Un calor que amenaza cada vez más la existencia
La ola de calor que abate al país amenaza con extenderse hasta junio próximo. Los malestares físicos ya se empiezan a sentir en los diferentes […]
La ola de calor que abate al país amenaza con extenderse hasta junio próximo. Los malestares físicos ya se empiezan a sentir en los diferentes estratos de la población, una condición a la que que deberemos acostumbrarnos, ya que no se vislumbra ninguna posibilidad de cambio en los años que están por venir. Todo parece indicar que el calentamiento global ya nos está pasando una factura que difícilmente terminaremos de pagar pronto.
Doce alcaldías de la Ciudad de México amanecieron el martes en alerta amarilla y naranja, registrando temperaturas superiores a los 33 grados centígrados, lo que nos obliga a evitar salir a la calle y de hacerlo a emplear protectores solares; hidratarnos constantemente y evitar actividades deportivas en exteriores.
Hay que estar atentos a los síntomas del llamado “golpe de calor”, que inicia con hinchamiento de manos y pies pero que puede llegar a generar confusión, convulsiones y desmayos. El único mecanismo con el que cuenta el cuerpo humano para hacerle frente al calor es dilatar los vasos sanguíneos cercanos a la piel y equilibrar la temperatura liberando sudor.
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Pero las consecuencias del clima no solamente se ven reflejadas en los daños que pueden ocasionar al cuerpo humano, sumadas a ellas en estos momentos se registran incendios en amplias zonas del país, en Chilpancingo, Guerrero, se reportan 30 incendios forestales activos, mientras que en la reserva de la biosfera en Morelos ya son 500 las hectáreas siniestradas, muchos de estos incendios provocados por el ser humano, ciertamente pero agudizados por las condiciones climatológicas.
Por tratarse de una año electoral muchas de las entidades carecen de los recursos suficientes para enfrentar la catástrofe debido al desvío de fondos para las campañas, lo que deja en la indefensión a las comunidades que ven como su patrimonio termina envuelto en llamas.
Las filias y las fobias políticas también ocupan un lugar relevante en la estrategia para enfrentar los siniestros y un buen ejemplo de ello lo encontramos en Valle de Bravo, otrora lugar privilegiado para la elite del sexenio anterior en donde el propio presidente, Enrique Peña Nieto, tenía una casa de descanso. Hoy grandes parajes de la zona se encuentran sumidos en las llamas y, pese a que ya hay en la zona presencia de todas las dependencias involucradas en su atención, es indudable que desde un principio no se actuó con la celeridad que ameritaba el caso, fue hasta que el calor llegó a Palacio Nacional, que el presidente ordenó acelerar los protocolos.
Estamos ya en una cuenta regresiva por lo que es de máxima prioridad que exijamos a los aspirantes a la Presidencia que presenten una propuesta sólida sobre como vamos a enfrentar durante los próximos seis años el cambio climático (está claro que las refinerías no son la solución). Cada vez nos acercamos más al tope de 2 grados establecido por el Acuerdo de París, más allá de ese número se desataría un pandemónium poniendo en riesgo la viabilidad de nuestras futuras generaciones.
Sabadell dijo no a BBVA
La semana arrancó con el rechazo de Banco Sabadell a la propuesta de inicio de conversaciones por parte de Grupo BBVA para fusionarse, con una oferta donde se habría valorado al banco catalán en unos 12 mil millones de euros. “La propuesta infravalora significativamente el potencial de Banco Sabadell y sus perspectivas de crecimiento independiente”, concluyó el Consejo de Administración.
Se trata del segundo y cuarto bancos españoles con más activos en el mundo. Con la fusión se hubiera creado un banco con un estimado de un billón de euros en activos y un valor en el mercado cercano a los 72 mil millones de euros de Banco Santander.
La propuesta incluía canje de acciones de una acción de nueva emisión de BBVA por cada 4,83 acciones del banco catalán; tres consejeros de Sabadell, uno de ellos sería vicepresidente en el Consejo de Administración de la entidad fusionada; además de mantener una sede en Sant Cugat, Barcelona, y la marca en Cataluña, aunque Sabadell tiene su sede en Alicante desde 2017, a raíz de la inestabilidad independentista en la Generalitat.
BBVA no dudó en poner sobre la mesa la ventaja de su presencia en México, Sudamérica y Turquía. Tan sólo en el primer trimestre de 2024, BBVA México aportó el 56.5% de las utilidades netas totales del banco español. De su parte, Sabadell está presente en Reino Unido, a través de su filial TSB.
Las condiciones hacían atractiva la fusión: luego de dos años de aumento en las tasas de interés, hay expectativa por posibles bajas de las mismas del Banco Central Europeo y del Banco de Inglaterra. Sin embargo, al parecer un toque de soberbia de parte de BBVA, al haber dejado claro a Sabadell que no mejoraría la oferta total accionaria, habría sido clave para que no se iniciaran conversaciones.
Ya en noviembre de 2020 ambos bancos se sentaron a negociar la posible fusión sin lograrse acuerdo por el precio de las acciones.
Veremos si la tercera, si es que hay, es la vencida.