Paridad laboral ¿por qué nos cuesta tanto trabajo alcanzarla?
Paridad laboral significa crear condiciones para la igualdad de género con la participación equilibrada de mujeres y hombres en el poder.
Hablar de paridad significa crear condiciones excepcionales para la igualdad de género con la participación equilibrada de mujeres y hombres en el poder y la toma de decisiones en todos los ámbitos de la vida, incluyendo el ámbito laboral.
De acuerdo con la investigación “Women Matter México 2022: Paridad Dispareja”, realizada por McKinsey Company México, entre el 2017 y 2020 la proporción de mujeres en puestos directivos se mantuvo en un 13% y se espera que para 2050, la cifra alcance el 20 por ciento.
Cuando proyectamos estas tasas de crecimiento hacia el futuro, vemos que, en 30 años, las mujeres ocuparán solo tres de cada diez puestos de trabajo. Si estas tendencias en la participación en la alta dirección continúan, México tardará 100 años en lograr la paridad de género.
Participación femenina en cargos de poder
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En los últimos cuatro años la proporción de mujeres en las empresas ha aumentado solo tres puntos porcentuales, al pasar del 35% al 38%, lo que significa que sigue habiendo un acceso restringido en la participación laboral femenina, según el mismo reporte.
La mayor diferencia está en la representación de los mandos ejecutivos, con una menor participación de mujeres en los puestos directivos, y pese a esta realidad, el 54% de ellas consideran que están bien representadas en los altos puestos de las empresas, algo que sin duda obstaculiza la paridad de género, al considerar que ya no hay más porque luchar.
No obstante, todavía prevalecen barreras importantes como las creencias sociales y los estereotipos que contribuyen a generar un ambiente hostil para las mujeres dentro de las organizaciones. Pero ¿qué sucede cuando las mujeres que ocupan cargos gerenciales y de poder son quienes frenan y obstaculizan la participación de otras? Esta es una realidad que muchas trabajadoras enfrentan en el entorno laboral, sin embargo, pocas veces se reconoce que representantes del mismo género puedan impedir el crecimiento y desarrollo de otras mujeres.
El desafío de cerrar la brecha
Uno de los retos más importantes a los que se enfrentan las empresas es cerrar la brecha de género. En este sentido, es necesario que las organizaciones den pasos agigantados y adopten múltiples iniciativas para lograr un cambio significativo.
La igualdad de género se puede lograr en todos los niveles de la jerarquía corporativa mediante la implementación de programas integrales que promuevan el potencial de las mujeres y brinden un desempeño sobresaliente en todas las etapas de sus carreras profesionales.
Cerrar la brecha de género es responsabilidad de hombres, mujeres, empresas y gobiernos. En el proceso para lograrlo, se puede visualizar que, si una empresa decide enfocarse y ejecutar acciones bien diseñadas, se pueden lograr resultados favorables en poco tiempo.
