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La estela de daños que deja atrás el Tren Maya

Por: El Consejero 06 mayo 2024
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<strong>La estela de daños que deja atrás el Tren Maya</strong>

Es prácticamente imposible que tras cualquier cambio estructural de gran calado no existan afectaciones ambientales, hablamos de presas, autopistas, desarrollos habitacionales, por mencionar solo algunos, […]

Es prácticamente imposible que tras cualquier cambio estructural de gran calado no existan afectaciones ambientales, hablamos de presas, autopistas, desarrollos habitacionales, por mencionar solo algunos, sin embargo, es de vital importancia minimizar estos daños que en muchos de los casos afectan a los ecosistemas de manera irreversible.

La historia de la civilización va de la mano con estos cambios que entre otras cosas nos condujeron a una revolución industrial que siglos después nos tiene al borde del apocalipsis gracias al calentamiento global.

La política y la infraestructura no siempre son las mejores aliadas, sobre todo cuando funcionarios sin escrúpulos anteponen sus intereses al tiempo y planeación de obras que por su trascendencia tendrían que ejecutarse con todo cuidado ya que de lo contrario podrían ir acompañadas de desenlaces fatales, podemos encontrar un buen ejemplo en la línea 12 del metro.

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Sin embargo, es en las obras faraónicas de este sexenio donde con toda irresponsabilidad se anunciaron obras anticipando tiempos y costos sin ningún fundamento lo que condujo a pifias monumentales no sólo al erario sino también en materia ambiental.

A la par de la refinería que no refina, circula el Tren Maya, un monumento a la mala planeación, sin un proyecto ejecutivo que le diera soporte, cambiando rutas, construyendo puentes, todo a ensayo y error; un capricho que su orquestador delegó en manos inexpertas que, amparadas en un decreto de seguridad nacional, actuaron con toda impunidad dañando en definitiva lo que la naturaleza tardo milenios en formar.

Un reporte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), citado por el diario El Universal confirma lo que decenas de ambientalistas ya antes habían denunciado: en la construcción del tramo 5 del Tren Maya se dañaron cenotes al implantar columnas sin el recubrimiento apropiado desde las cuales hoy se desprende óxido, se colapsaron techos destruyendo las cavernas y, para colmo de males, se derramó cemento que se solidificó en áreas secas mucho del cual terminó contaminando los mantos acuíferos.

El informe, cita el diario, fue presentado por la Profepa ante un juzgado asentado en Mérida, Yucatán, dentro de un amparo promovido por ciudadanos de Playa del Carmen en el municipio de Solidaridad quienes consiguieron a principios de año una suspensión provisional que no ha sido acatada por el gobierno federal, el cual ha insistido en la revocación de la prohibición.

El reporte de la Profepa nada dice de la vegetación, pero se estima que para la construcción del Tren Maya se talaron 7 millones de arboles, muchos de ellos de maderas preciosas, de los cuales se ignora su paradero. Según el presidente, la pérdida se compensará con los nuevos árboles producidos en el programa sembrando vida. Habrá que esperar tal vez cientos de años, para ver si estos plantíos prosperaron, pero para entonces ya no estaremos ninguno de nosotros para desmentirlo.

Pemex y el combate a la corrupción

Resulta irónico que, ante los numerosos cuestionamientos sobre las propiedades y riqueza inexplicable de Rocío Nahle y su esposo, salga en la conferencia mañanera Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, a dar un informe de acciones para combatir la corrupción en la petrolera y anunciar, que ahora sí, después de dos años de inaugurada, la refinería de Dos Bocas empezará a producir en junio próximo. 

Además, en defensa de una de las obras emblemáticas del sexenio, Romero Oropeza expuso que el costo de la obra fue de 16 mil 816 millones de dólares y se construyó en el tiempo récord de 5 años, comparando que otras refinerías en el mundo han costado en promedio casi 18 mil millones de dólares y tardado 10 años en construirse y empezar a operar.

Y luego de describir el presidente a Pemex como una de las empresas más corruptas del mundo, Romero Oropeza pasó a exponer casos de empresas con las que Pemex había tenido supuestos acuerdos desventajosos para la petrolera, sin referir sanciones administrativas o penales de por medio, acciones fundamentales si se trata de combatir la corrupción.

Por el contrario, uno de los casos expuestos, fue contra María Amparo Casar, presidenta de Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad (MCCI), a quien acusó de defraudar a la petrolera con la pensión, gastos funerario y seguro de vida por la muerte de su esposo, quien era funcionario de Pemex cuando murió al caer de un noveno piso hace 20 años. Los directivos de la petrolera lo manejaron como accidente a efecto de que la viuda recibiera los beneficios de ley, cuando se trató de suicidio. 

Amparo Casar ha negado las acusaciones de que haya actuado para cambiar la determinación ministerial y confirmó que el 15 de febrero dejó de recibir la pensión por viudez. En este caso sí, Pemex presentó denuncias contra los funcionarios involucrados e iniciado acciones legales para recuperar más de 31 millones de pesos.

Noticia real de compromiso de combate a la corrupción, hubiera sido hablar del curso que siguen las denuncias por corrupción relacionadas con la construcción de la refinería de Dos Bocas y contra la hoy candidata a gobernadora de Veracruz.

De eso no hay nada.

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