Nuestro secreto, la empresa que transformó la industria de belleza

Carla Rodríguez aprovechó un error en un envío de productos de belleza, que sumados a su pasión por el maquillaje y el querer empoderar a las mujeres, la llevaron a crear la tienda de belleza que se volvió pionera en ofrecer marcas internacionales poco conocidas e innovadoras.

Innovar y ser líder excepcional en una importante empresa farmacéutica no era suficiente para Carla Rodríguez. Su sed por nuevos desafíos, ir más allá y aprovechar una oportunidad, la llevó a buscar nuevos caminos pasando así de contadora y líder del área de auditoría interna, a emprendedora de la industria de la belleza con su empresa Nuestro Secreto, que desde hace 12 años transformó al sector y abrió la puerta a nuevas oportunidades de negocio.

Cuando un envío de sombras de ojos, regalo por parte de su esposo no salió como esperaba por no llegar a tiempo, una oportunidad se presentó para Carla: incursionar en el mercado de belleza, tema que le ha apasionado siempre, y que en ese momento era liderado por grandes marca tanto de maquillaje y cuidado de la piel, como de cadenas de retail que las vendían, por ejemplo, Palacio de Hierro y Liverpool. Ella quería hacer una diferencia.

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“Había mucha oportunidad para incursionar porque solo estaban las marcas de gran prestigio que se vendían en tiendas exclusivas, no se volteaban a ver otras propuestas o no había lugar donde las aceptarán y ahí fue donde Nuestro Secreto marcó la diferencia. Nosotros sumamos marcas ‘indie’ que salían de lo tradicional y que no se encontraban en el país, además que las ofrecíamos a precios más accesibles que si las comprarán directo”.

explicó.

Tras analizar el mercado y cómo aprovecharlo, Carla y su esposo dieron un salto de fe para emprender. Apostaron por un sector que estaba en crecimiento con una oferta que a la fecha, posiciona a la empresa entre las líderes del sector. Pero el emprendimiento no era nuevo para ellos. A la par de sus trabajos tenían un par de cafeterías que atendían los fines de semana. Las ganancias guardadas por tres años fue, sin planearlo, el capital para comenzar Nuestro Secreto.

Los primeros pasos

La primera fase de Nuestro Secreto, la planeación, arrancó en 2011 cuando Carla investigó el sector, acudió a expos de belleza y negoció ser proveedora de marcas internacionales que no tenían presencia en México. Su impacto fue tal que los maquillistas más reconocidos en la industria del maquillaje, voltearon a ver Nuestro Secreto por ser los únicos que vendían las marcas extranjeras que tanto usaban. Así, poco a poco, influencers y actrices, comenzaron a llegar a la tienda al saber dónde adquirían los profesionales los productos que utilizaban en su arreglo.

“Nuestro secreto vino a revelar los secretos de los profesionales al ofrecer los mejores productos de cada marca”.

expresó.

Así, lo que comenzó en un departamento habitacional con cuatro personas, evolucionó a su primera isla de ventas en Galerías de las Estrellas, donde el reto no fue sencillo. Tres meses sin vender un solo producto fueron críticos, porque aunque tenían presencia en e-commerce, faltaba mayor empuje. Las alianzas, recomendaciones de expertos y ofrecer promociones, ayudaron a visibilizarse y avanzar a la segunda fase: la ejecución.

Para entonces ya eran seis colaboradores, su e-commerce era más fuerte, mantenía un flujo constante y comenzó en un local fijo, a la par de la isla. Ahí decidió, finalmente, renunciar a la farmacéutica para dedicarse por completo al negocio.

“Cuando nos consolidamos en la segunda etapa, me di cuenta que ya era momento de renunciar porque lográbamos las metas planeadas”.

En esta fase que Carla recuerda con cariño por el crecimiento, se enfrentó a nuevos aprendizajes: mejorar como líder, saber delegar, elegir a las personas correctas y abrir puertas, aunque el mayor sacrificio que hizo fue su libertad al no poder separarse ni un instante de la operación del negocio. La mayor lección que aprendió fue la del cuidado del flujo financiero y aprender a elegir el mejor talento.

La consolidación

Ahora, Nuestro Secreto se ubica en la tercera etapa: ser empresa, donde la fuerza laboral suma 38 personas, además que el ecommerce es más fuerte que nunca y tienen cuatro sucursales físicas en Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, con planes de apertura de una quinta en los siguientes meses. Sin su equipo de colaboradores, este logro no hubiera sido posible. 

“Siempre hay que rodearse de personas más talentosas porque ellos son el corazón de todo. Ahora, tengo gente que toma decisiones y aceptan riesgos, son ellos con los que podemos seguir evolucionando. Ya puedo desprenderme del negocio con la confianza de que todo está bajo control”.

destacó Carla Rodríguez.

Estar en este punto representa orgullo y satisfacción para el equipo, pero aún hace falta llegar a una cuarta etapa: la consolidación. El mayor desafío a vencer para seguir creciendo es el de enfrentarse a un mercado sobre ofertado, donde prevalecer un diferenciador que los siga colocando como líderes de la industria.

¿Cuándo se dará esta evolución? No es posible decirlo, pero Carla sabe que su trabajo, dedicación y la suma de todos, permitirá lograrlo. “

No es fácil, pero no nos detendremos porque más que vender maquillaje o cosas de cuidado de piel, nuestra misión es transformar la vida de las mujeres y empoderarlas, cambiando la visión que se tiene del maquillaje, que no es algo superficial, sino un aliado de bienestar y crecimiento personal”.

finalizó Carla Rodríguez.