Fraudes digitales: Negocios pierden más de 9 mil millones de pesos en 1S2023
En el 2022 la industria de Artículos Coleccionables fue la más vulnerada con un aumento de 106% anual en fraudes digitales.
El fraude en el comercio electrónico es un problema común y latente. Todos los negocios, sin excepción, están en riesgo y son potenciales víctimas de cibercriminales que cada día se vuelven más sofisticados en sus métodos de ataque.
Datos de la empresa de ciberseguridad Sophos, indican que, en el primer semestre de este año, el 69% de las empresas de retail fueron víctimas de ciberataques a nivel global.
En el caso particular de México, la Condusef señala que en el mismo periodo se reportan 3.5 millones de reclamaciones por posibles fraudes digitales, lo que representa un monto de 9 mil 213 millones de pesos en pérdidas.
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Por otra parte, Signifyd, partner de BigCommerce, señala que, por cada 100 dólares que se pierden a consecuencia de los fraudes digitales, se derivan 207 dólares más en costos que vienen como consecuencia.
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Lo anterior, debido a que más allá del valor de la mercancía, existen costos operativos como el procesamiento del pedido, la gestión de la cadena de suministro, así como por la ejecución de la venta y las tarifas por devolución.
En este mismo tenor, un estudio de Juniper Research señala que las pérdidas para los comercios a nivel global durante 2023 podrían alcanzar hasta 48 mil millones de dólares debido a los fraudes en el e-commerce.
Estos son los tipos de fraudes digitales que existen
A continuación compartimos los tipos de fraudes digitales más comunes que pueden enfrentar los comercios.
1. Fraude de tarjeta bancaria
Se presenta cuando un estafador logra comprometer la información bancaria de un usuario y la utiliza para realizar compras o pagar servicios a nombre de la persona vulnerada.
2. Fraude de afiliación
Los comercios cuentan con programas de afiliados en los que recompensan, con una comisión, a los usuarios que refieren a otros compradores. Dicho lo anterior, existen defraudadores que se inscriben a estos programas y envían tráfico basura al sitio del comerciante utilizando bots para activar esas recompensas, lo cual consiste en un engaño al sistema.
3. Contracargos
Este tipo de fraude digital se presentan cuando el comprador solicita un reembolso de la compra, incluso aunque ya recibió los bienes o servicios comprados. En este tipo de casos, es el comercio el responsable de reembolsar al banco emisor de la tarjeta bancaria el monto que previamente la devolvió al usuario.
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4. Phishing
Es una de las técnicas más comunes de fraude digital con 17% de los casos. Consiste en el envío de correos electrónicos infectados con links maliciosos, mediante los cuales engañan a los clientes para que revelen datos como su nombre de usuario y contraseña, para luego iniciar sesión y realizar compras no autorizadas.
Industrias más vulnerables a los fraudes digitales
De acuerdo con datos recopilados por BigCommerce, el año pasado, la industria de Artículos Coleccionables fue la más vulnerada con un aumento de 106% anual en fraudes digitales.
En segundo lugar, se encuentra el sector de Artículos de Lujo con un crecimiento de 104% en la incidencia de fraude, seguido por Ocio y Entretenimiento con un aumento del 42 por ciento.
Si bien estas industrias son las que registran incrementos significativos en fraude, eso no quiere decir que otras estén exentas. Por el contrario, el problema de los fraudes digitales afecta a todos los sectores, por ello, cualquier compañía debe tener en cuenta la posibilidad de convertirse en una víctima.
¿Cómo atender el problema?
Es importante que los negocios cuenten con un proveedor de e-commerce que tenga, a su vez, aliados estratégicos que brinden herramientas de prevención de fraude basadas en Big data, aprendizaje automático e inteligencia artificial para distinguir entre operaciones apócrifas y legítimas.
Dicho proveedor debe utilizar la data histórica, tanto del comercio como de otros clientes, para entender el comportamiento de los usuarios legítimos y los fraudulentos; y generar patrones más precisos que permitan detectar el fraude de forma anticipada, en lugar de hacerlo ya que se presentaron las vulneraciones.
Comprender ese comportamiento permite brindar a los comercios y marcas un margen de maniobra más amplio en puntos clave de sus procesos de ventas, lo que es clave para evitar que el índice de fraude siga incrementándose.
Es importante tener en consideración que, el fraude en el comercio electrónico es un fenómeno habitual y no va a disminuir. Desde el phishing y la apropiación de cuentas hasta el fraude con tarjetas de crédito, los actores maliciosos pueden emplear diversas técnicas para estafar a los comerciantes.
Ante esto, es imperativo que las empresas cuenten con el apoyo de aliados tecnológicos que promuevan una infraestructura de comercio electrónico que incluya socios especializados para proteger tanto las operaciones internas como a los clientes.
