Dos años antes de finalizar su mandato, Enrique Peña Nieto sorprendió a todos con una frase inusual en su forma de expresarse. “Un presidente no creo que se levante pensando como joder a México”. Guardando las distancias y la proporciones ya que hablamos de un ciudadano que no es mexicano, pareciera que el objetivo de Donald Trump fuera ese, el vecino rijoso cuya primer idea al despertarse es cómo pelear con quien por su cercanía tendría que considerar su aliado y mejor amigo.
Hace diez días nos levantamos con la noticia de que el empresario había cumplido su amenaza de decretar medidas arancelarias contra México en un 25% vinculadas al freno en el tráfico de fentanilo y al control en el flujo de migrantes indocumentados; menos de 48 horas después vino una pausa congelando la medida. Los grandes capitales estadounidenses no están para bromas y una decisión tomada a la ligera y así tan de improviso hubiera venido acompañada de serias consecuencias para el mercado laboral y un fuerte impacto en los consumidores locales. En lo que intentó ser una graciosa huida, Trump terminó por enredarse dándole el tiro de gracia a una parte importante de su credibilidad.
El apercibimiento de que ahora habrán de aplicarse aranceles en las importaciones de acero y aluminio se suma a esta guerra de nervios en la que Trump pretende sumir a sus dos socios comerciales porque, aunque la disposición será generalizada, Canadá fue el principal proveedor de acero a la Unión Americana durante el año pasado con seis millones y medio de toneladas y México ocupó la tercera posición con poco más de 3 millones y medio de toneladas, ergo, las medidas parecieran ir dirigidas hacia los mismos destinatarios.
Esta película ya la vimos y seguramente nos la habrán de proyectar todavía muchas veces, durante su primer periodo en 2018 Trump anunció aranceles de 25% para el acero y 10% para el aluminio, al año siguiente los suspendió a México y Canadá. De ahí el llamado de la presidenta Claudia Sheinbaum a mantener la calma, esperar para luego entablar comunicación con su par norteamericano y negociar, el camino quedó prácticamente trazado desde inicios de febrero. Trump ostenta el poder, aunque a juzgar por el número de ordenes ejecutivas que ha firmado y las que efectivamente se han ejecutado, no lo ejerce a plenitud como pretende.
Si una lección se puede aprender de la llegada de personajes tan oscuros como Trump es que México no puede seguir apostándole todo al mismo caballo. Más del 80% de las exportaciones de acero están destinadas al mercado estadounidense, algo similar ocurre con el aluminio; la paradoja se encuentra en que nuestro país tiene un déficit en ese sector con la Unión Americana.
En lo inmediato, México pudiera aplicar medidas compensatorias aplicando aranceles en algunos otros productos procedentes del otro lado de la frontera lo cual terminaría por ser contraproducente y detonar una guerra comercial; incluso podría apelar a un panel de solución de controversias dentro del T-MEC. Lo que es un hecho es que nuestro país tendría que empezar a diversificar sus mercados, esta dependencia puede resultar cómoda pero no buena y tarde o temprano terminará por asfixiarnos.
Legislar para impulsar la infraestructura
Cada 1% adicional invertido en infraestructura puede impulsar el PIB entre un 0.6% y 1.2%, según datos del Banco Mundial. A pesar de este referente, en nuestro país ha habido una inversión insuficiente en infraestructura, lo cual ha contribuido a que no haya un crecimiento económico sostenido y robusto.
En la Cámara de Diputados hay dos tareas fundamentales para incrementar esta inversión: primero, revisar, y en su caso, modificar el presupuesto proyectado en la materia y, segundo, legislar para promover la infraestructura, fomentando sostenibilidad, equidad y competitividad, con enfoque social.
Al frente de la Comisión de Infraestructura de la Cámara de Diputados, se encuentra el chiapaneco Roberto Albores Gleason quien, en reunión con integrantes del Colegio de Ingenieros Civiles de México, enumeró los retos que enfrenta la infraestructura en México y que tienen que atenderse: inversión insuficiente y necesidad de reasignación presupuestal; financiamiento eficiente y transparente; falta de planeación estratégica; oportunidades del nearshoring; infraestructura sustentable y equidad territorial.
Para atender esos desafíos, la Comisión de Infraestructura no sólo propuso en su momento modificaciones al proyecto de Presupuesto 2025, sino también trabaja en doce propuestas de ley y reformas, entre ellas, una Ley de Supervisión de Obras Públicas, para mayor fiscalización en la ejecución de los proyectos; indicadores de impacto en comunidades marginadas a través de normas que obliguen a medir beneficios sociales y económicos; legislación para facilitar la modernización de carreteras y ferrocarriles; normas para garantizar la eficiencia operativa y de seguridad en la expansión de puertos y aeropuertos; regulaciones que aseguren suministro eléctrico estable y sostenible; regulación de las Asociaciones Público-Privadas (APPs); una Ley de Transparencia en Infraestructura; así como una Ley de Evaluación de Impacto, a efecto de tener una medición obligatoria de costos logísticos, conectividad y desarrollo social.
Albores Gleason refirió que la Comisión de Infraestructura de la Cámara de Diputados de la presente legislatura tiene como objetivo principal garantizar infraestructura moderna, eficiente, sostenible y accesible, fortaleciendo la coordinación entre actores clave, entre ellos el Colegio de Ingenieros Civiles de México, además de contar con subcomisiones especializadas para trabajar en estrategias específicas, para resolver retos nacionales con propuestas técnicas, sostenibles y adaptadas a cada región.
En ese mismo tenor, Gabriela Jiménez Godoy, vicecoordinadora de diputados de Morena, anunció que próximamente presentará una iniciativa de Ley de Inversiones Mixtas para el Bienestar, con el objetivo establecer un nuevo marco jurídico que otorga certeza jurídica y garantías a la inversionista en las inversiones mixtas, consideradas dentro del Plan México.
Aunado al paquete de iniciativas presentadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, será interesante la evolución de lo que corresponda por parte del Legislativo, particularmente de los diputados en materia de infraestructura.
Precios de vivienda en zonas metropolitanas de CDMX, Guadalajara y Monterrey
Al cierre de 2024, la Zona Metropolitana de Monterrey encabeza la lista de aumento de precio de vivienda usada con un incremento del 4.5 % en el precio por metro cuadrado, seguida por la del Valle de México, con un 3.2%, y la Guadalajara con un 2.1%, de acuerdo a un análisis de la plataforma inmobiliaria Tuhabi. Estos incrementos reflejan la solidez y el crecimiento sostenido en las principales áreas urbanas del país.
En el detalle se aprecia que los departamentos destacan sobre las casas, especialmente en zonas céntricas donde el valor del metro cuadrado se eleva considerablemente. Los expertos hacen un llamado a crear mecanismos que aceleren el crecimiento del valor de las viviendas, impulsando así una fuente de inversión clave para las familias mexicanas.
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