La violencia familiar se presenta en todos los niveles socioeconómicos y no es exclusivo de las mujeres ni de una región en específico. A raíz de la pandemia, se evidenciaron un gran número de casos de personas que se encontraban en esta situación de violencia, misma que se agudizó con el teletrabajo y la permanencia en casa por el confinamiento.
El estudio “Encuentro de dos visiones” realizado por KPMG, muestra el panorama de los teletrabajadores con respecto a los beneficios que ofrece el esquema de trabajo a distancia, mismo que permanecerá en un alto porcentaje de empresas en nuestro país.
La investigación destaca que uno de los requisitos propuestos por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) a través de la NOM-037 para regular el teletrabajo en materia de seguridad y salud, con el propósito de evitar riesgos psicosociales consiste en contar con mecanismos para la atención de casos de violencia familiar en los colaboradores.
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No obstante, los resultados del estudio reflejaron que el 70% de las empresas carecen de un mecanismo de atención específico para identificar y atender casos de violencia familiar en los teletrabajadores, lo cual lleva a analizar si las empresas se han apegado a las disposiciones incluidas recientemente en la Ley Federal del Trabajo.
El documento precisa que el 33% de las organizaciones encuestadas cuentan con un mecanismo para dar seguimiento a los avisos de accidente de trabajo, y 24% con mecanismos de atención a violencia familiar, pero únicamente 15% los teletrabajadores han informado a su empresa sobre alguna alteración de las condiciones de seguridad y salud, violencia familiar o causa de fuerza mayor que impida el desarrollo a distancia de sus actividades.
Asimismo, el 74% de las compañías indicaron que estarían preparadas para regresar al trabajo presencial si el personal les informara de alguna alteración en las condiciones de seguridad, salud o violencia familiar que justificara el regreso a las instalaciones.
Bienestar del teletrabajador
Otro aspecto importante que reveló el estudio, es que el 58% de los colaboradores estarían dispuestos a cambiar de trabajo si su organización dejara de ofrecer este esquema remoto, mientras que el 53% señala lo haría si otra compañía les ofreciera mayores beneficios relacionados con el trabajo a distancia.
En este sentido, el 88% asegura que su calidad de vida ha mejorado con la adopción del teletrabajo, al evitar traslados, el 71% porque le permite pasar más tiempo con la familia e hijos; 68% ha percibido una reducción en sus gastos y el 59% indica que tienen una mayor flexibilidad en sus horarios.
Desconexión laboral
Por otro lado, en lo que respecta a la desconexión, el 78% de las compañías asegura haber permitido este derecho, cifra que contrasta con el 44% de los colaboradores que tienen la percepción de que no ha sido así; mientras que el 56% de los teletrabajadores menciona que lo ha puesto en práctica.
De igual forma, los hallazgos muestran que el 67% de los trabajadores considera que el teletrabajo ha permitido incorporar talento diverso a la empresa, específicamente, las madres de familia (64%) y, personas con algún tipo de discapacidad (57%).
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Desempeño y productividad
Un 96% de los teletrabajadores afirma que su productividad se ha mantenido o incluso mejorado y solo 4% piensa que ha disminuido. En tanto que el 44% de las organizaciones consideran que la productividad ha mejorado, el 47% que se ha mantenido y 9% que ha disminuido.
Entre las ventajas que este esquema laboral trae consigo destacan la autogestión, flexibilidad de jornada laboral, traslados innecesarios al centro de trabajo, ahorro de dinero, tiempo, esfuerzo y reducción del impacto negativo al medio ambiente; por lo que el 64% de las compañías planean mantener el teletrabajo de manera permanente y solo 12% volverá al trabajo presencial en su totalidad.
Cumplimiento de las regulaciones
La legislación laboral establece que las organizaciones deben contar con una política y proceso documentado que defina lineamientos y establezca cómo será implementado el teletrabajo. El estudio reveló que 61% cumple con los requisitos, mientras que 16% afirma que se encuentra en proceso de desarrollarlo. El 53% de los teletrabajadores señalan que conocen o han sido informados sobre alguna política relacionada con el trabajo a distancia.
De igual forma, la nueva regulación del teletrabajo exige a las empresas que deben proveer a sus empleados de las herramientas necesarias para teletrabajar, como equipos de cómputo con acceso a redes, software y aplicaciones informáticas, y sillas ergonómicas; en este aspecto el estudio evidenció que el 77% lo ha hecho, y un 74% de los trabajadores confirman que las han recibido.
Finalmente, en lo que se refiere a las condiciones laborales, destaca que el 31% de las empresas afirman haber brindado capacitaciones sobre seguridad, salud y riesgos relacionados con el trabajo a distancia y 42% del personal afirma haber recibido esta capacitación.
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