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Una Nueva Política para el Campo

by Mundo Ejecutivo
Nueva Política para el Campo

Hoy, las naciones y los productores de alimentos en el mundo tienen el gran reto de atender la creciente demanda de alimentos de toda la población que, por una parte, sean suficientes, asequibles, y por otra de calidad, sanos e inocuos.

Esto, en un escenario en donde el cambio climático está presionando fuertemente la oferta mundial de alimentos; en donde tenemos un conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que continúa generando una crisis inflacionaria y sus impactos en el comercio mundial, aunado a que la crisis de salud provocada por el Covid-19 aún sigue causando impactos en las economías y, porque no, señalar las corrientes ideológicas que tratan de imponer modelos de producción agroecológicas, mediante prácticas que aún no son validadas y que pretenden la prohibición de plaguicidas y fertilizantes, que son esenciales para la producción de alimentos, ante supuestos y principios precautorios de que causan daños a la salud y al medio ambiente.

Seguridad Agroalimentaria y Sostenibilidad 

Es un tema que tiene que ver con la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental; el cómo garantizamos la demanda actual de alimentos, sin comprometer el futuro de las próximas generaciones.

A nivel internacional en múltiples foros realizados se ha llegado a la conclusión de que es fundamental la transformación de los sistemas agroalimentarios; existe una clara tendencia a que los sistemas de producción sean cada vez más sustentables; la realidad es que hoy las fronteras agrícolas están limitadas; existe una escasez de recursos naturales y un alto porcentaje de suelos están degradados. 

Las respuestas a como atender este reto sin duda están en la ciencia; en la innovación tecnológica; en cómo hacemos cada vez más con menos; en cómo hacer más eficientes los sistemas de producción que actualmente se están desarrollando; en suma, se requiere una nueva revolución verde que en este caso le llamaremos “evolución verde”.

Fundamental la ciencia e innovación tecnológica 

La ciencia y la innovación tecnológica están jugando un papel preponderante para lograr esta “evolución verde”; la mayor productividad a través de la historia se ha logrado mediante nuevo conocimiento y ciencia aplicada en el campo.

Aquí podemos señalar el mejoramiento genético, tanto en plantas como en animales; la tecnificación del riego; la modernización de la maquinaria e implementos; el uso de los sistemas de información y predicción climatológica; el desarrollo de nuevas moléculas para el control de plagas y enfermedades; la agricultura protegida; la utilización de drones y satélites; en suma, el manejo integral y la investigación en nuevos sistemas de producción, en lo que hoy llamamos la agricultura inteligente.

Los productores agropecuarios y pesqueros permanentemente están innovando y transformando sus sistemas de producción mediante prácticas más sustentables, y no será mediante la prohibición de herramientas que hoy permiten un nivel de rentabilidad adecuado para continuar en esta actividad. El reto es cómo de manera gradual se validan nuevas tecnologías, lógicamente más sustentables y amigables que continuarán transformando los sistemas agroalimentarios.

Se requiere de un cambio

Nuestro país cuenta con un gran potencial para poder incrementar la producción de alimentos, pero sin duda se requiere de una nueva política que la incentive y la promueva; dentro de los elementos que debe contener esta nueva política pública hacia el sector agroalimentario están los siguientes: 

Visión integral

Es necesario que las acciones que se definan tengan una visión de cadena productiva, desde la producción hasta el consumidor; que realmente se consideren todos los eslabones de esta cadena para se pueda cumplir con el objetivo de producir alimentos de manera suficiente, asequible, sustentable, de calidad e inocuidad.

Empoderamiento de los Productores 

Es fundamental poner al centro de las decisiones a los productores primarios; generar políticas para poder hacerlos más productivos y eficientes; aquí entran todos los productores, pequeños, medianos y grandes; todos son importantes; es el priorizar la importancia que tienen los productores en general y la producción de alimentos en nuestro país.

Desarrollo Sustentable 

Todas las políticas, acciones y programas que se establezcan deberán de promover el desarrollo sustentable; no puede haber producción que no esté ligada a la eficiencia en el manejo de los recursos naturales y el cuidado del medio ambiente; hoy se convierte en una condición indispensable, que debe ser parte de la nueva política pública a desarrollar.

Visión de Largo Plazo

El éxito en el largo plazo dependerá de las decisiones y acciones correctas que desarrollemos en el corto plazo; por ello es fundamental trazar metas y objetivos que tengan una visión de mediano y largo plazo; la producción de alimentos y las inversiones en el sector requieren de mayor certidumbre y no de cambios sustanciales que pueden modificar la estructura y/o el dinamismo de los negocios.

Articulación Público – Privada

Para que una política pública realmente funcione se requiere de la participación del gobierno y de los sectores productivos en la propia definición, así como en su implementación; es necesario establecer una amplia coordinación en las acciones que se definan en dicha política pública que enmarquen objetivos y metas comunes.

Previsibilidad para el Seguimiento

El resultado de una política pública tendrá que contener indicadores, metas y objetivos que permitan evaluar de manera permanente los logros y los impactos; con ello se permitirá conocer, con plena transparencia, si realmente las acciones implementadas están teniendo los resultados esperados.

El estructurar un nuevo modelo de política pública para el sector agroalimentario mexicano debe reflejar la prioridad que debe de tener la producción de alimentos y a quienes los producen; son elementos fundamentales para poder atender la creciente demanda de alimentos y enfrentar el reto de una posible crisis alimentaria a nivel mundial. No debemos esperar a que esta crisis nos alcance, sino establecer acciones en el corto plazo que puedan dar certidumbre y rumbo hacia un sector agroalimentario más productivo, sustentable e incluyente.

Luis Fernando Haro Encinas es Director General del Consejo Nacional Agropecuario.

Correo electrónico: lharo@cna.org.mx

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