Inicio » El legado de Liz Truss

El legado de Liz Truss

by El Consejero
Liz Truss 

Hasta antes de Mary Elizabeth Truss, mejor conocida como Liz Truss, el también conservador George Canning tenía el récord de ser el Primer Ministro británico que duró menos tiempo en el cargo, aunque en su caso murió de tuberculosis en el lejano 1827, fue PM sólo 119 días.

Liz Truss llegó a Primera Ministra en septiembre pasado con el aura de ser la nueva Margaret Thatcher, la “Dama de Hierro” que rescataría al Reino Unido del desorden dejado por Boris Johnson. No sólo eso, Truss se lo creyó, y arrancó su gobierno con un paquete de medidas económicas, el llamado “mini-budget”, destacando una reducción al impuesto sobre la renta y recortes fiscales financiados con deuda. Apenas anunciado, los mercados entraron en pánico y la libra cayó a un mínimo histórico respecto al dólar en más de tres décadas.

15 Empresas ganadoras en la industria del E-commerce

El Banco de Inglaterra tuvo que intervenir de emergencia en el mercado de bonos en respuesta a un “riesgo significativo para la estabilidad financiera del Reino Unido”. Truss tuvo que dar marcha atrás a los recortes al gasto público y parcialmente a las reducciones fiscales.

No tenía ni un mes, y el semanario The Economist ilustraba en portada un fotomontaje de Truss y su ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, en un bote hundiéndose y el titular “Cómo no gobernar un país”. El 14 de octubre, Kwasi Kwarteng, ministro de Hacienda, se enteró de su despido mientras se encontraba en una reunión en el FMI en Washington, justo un día después de que descartara renunciar. Ya para entonces entre los miembros del partido conservador comienza a hablarse de posibles sucesores de Truss.

La semana pasada, el periódico Daily Star subió a su portal un video con la pregunta “¿Durará más esta lechuga que Truss?”, y la imagen de la verdura, literal. Todavía el miércoles pasado, en medio de abucheos en el parlamento en su comparecencia semanal, la Primera Ministra insistió: “Soy una luchadora, no voy a dimitir”.

Ese día renunció la ministra del Interior, Suella Braverman, pretextando el incumplimiento de un protocolo de gobierno (envió un documento oficial por un correo personal). Al día siguiente, con sólo 45 días en el cargo, Liz Truss tiró la toalla.

La situación es más que preocupante: la inflación sigue aquejando a los británicos y hay guerra en el viejo continente; la inestabilidad política ha hecho que los ingleses comparen a su gobierno con el italiano; faltando dos años para las elecciones generales, las encuestas dan una ventaja de más de 30 puntos al partido laborista sobre los conservadores; los tories deben escoger un nuevo líder del partido y Primer Ministro prácticamente de un grupo de políticos que hicieron gobierno con el impopular Boris Johnson, entre ellos Rishi Sunak, quien compitió con Truss y quedó en segundo lugar; y los laboristas no desperdician la oportunidad y aprovechan el escenario a su favor, incluso sondeando dar reversa al Brexit.

La política británica es tan despiadada como su humor sarcástico. Hace unos días, en la sección de opiniones del Financial Times, alguien escribió: “Ella se irá pronto. Su legado es bastante impresionante: enterró a la Reina, a la libra y al partido conservador”.

El retorno del Buen Fin

Con la promesa de la reactivación de una economía severamente golpeada por la inflación, regresa El Buen Fin 2022 en donde, al igual que lo ocurrido el año pasado, el comercio formal tiene puestas sus esperanzas en el retorno de los consumidores a las ventas de mostrador.

Contrario a lo que hemos visto en las últimas ediciones de este evento, en donde las rebajas son apenas perceptibles y la ganancia real para los compradores se encuentra en los pagos a meses sin intereses, el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), Héctor Tejada Shaar, asegura que habrá negocios que ofrecerán entre 70 y 80% de descuento, habrá que esperar a ver si eso efectivamente ocurre.

El Buen Fin es un evento relativamente reciente en nuestro país, estamos hablando de que esta será apenas la edición número 12.

De origen, la idea no era novedosa, de hecho, estaba inspirada claramente en el llamado Black Friday, el día más barato del año en la Unión Americana, posterior al Día de Acción de Gracias, en donde los comerciantes sacan a remate todos sus remanentes para renovar existencias con vistas a la temporada navideña. La analogía sin embargo sigue siendo mera retórica, las rebajas en nuestro país tienen muy poco que ver con lo que ocurre en la versión anglosajona.

Serán cuatro días, entre el 18 y el 21 de noviembre, con una expectativa modesta en el incremento en ventas de apenas 2% superior a lo ocurrido en su anterior edición; hablando en plata 195 mil millones de pesos adicionales. Interesante será ver lo que ocurre con el comercio electrónico que tuvo un fuerte despegue durante la pandemia atrayendo nuevos públicos que habrá que ver si regresan a las calles. Por lo pronto este mercado acapara el 16.5% de las ventas y las proyecciones para este año son que alcance 20%.

Las “benditas” remesas serán uno de los personajes protagónicos durante esta reedición del Buen Fin, por lo menos así lo augura el procurador Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield, quien señala que son dólares que en el mercado mexicano se convertirán en pesos.

¿Buscas trabajo? SEP ofrece empleos con salario de hasta 67 mil pesos

Y como la marca de la presente administración son las rifas, loterías y todo aquello que involucre a la diosa fortuna, el Sistema de Administración Tributario (SAT) tiene programado un sorteo con una bolsa de 500 millones de pesos, para incentivar a vendedores y compradores a utilizar sus plásticos y de paso promover la bancarización.

De más está recomendar un consumo responsable, en el que demos prioridad a bienes que verdaderamente necesitemos, se vienen tiempos difíciles para la economía y no va estar de más tener un “guardadito” para sortear la crisis.

You may also like