre otras, ampliando la bancarización para muchos sectores y con miras a ampliar el servicio al envío y recepción de remesas. En ese sentido, este lunes, el diario El Financiero advirtió de una fuerte competencia entre FEMSA y Banco del Bienestar y Financiera para el Bienestar (antes Telecomm) por el mismo sector no bancarizado. Difícil que así sea, por al menos cuatro razones:
La primera y principal, contar con una opción de servicios mediante App como Spin by Oxxo, le da una ventaja cualitativa en el servicio a lo que se suma el número de tiendas Oxxo que existen para las operaciones físicas. Por el contrario, el gobierno se ha enfocado en la creación de sucursales físicas de Bienestar, con los costos de construcción, mantenimiento y de personal que requieren.
La segunda, la disponibilidad del número de sucursales. Banco del Bienestar y Financiera para el Bienestar tienen en conjunto 3,114 sucursales, mientras Oxxo cuenta con casi 21 mil puntos en toda la República. Sin duda, la cercanía de una sucursal donde se pueda realizar una operación de pago o retiro tiene ventajas, por el simple ahorro de traslado y tiempo, incluso con cobro de comisión.
En tercer lugar, la prioridad que tiene en el Banco del Bienestar los programas sociales. Al ser la principal institución para la entrega de apoyos, pensiones y becas, se han registrado largas filas en las sucursales de los beneficiarios, quienes son clientes obligados del banco.
Y por último, en caso de ofrecer envío y recepción de remesas, recordar que a partir del pasado 28 de febrero, el Banco del Bienestar dejó de recibir remesas, quedando sólo Financiera para el Bienestar con ese servicio en sus 1,700 sucursales; mientras que Oxxo, en caso de entrar al mercado, podría desplazar sólo por número de puntos físicos a Banco Azteca, que tiene casi 2 mil sucursales ¿Cuál competencia?
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