Reforma a las pensiones en medio del proceso electoral

Aún no queda claro cual es el propósito real del presidente Andrés Manuel López Obrador, al promover una reforma constitucional al sistema de pensiones, que por su inviabilidad no tiene la mínima posibilidad de ser aprobada en el Congreso, en donde su partido no cuenta con los votos necesarios para sacarla adelante.

Si bien las aportaciones que hacen los trabajadores para su propio retiro a partir de 1997 con la creación de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), son insuficientes para garantizar a nadie una existencia digna al final de toda una vida laboral, es imposible matemáticamente (ningún país lo ha conseguido), asegurarles a los hoy empleados que habrán de pensionarse con el 100% de su salario al final del camino, y no es una cuestión de justicia, es un problema de sumas y restas.

Como si se tratara de la multiplicación de los panes, el presidente, desde el púlpito de Palacio Nacional, hace creer a sus devotos que la cobija alcanza para todo, una falacia más como la que le escuchamos ya a otros presidentes y que nos costó grandes rezagos como país y como mexicanos. López Obrador dice que para solucionar el problema de los recursos basta con una mayor austeridad y con absorber el presupuesto del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) una vez que hiciera desaparecer al organismo, algo que por lo menos en la actual legislatura es numéricamente imposible porque el partido oficial y sus aliados no cuentan con los votos necesarios para su aprobación. Aún así las cuentas no saldrían. Un ejercicio hecho por el diario El Universal, muestra que el presupuesto que hoy se destina a pagar las pensiones del IMSS, ISSSTE, CFE, Pemex y las Fuerzas Armadas es de 1.5 billones de pesos, 5.8% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el presupuesto asignado al INAI para este 2024 es de mil 97 millones de pesos, apenas el 0.06% de la cantidad requerida. 

Las verdaderas intenciones de esta propuesta habría entonces que buscarlas en otra parte. Una de las posibilidades es que, como se ha manejado en muchos medios, la Cuarta Transformación busque hacerse de los recursos de las Afores, a costa de elevar la deuda, para financiar sus propios programas, los cuales devoran recursos en grandes cantidades. Una vez sumados los 41 mil millones que tenía el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), el cobro de impuestos rezagados a contribuyentes mayores y los sobre costos de las obras faraónicas, no le salen las cuentas al presidente.

Si algo ha caracterizado a este gobierno es la opacidad así que, como ocurría en los años del PRI, busca un relevo entre los suyos que le garantice impunidad, y esa es la posibilidad más viable, el presidente al frente de la campaña electoral de Claudia Sheinbaum, hace proselitismo institucional. Sabiendo que no habrán de ser aprobadas empieza a cacarear, con un mes de anticipación, una decena de iniciativas populistas que buscan granjearle el aplauso fácil a costa de hipotecar al país. Luego culpa a la oposición por su naufragio y vuelve a sembrar la división entre los mexicanos. Su candidata entonces cosecha los frutos. Esas iniciativas fallidas serán su bandera de campaña buscando enterrar los problemas de seguridad, salud y corrupción que hoy nos envuelven. Así la política nacional.

Educación en línea en México

Para contratar personal, 41% de los reclutadores señaló darle más valor a los estudios presenciales, mientras que a 34% le es indiferente la modalidad; sin embargo, para dar una promoción o un aumento de sueldo, para 43% la modalidad de estudio no es relevante, de acuerdo al informe “Educación en línea en México 2023” presentado por Pablo Corona, presidente de la Asociación de Internet MX (AIMX), y David Centeno, Subdirector de Estrategia de OCC, la plataforma de empleo.

La investigación a 356 reclutadores del país sobre los factores a los que le dan más valor al momento de seleccionar personal, arrojó que 54% dijo que recluta por competencias y habilidades, 44% de acuerdo con el perfil que busca y sólo 2% por los estudios realizados.

En el otro lado, de una muestra de 3,600 internautas, 75% aseguró estar estudiando o estar interesado en estudiar, 39% dijo no hacerlo por falta de dinero -un incremento de 17% en comparación a la investigación de 2022-, y 21% no tiene planes de estudios por falta de interés, mismo porcentaje argumentó falta de tiempo y otras razones. 26% consideró la flexibilidad en el plan de estudios y horarios como el aspecto más importante para que continúen con su preparación académica. 

51% indicaron que la oferta educativa debe estar relacionada con su formación académica o laboral, 33% mencionan que debe ayudarlos a obtener empleo en otra empresa, 27% que sea acorde a su trabajo actual, 26% que se relacione con lo que será el futuro del mundo laboral, mismo porcentaje que dijo que les permita encontrar un empleo. En cuanto a la modalidad de estudios, 45% de los que ya estudia o desea hacerlo lo quiere hacer en línea, 30% desea estudiar bajo modalidad mixta y 25% de manera presencial. 57% tiene mayor preferencia por estudiar en universidades, aunque crece el interés por la opción de cursos masivos y abiertos (MOOCs) con 35% de preferencia.

Las principales ventajas de la modalidad en línea y mixta identificadas fueron la disponibilidad de la plataforma en todo momento, la flexibilidad de horarios y el costo accesible. En cuanto a las ventajas de la modalidad presencial destacan la cercanía a su casa o trabajo y la calidad de los programas.