Las líderes que participan en cargos públicos, han demostrado tener mayor capacidad de enfrentar las crisis, con respuestas más eficaces e inclusivas
Si bien en años anteriores se habían logrado avances significativos en materia de perspectiva de género, lo cierto es que la pandemia trajo consigo un retroceso para los derechos de las mujeres, no solo en el ámbito profesional, sino en su núcleo social y familiar. Las líderes
Cuando fue declarada la emergencia sanitaria, las mujeres de todo el mundo tuvieron que renunciar a su empleo para dedicarse al cuidado de los hijos o bien de sus padres u otros familiares. Muchas otras, al adoptar una modalidad de trabajo remoto, tuvieron que aceptar una reducción en sus ingresos. Adicional a ello, su carga de trabajo se suplicó, al tener que conjugar el trabajo con las actividades del hogar.
Trabajo no remunerado
Antes de la pandemia de COVID-19, a nivel global las mujeres realizaban tres veces más trabajos domésticos y de cuidados no remunerados en comparación con los hombres, pero durante la pandemia, esta desigualdad en el tiempo dedicado a cuidar de los hijos o personas mayores, se agudizó.
Por otro lado, el confinamiento dejó vulnerables y expuestas a niñas y mujeres ante la violencia familiar y de género; incluso diversas organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres alertaron sobre esta situación.
Un estudio publicado por ONU Mujeres y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), demuestra que durante la pandemia, se intensificó la carga de trabajo en el hogar, la violencia y la inseguridad económica de las mujeres.
Derechos en riesgo
Asimismo, señala que los conflictos geopolíticos que se viven actualmente, como la crisis climática, la escasez de alimentos y las consecuencias de la pandemia que aún prevalecen, amenazan a las mujeres, ponen en riesgo sus derechos y las alejan aún más de la igualdad de género.
El análisis aporta recomendaciones concretas para que los Gobiernos se aseguren de que sus estrategias de recuperación económica y preparación ante emergencias, cumplan con un enfoque con perspectiva de género.
Participación en cargos públicos
De acuerdo con la información, los países en los que existe un mayor liderazgo femenino, sistemas de cuidados y protección social universales y espacios para que las organizaciones feministas participen en la toma de decisiones democráticas, son más eficientes al momento de enfrentar crisis.
Las naciones con una mayor participación de mujeres en cargos públicos, aprobaron más políticas y partidas presupuestarias que tenían en cuenta consideraciones de género, detalla el documento.
De igual forma, en países con una representación menos igualitaria, las líderes políticas reclamaron que se escuchara su voz. Ejemplo de ello fue Fiji, donde se activaron mecanismos de respuesta ante las crisis, y se aprobaron 14 medidas para erradicar la violencia contra niñas y mujeres durante la pandemia.
De este modo, el informe reafirma que cuando las mujeres lideran, la capacidad de respuesta a la crisis es más eficaz e inclusiva.
Acciones con perspectiva de género
Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres, expresó que resulta necesario construir estrategias a partir de las múltiples innovaciones políticas que han surgido de la pandemia y redoblar esfuerzos para asegurar la inclusión de las mujeres en la toma de decisiones en contextos críticos.
Por su parte, Achim Steiner, administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, enfatizó que recuperar la seguridad económica de las mujeres y garantizar sus derechos debe ser una prioridad esencial para todos los gobiernos y las organizaciones.
