La discriminación por edad, también llamada edadismo, afecta a millones de personas en edad productiva y las excluye del mercado laboral.
Se estima que, a nivel mundial, 6.3 millones de adultos mayores se enfrentan a la discriminación por edadismo, además de ser desvalorizados y relegados socialmente.
El edadismo es considerado como una forma de violencia de género, que se manifiesta dentro de las organizaciones mediante prácticas que perpetúan los prejuicios y los estereotipos.
De este modo, las personas ven cada vez más reducidas las oportunidades laborales debido a la edad, lo cual tiene graves consecuencias para las colaboradoras, ya que un gran número de empresas se niegan a contratar personas mayores, o bien, demasiado jóvenes.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el edadismo se produce cuando la edad se utiliza para categorizar y dividir a las personas provocando daños, desventajas e injusticias, bajo formas como prejuicios, discriminación, políticas y prácticas institucionales que perpetúan creencias estereotipadas.
Edadismo: en qué consiste esta práctica que está presente en las organizaciones
Discriminación laboral
En el ámbito laboral, esta práctica se evidencia que el 90% de las vacantes ofrecidas en México dejan fuera a las personas mayores de 35 años, lo cual se acentúa mucho más hasta los 60 años de edad; sin embargo, impacta de igual forma a los candidatos menores de 25 años por considerarse “con falta de experiencia”.
Haydeé Jaime López, especialista en Comunicación de Pandapé, explica que las empresas que practican el edadismo, creen que, al no contratar a personas mayores o muy jóvenes, les aportará buenos resultados, como una reducción de gastos en el ámbito de la salud, o ahorrar en mayores salarios.
Sin embargo, señala que, al evitar la discriminación por edad, las compañías tienen la oportunidad de aprovechar la experiencia de los colaboradores de mayor edad, o las habilidades de los jóvenes; permitiéndoles hacer frente a retos como la escasez de talento, la cual afecta a 3 de cada 4 reclutadores.
Por otro lado, se encuentra la inclusión laboral, donde contar con un equipo de trabajo generacional más diverso se posiciona como la segunda preocupación de las empresas, algo que bien podría cubrirse promoviendo la contratación de colaboradores de distintas edades.
Experiencia y adaptabilidad
Agregó que contrario a lo que se piensa, los colaboradores de mayor edad se adaptan más fácilmente a los procesos de la compañía.
Por otro lado, contratar personas jóvenes que quieran aprender de otras generaciones, mantiene al día a los equipos sobre tendencias, conocimientos y mejores prácticas.
Asimismo, tener un equipo diverso respecto a la edad hará que una empresa vea las cosas desde otro punto de vista, con mayor impacto al momento de crear ideas y dando un giro positivo en términos de sus valores y misión.
Gestión de talento
La especialista también comparte que, la tecnología puede ser un gran aliado para contrarrestar el edadismo en las organizaciones, ya que les permite mejorar la gestión del talento, impulsar la diversidad, conocer a fondo el perfil de sus candidatos, sus aptitudes y características; identificar la población que predomina en ciertas áreas, los perfiles que mejor se adaptan a las posiciones y varios indicadores que conduzcan al éxito antes de tomar una decisión.
Finalmente, refiere que la falta de conciencia ha llevado a la necesidad de crear una ley para contrarrestar el fenómeno del edadismo.
“Y es que afortunadamente, actualmente se discute una reforma a la Ley Federal del Trabajo en México, que obliga a las empresas a contratar al menos 5% de adultos mayores, lo cual es un primer paso para combatir el edadismo“.