Trastornos alimenticios por estrés laboral causan hasta 20% menos productividad de los trabajadores
Los trastornos alimenticios más comunes en los entornos laborales son la anorexia, la bulimia y el trastorno alimentario compulsivo
El estrés laboral es el compañero silencioso de millones de trabajadoras, que en ocasiones aparece en forma de agotamiento, tensión, palpitación continua del párpado, falta de concentración e incluso, trastornos alimenticios.
Lo anterior, aunado a la rutina diaria con largas jornadas de trabajo y un ritmo de vida acelerado, deja poco tiempo para planificar y preparar comidas saludables, lo que lleva fácilmente a saltarse comidas, comer a deshoras o consumir alimentos de baja calidad nutricional.
Problemas de salud
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Yunue Cárdenas, coordinadora del HUB de psicología de Affor Health, explica que el estrés laboral puede convertirse en un detonante de una serie de problemas de salud física y mental; entre los cuales, los trastornos alimenticios son especialmente preocupantes, ya que cuando los colaboradores están nerviosos pueden comer en exceso o dejar de alimentarse.
“Con altos niveles de estrés, comer, en lugar de ser una actividad nutritiva y placentera, se convierte en una respuesta automática. Además, el poco tiempo disponible para la comida hace que las personas opten por alimentos que proporcionan una rápida saciedad, pero a largo plazo, estos hábitos pueden desencadenar patrones alimenticios desordenados”, añade la psicóloga clínica.
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La alimentación es un problema laboral
De acuerdo con el estudio ‘Food at Work. Workplaces solutions for malnutrition, obesity and chronic diseases’, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una alimentación inadecuada puede causar pérdidas de hasta 20% en la productividad de los trabajadores.
Estos son algunos de los trastornos alimenticios más frecuentes vinculados con el estrés laboral:
Anorexia nerviosa
Se caracteriza por una restricción de la ingesta de alimentos, lo que ocasiona pérdida de peso y una percepción distorsionada del cuerpo. En el entorno laboral, la presión para cumplir con estándares estéticos o de rendimiento puede contribuir a su desarrollo.
Bulimia nerviosa
Se caracteriza por episodios de ingesta excesiva de alimentos seguidos de vómito autoinducido, uso de laxantes o ejercicio extremo. La perfección mal gestionada puede llevar a los colaboradores a usar la comida como forma de escape.
Trastorno alimentario compulsivo
También conocido como trastorno por atracón comprende episodios de ingesta excesiva de alimentos en un corto tiempo, acompañado de una sensación de pérdida de control. La sobrecarga de responsabilidades o el miedo al fracaso puede conducir a “atracones” como forma de autocomplacencia.
Por otra parte, la presión para cumplir con estándares estéticos u objetivos profesionales poco realistas puede contribuir al desarrollo de estos trastornos.
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Dieta balanceada, mayor productividad
Yunue Cárdenas señaló que los colaboradores bien alimentados tienen mayores niveles de energía, mejor concentración y un estado de ánimo más positivo, lo cual reduce el ausentismo, mejora el rendimiento y aumenta la productividad.
Además, una nutrición adecuada previene enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes; esto disminuye los costos asociados con la atención médica y las bajas laborales.
Recomendaciones para fomentar hábitos saludables
A continuación, compartimos una serie de recomendaciones que las empresas pueden implementar con el fin de contribuir a una alimentación balanceada de sus colaboradores:
1. Ofrecer opciones saludables
Los comedores de las empresas pueden proporcionar menús balanceados que incluyan una variedad de frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y opciones bajas en grasas y azúcares.
2. Instalar estaciones de agua
Colocar dispensadores de agua en puntos estratégicos para fomentar el consumo de agua en lugar de bebidas azucaradas. Ofrecer botellas reutilizables como parte del kit de bienvenida puede incentivar este hábito.
3. Promover asesoría nutricional y apoyo psicológico
Organizar talleres sobre nutrición y hábitos alimenticios saludables. También es importante proveer a los colaboradores de apoyo psicológico con el fin de crear conciencia sobre la importancia de la salud física y mental.
4. Otorgar incentivos para opciones saludables
Proporcionar descuentos en alimentos saludables disponibles en el comedor o máquinas expendedoras. También se pueden ofrecer incentivos a los colaboradores que cumplan objetivos relacionados con una alimentación saludable.