Conforme avanzan los tiempos políticos que habrán de marcar el rumbo del proceso electoral de 2024, aumenta la intensidad en todos los flancos. No habían transcurrido ni 48 horas de que terminara la marcha en defensa de la democracia, cuando el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) ya había echado para atrás la maniobra que permitió al dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno “Alito” extender su mandato al frente del partido.
Argumentando el impacto que tendría el Plan B, “Alito” había conseguido que el Consejo Político de su partido le garantizará más tiempo en el poder para poder negociar la candidatura presidencial con la alianza opositora integrada con el PAN y el PRD. El problema es que el Plan B aun no existe jurídicamente, de acuerdo al Consejo General del INE, y por ende el argumento para la decisión del PRI carecía y sigue careciendo de validez legal.
La determinación no es menor dado el impacto que habrá de tener en la estructura de propia Alianza. Hay que recordar que el 12 de enero pasado PRI y PAN alcanzaron un acuerdo mediante la cual el primero tendría la mano en las candidaturas de gobernador para 2023 y el segundo en la Jefatura de gobierno y la Presidencia en 2024.
Con la latente llegada de una nueva dirigencia no queda claro si el PRI mantendría el pacto, una vez que ya controla las candidaturas en Coahuila y el Estado de México en un proceso a celebrarse el próximo 4 junio.
Sin duda la decisión del INE favorece al PRI tradicional cuyas figuras más sobresalientes, y que se convirtieron en una piedra en el zapato para “Alito”, son Miguel Ángel Osorio Chong, Beatriz Paredes y Claudia Ruiz Massieu, cualquiera de ellos podría sucederlo, aunque por lo menos dos de ellos han manifestado sus aspiraciones a la candidatura presidencial.
Los tres son priistas de cepa que conocen el funcionamiento de los motores que impulsan al Revolucionario Institucional, su estructura, el manejo de los cuadros. Una locomotora que podrá estar anquilosada pero que una vez puesta en marcha podría ser muy difícil de parar, porque el PRI está muy lejos de estar muerto pese a que Enrique Peña Nieto, lo colocó al borde de la fosa.
No hay que dar por perdido a Alejandro Moreno, quien a lo largo de su trayectoria ha demostrado tener más vidas que un gato. El martes rápidamente salió a anunciar que no está preocupado. A su entender, la decisión del INE no afecta en nada su facultad de solicitar al Consejo Político Nacional de su partido la prórroga a su dirigencia, ni su atribución para aprobarla, lo que significa que va a dar la pelea. Todavía falta mucho por ver.
6 de cada 10 a favor de la licencia menstrual: OCCMundial
Hace unos días, el Congreso de la Ciudad de México aprobó otorgar una licencia menstrual de hasta 3 días al mes con goce de sueldo a las personas menstruantes, por considerar que los dolores que se presentan en dicho periodo pueden llegar a ser incapacitantes. Para ello se necesitará tener un certificado médico con el diagnóstico de dismenorrea incapacitante, calambres o dolores extremos para que quien lo padezca pueda solicitar su permiso.
De acuerdo con las Proyecciones de la Población de México y de las Entidades Federativas, 2016-2050, en 2022, el 51.1% del total de la población mexicana son mujeres, lo que refiere el alcance que la iniciativa puede tener a nivel nacional.
A pesar de tratarse de un avance de perspectiva de género en materia laboral, pareciera no haber un respaldo total a la iniciativa. De acuerdo al Termómetro Laboral de OCCMundial, la plataforma de empleo a cargo de Ricardo Rodarte, 58% de los empleados entrevistados se dijo a favor de la iniciativa; 28% de acuerdo, siempre y cuando existan regulaciones que aseguren que la licencia esté destinada a quien lo requiera, y 10% no está de acuerdo, por afectar la productividad, el equilibrio de actividades y también podría ser motivo para evitar contratar mujeres.
Llama la atención que uno de cada diez entrevistados no esté de acuerdo con la medida refiriendo afectaciones a la productividad y que 17% consideran que tendrá un impacto negativo, al repercutir en el cumplimiento de objetivos, como si la ley fuera la causa de la afectación y no lo sea ya la menstruación en sí. Es decir, hay quienes piensan que quienes menstrúan deben aguantarse las molestias y cumplir con su trabajo. Lamentable.
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