La transición energética requiere de diversos metales para la elaboración de componentes de infraestructura y tecnología de energía renovable para la generación, transmisión y almacenamiento de energía limpia, como el litio, cobre, cobalto, aluminio, silicio, entre otros.
México se encuentra entre los diez principales productores de cobre a nivel mundial y es el cuarto metal que más se produce en el país, con un 85% de su producción concentrada en Sonora.
Las inversiones hacia ese tipo de minerales van al alza en todo el mundo. Por ejemplo, en la República Democrática del Congo, donde se encuentran las mayores reservas de varios minerales, el Banco de Comercio y Desarrollo de África Oriental y Meridional (TDB por sus siglas en inglés), ha otorgado una línea de financiamiento por 600 millones de dólares para el desarrollo de cobre y cobalto a la suiza Trafigura, uno de los líderes mundiales en el comercio de materias primas.
Gracias a ello, Trafigura pondrá en marcha la mina Mutoshi, que se convertirá en la tercera mina de cobalto más grande del mundo, así como finalizar dos plantas de procesamiento y la expansión de una mina en el país africano, con la consecuente generación de miles de empleos directos e indirectos, bajo un esquema de cuidado al medio ambiente y bajas emisiones de carbono.
Cabe señalar que el TBD trabaja con varios países africanos miembros en proyectos de desarrollo sostenible, alivio a la pobreza, atención médica y educación; apoyo a instituciones financieras locales enfocadas a micro, pequeñas y medianas empresas; así como impulsar las cadenas de valor regionales de diversas industrias, al tiempo que colabora con ellas en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, como es el caso de la industria cementera en África.
Este desarrollo de proyectos sostenibles es factible aplicarlo a la minería en México, tanto en las regiones ya desarrolladas como aquellas en los que se tienen proyectos, impulsando la producción ya existente, como es el caso del cobre, o detonando la que se contempla, como es el caso del litio.
Qatar y la no violencia contra la mujer
Resulta una afortunada casualidad que este año la conmemoración por el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer coincida con el Mundial de Fútbol de Qatar, y resulta afortunada porque visibiliza no sólo la condición de un país, sino de toda una región, en la cual las mujeres viven un retraso de siglos en materia de sus derechos fundamentales más básicos, derivados de principios ideológicos sustentados en el islam.
De acuerdo a Amnistía Internacional, la mayoría de las mujeres de Qatar forman parte de la comunidad sunita wahabita, la cual las somete desde su nacimiento y hasta los 25 años a una tutela masculina (llámesele padre, hermanos, tíos).
Este tutor es el responsable de autorizar que se casen, viajen, estudien en el extranjero e incluso el lugar donde habrán de laborar, aún por encima de lo que la propia constitución del país ordena.
En Qatar no existen leyes que protejan a la mujer de la violencia doméstica ni mecanismos a los que las víctimas puedan acudir. Además, las mujeres en Qatar están obligadas a obedecer a sus esposos y a sostener relaciones sexuales contra su voluntad a menos que exista una justificación válida.
El divorcio para una mujer es muy complicado y si lo consigue difícilmente podrá obtener la custodia de los hijos con lo que se convierte en una víctima de una de las violencias más crueles, la vicaria, entendida como la forma de violencia de género mediante la cual, el agresor lastima de cualquier forma a la mujer, utilizando a sus hijos para ese fin.
Si bien el menosprecio y el desdén contra la mujer se agudizan en el Golfo Pérsico, estos no son exclusivos de esa zona, en México, también los agresores emplean no sólo a los hijos, sino a las mascotas y seres queridos para chantajear a sus parejas.
La Ciudad de México ocupa el primer lugar en la República por su número de casos. De acuerdo a la diputada local, Ana Francis, el 86% en los casos de violencia vicaria está presente la violencia económica que se refleja en el pago de la pensión alimenticia y en actos de confrontación en donde 88% los agresores inician trámites legales contra sus víctimas, además que el 80% de niñas y niños sustraídos son cambiados de entidad.
Actualmente en el congreso local se discute una iniciativa en la que busca clasificar la violencia vicaria como violencia de género por lo que quedaría asentada como un delito en la Ley contra la violencia contra las mujeres.
La jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum ha respaldado esta iniciativa al igual que los diferentes colectivos.
Que este 25 de noviembre no sea un día más en el que aprovechando el rédito político salgan funcionarios a hablar de la violencia de la que son víctimas millones de mujeres, hagamos de este un tema cotidiano entre nuestras sociedades para que no se olvide tanto sufrimiento, para que juntos trabajemos para exterminarlo.