Culturalmente, en México, las responsabilidades relacionadas con las labores domésticas y el cuidado de los hijos han recaído principalmente en las mujeres, lo que sin duda agudiza la sobrecarga cuando combinan estas tareas se con las actividades laborales o son emprendedoras.
Además, en el caso de las emprendedoras que son madres, la combinación de responsabilidades laborales y familiares puede ser abrumadora, afectando directamente el desarrollo y crecimiento de sus negocios.
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Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), muestra que las mujeres asumen una carga desproporcionada de las labores domésticas y el cuidado de los hijos, lo que limita su capacidad para dedicarse plenamente a sus proyectos empresariales.
Sobrecarga de trabajo limita a las emprendedoras que son madres
De acuerdo con la Radiografía del Emprendimiento en México 2024, Edición Mujeres, de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), el 52.9% de las emprendedoras mexicanas son madres y en el 65.5% de los casos, ellas mismas asumen la responsabilidad del cuidado de sus hijas e hijos.
Esta sobrecarga no solo puede afectar su bienestar, sino también limitar el crecimiento y la sostenibilidad de sus empresas.
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Según datos de la ASEM, 1 de cada 4 empresas fundadas por mujeres que son madres fracasa por la sobrecarga de responsabilidades, en comparación con el 11.9% de las organizaciones que son lideradas por mujeres sin hijos.
Al respecto, Juana Ramírez, presidenta del Consejo Directivo de ASEM, indicó que la desigualdad en la distribución de tareas domésticas y de cuidado no remuneradas restringe el acceso de las mujeres al mercado laboral y reduce sus oportunidades de desarrollo profesional.
“Como emprendedoras, esta sobrecarga limita su capacidad para responder con agilidad a los cambios en la demanda del mercado, afectando su competitividad y crecimiento económico”.
Refirió que el 56.2% de las emprendedoras que son madres y las principales cuidadoras de sus hijos, tienen otra fuente de ingresos, es decir que su empresa es un ingreso secundario o adicional.
Equilibrio laboral y personal: el reto de las madres trabajadoras
Lo anterior muestra que las emprendedoras que son madres tiene una doble jornada por la carga de cuidados, y además, una triple jornada por algún trabajo remunerado dentro o fuera de su hogar.
“La ausencia de políticas integrales agrava esta problemática. Las emprendedoras que también son madres deben conciliar múltiples responsabilidades sin apoyo institucional, lo que limita su crecimiento profesional y su capacidad para impulsar sus negocios”, añade Ramírez.
Cabe destacar que según la ASEM, sólo el 22.8% de las empresas fundadas por emprendedoras que son madres ha recibido apoyos de instituciones públicas y privadas.
Acciones para hacer frente a este desafío
Ante este panorama, resulta necesario:
● Reconocer las barreras estructurales para fomentar un entorno empresarial más equitativo y la mayor independencia financiera de las mujeres.
● Implementar políticas públicas que promuevan la corresponsabilidad en las labores de cuidado.
● Brindar apoyo a las emprendedoras con el fin de ir cerrando las brechas de género en el sector empresarial.
Estereotipos de género frenan el desarrollo de las madres trabajadoras
Finalmente, la presidenta del Consejo Directivo de la ASEM resaltó que es urgente generar condiciones que les permitan a las emprendedoras que son madres, crecer sin tener que elegir entre su negocio y su familia.
“Solo con políticas públicas adecuadas y una verdadera corresponsabilidad en las labores de cuidado podremos construir un ecosistema empresarial más equitativo y sostenible”, concluyó.
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