Forest Bathing: La técnica japonesa que reduce el estrés y mejora el bienestar integral
El Forest Bathing es una práctica japonesa que consiste en tomar “baños de bosque”, para conectar con la naturaleza y reducir el estrés.
En la actualidad, el estrés y la ansiedad siguen siendo los principales problemas de salud mental que enfrentan las personas a nivel mundial.
Las jornadas excesivas de trabajo, así como el acelerado ritmo de vida que se presenta sobre todo en las grandes ciudades, son factores que contribuyen a estos problemas de salud.
Según datos del Gobierno de México, 3.6 millones de adultos viven con depresión en nuestro país. Además, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado del Inegi, 31.3% de los mexicanos experimentan ansiedad.
Contacto con la naturaleza beneficia la salud
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Por si esto fuera poco, cada vez más, los seres humanos tienen menor contacto con la naturaleza y realizan menos actividades al aire libre, lo que repercute en su salud.
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Según un estudio de la Agencia de Protección Ambiental, en promedio las personas pasan más del 90% de su tiempo en interiores, situación que se agudizó aún más con la pandemia y los esquemas de trabajo remoto.
Ante este panorama han surgido diversas alternativas que buscan mejorar la calidad de vida de las personas, como el Forest Bathing, una práctica japonesa que consiste en tomar “baños de bosque”, lo que permiten conectar con la naturaleza, practicar actividades como caminar, lo que ayuda a bajar los niveles de estrés.
De acuerdo con un estudio realizado por diversas universidades y dependencias de salud en Italia, respirar el aire de un bosque puede reducir la ansiedad debido a los compuestos volátiles que liberan los árboles.
En la década de los 90, investigadores japoneses comenzaron a estudiar los beneficios que tiene pasar tiempo en contacto con la naturaleza, y descubrieron que algunas especies de árboles como pinos, cedros y cipreses liberan fitómidos, sustancias que disminuyen los niveles de cortisol en las personas.
Es importante recordar que el cortisol es una hormona que secreta nuestro organismo cuando está expuesto a situaciones de peligro o de mucho estrés. Los altos niveles de cortisol pueden alterar nuestro sistema, incrementando el riesgo de padecer ansiedad, depresión, dolores de cabeza, tensión, dolor muscular, insomnio, aumento de peso, problemas de memoria o dificultad para concentrarse, aumentar la presión arterial que puede ocasionar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
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Forest Bathing mejora el estado de ánimo
En este sentido, el contacto con la naturaleza puede tener un impacto positivo en nuestra salud física, mental y emocional, ya que los bosques albergan una gran cantidad de plantas medicinales que tienen propiedades benéficas para las personas, e incluso mejoran su estado de ánimo.
Tal es el caso de hierbas como la pasiflora, lavanda o la manzanilla que pertenecen a la herbolaria mexicana ubicada en las zonas boscosas.
Según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el registro del Instituto Mexicano del Seguro Social muestra que en el país existen 3 mil especies de plantas con atributos medicinales, representando el 15% del total de la flora mexicana.
Es por ello que expertos en bienestar integral recomiendan practicar el Forest Bathing para mejorar la salud mental y física; incluso un baño de bosque de una o dos horas, permite que las personas se puedan desconectar de la tecnología y reducir su ritmo de vida acelerado.
Además, la permanencia en un bosque ayuda a conectar con el momento presente y a evitar situaciones de estrés y ansiedad.
Alternativas para estar en contacto con la naturaleza
Luego de la pandemia, el tema de la salud se ha convertido en un punto esencial para los seres humanos, y cada vez más personas priorizan su bienestar; incluso muchas de ellas buscan alternativas para vivir rodeados de la naturaleza, cerca de la CDMX, para no tener que sacrificar sus actividades laborales, pero que les permita cambiar su estilo de vida.
Como ejemplo, podemos mencionar Reserva Santa Fe, situado en una zona boscosa en el Estado de México, con más de 196 hectáreas en las que los habitantes de la zona pueden practicar Forest Bathing y otras actividades al aire libre, como meditar en medio del bosque, andar en bicicleta, hacer picnics con la familia, montar a caballo, clases de yoga en la naturaleza, además tiene un observatorio astronómico.
Asimismo, cuenta con un Bosque Comestible, el cual es un componente de su Programa de Producción de Alimentos, cuyo objetivo es cultivar al menos el 60% de la dieta de los habitantes de ese complejo, dotándolos de alimentos orgánicos y saludables. Además, el proyecto planea un huerto, una granja y un apiario para los residentes.
Cabe destacar que este residencial no solo cuida de la comunidad que lo habita, sino también de los ecosistemas en donde se ubica, fomentando la salud y el bienestar promoviendo el Forest Bathing. Además, sus villas están en proceso de certificarse como Living Building Challenge, un distintivo que otorga el International Living Future Institute (ILFI), a las edificaciones que aportan más de los recursos naturales que se utilizan para su construcción y mantenimiento, restaurando ecosistemas.
