Pemex busca entrar al top 10 del mundo en capacidad de refinación
Pemex aspira a colocarse en el undécimo lugar a escala mundial por su capacidad de refinación. Pero no alcanzó ni su meta más baja de producción de crudo en 2022.
Petróleos Mexicanos, Pemex, aspira a colocarse en el undécimo lugar a escala mundial de las principales compañías por su capacidad de refinación, con casi 2.3 millones de barriles de diarios de crudo procesado.
La meta es llegar a alrededor de 2.3 millones de barriles de diarios de crudo procesado, lo cual se lograría con la producción de las refinerías de Salina Cruz, Tula, Cadereyta, Madero, Minatitlán, Salamanca, las cuales rondan actualmente los 1.6 millones de barriles de crudo al día (pero que aún no operan al 100 por ciento).
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A dicha producción se sumaría la de Deer Park en Houston y la de la refinería “Olmeca” de Dos Bocas, misma que empezaría a procesar crudo para producir gasolina y diésel este mismo año.
En el pan de negocios para 2023 a 2027, se detalla:
“La adquisición de Deer Park permite a Pemex escalar posiciones en el ranking mundial. Una vez entrando en operación la refinería Olmeca y de mantenerse las capacidades del resto de las compañías, se estima que Pemex alcance la posición 11”.
Pemex explicó que la infraestructura de refinación de la paraestatal se encuentra por arriba del promedio mundial, con plantas que se ubican en el primero y segundo cuartil de datos estadísticos mundiales de capacidad.
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Pemex aún no alcanza ni su meta más baja de producción de crudo para 2022
Sin embargo, a noviembre de 2022, la producción de crudo más condensados de Pemex y sus socios se encontraba aún 1.5 por ciento por debajo de la última meta planteada por la estatal de 1.809 millones de barriles diarios en su Plan de Negocios 2023-2027.
Si se compara con el nivel que había en 2018, cuando el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador inició su sexenio, la producción es 3.3 por ciento inferior a los 1.843 millones de barriles diarios con los que la estatal cerró dicho año.
Entre las causas que mencionan analistas de BBVA se encuentra el declive en los yacimientos maduros, que no ha sido compensado por los nuevos 30 campos. Además de que no se están generado asociaciones nuevas con privados y ha aumentado los costos de perforación de pozos.