Para cualquier persona física o moral, irse a un proceso legal implica mucho tiempo y dinero. En el caso específico de las constructoras puede significar, desde tener parado o abandonado un proyecto, hasta la quiebra de la empresa. Si hoy en día el sistema de impartición de justicia dista de ser pronto y expedito, la reforma judicial genera más interrogantes e incertidumbre respecto a si podrá ser mejor que lo que sustituye y, seguramente, los riesgos en la curva de aprendizaje de la transición.
Ante dicho escenario, el Colegio de Ingenieros Civiles de México abordó en su “Diálogo con ingenieros” de ayer con especialistas latinoamericanos, tres alternativas para prevenir y resolver disputas legales: paneles de prevención y resolución de controversias, gerencia de proyectos, así como herramientas tecnológicas en los proyectos de infraestructura.
Los paneles de controversias o Dispute Board, se integran y acompañan desde el principio del proyecto, previniendo y atendiendo conflictos potenciales así como, en su caso, dirimiendo disputas formales de manera práctica, efectiva y rápida, dado su involucramiento en el proyecto. En el caso de obras, los paneles se componen de ingenieros expertos y un abogado como asesor legal.
Marcela Radovic, Dispute Resolution Board Foundation de Chile y próximamente presidenta de dicha fundación para la región Latinoamérica, dio datos contundentes de los beneficios en el uso del Dispute Board: del total de proyectos registrados que han usado dicha instancia, un 60 % no tuvo ninguna disputa. Del 40 % que tuvo disputas ante Dispute Board, un 98 % de esas disputas se resolvieron por acuerdo después de presentada la disputa y, del porcentaje que sí tuvo disputas, que no llegó a acuerdo y se dictó una decisión para resolverla, el nivel de revocabilidad a un tribunal arbitral es de sólo 1 por ciento ¿Más ventajas? Incluir el Dispute Board en el proyecto sólo involucra entre el 0.06 y 0.3 % de su costo total y, en caso de llegar a disputas, se tienen resoluciones en plazos de entre dos y tres meses, sin detener la obra.
En cuanto a la gerencia de proyectos, Rodrigo Juárez, investigador y consultor en gerencia de proyectos, explicó que, “el rol de la gerencia de proyecto es entender o promover que el proyecto se realice de la mejor manera, dentro del alcance, costo, calidad, tiempo, otorgando los beneficios que se espera que se haga”. Cabe señalar que en la gerencia de proyectos es imprescindible el uso de tecnología.
El uso de herramientas tecnológicas permite centralizar la información del proyecto y tener una trazabilidad del mismo desde su inicio, planificación, maquetas digitales, relación entre las partes involucradas, incidencias, gestión de documentos, cambios de planos, incidencias, generando ahorros de recursos y tiempo. Contrario a lo que se piensa de que son opciones caras y sólo para las grandes empresas, Germán Elera, director de Digital Bricks y experto peruano en uso de tecnologías en ingeniería, dijo que el porcentaje de inversión de herramientas tecnológicas en un proyecto ronda alrededor de 0.2 por ciento, prácticamente “lo que se gasta en papelería, tinta e impresiones”, y son plataformas que pueden usar desde grandes empresas hasta el ingeniero supervisor independiente.
Es así como el Dispute Board, la gerencia de proyectos y las herramientas tecnológicas, se complementan para prevenir conflictos y en su caso facilitar el proceso de las disputas, generando buena colaboración entre las partes involucradas quienes, con estos antecedentes, seguramente seguirán trabajando juntos en el futuro o buscarán socios que integren estos mecanismos y herramientas a sus proyectos.
Arranca región Google Cloud en México
Este mes, Google Cloud inició operaciones de su nueva región de nube en Querétaro. Se trata de la número 41 a nivel mundial, la tercera en la región y se espera contribuya a generar más de 100 mil puestos de trabajo para 2030 y contribuir con más de 11 mil millones de dólares al PIB de México para el mismo año.
Esto permitirá a las empresas y organizaciones de México acceder aún más rápido a las tecnologías avanzadas de nube, con baja latencia y alto rendimiento para que continúen innovando y acelerando sus iniciativas de transformación digital. “Confiamos en que las empresas y organizaciones del país sabrán capitalizar esta oportunidad y estamos aquí para acompañarlas a construir un ecosistema donde la innovación y el liderazgo digital se multiplique”, comentó Julio Velázquez, director general de Google Cloud México.
La región de Google Cloud de México abre nuevas oportunidades para el ecosistema de partners de Google Cloud que tienen diversos modelos de negocio y están en un proceso constante de innovación.
Entre sus clientes estratégicos se encuentra la empresa de tecnología en medios de pagos Prosa, para cual la alianza con Google ha sido fundamental para concretar proyectos, evolucionar hacia modelos de negocio digitales, habilitar el ecosistema, impulsar la APIficación del servicio y mejorar el análisis de datos, por lo que, a decir de Salvador Espinosa, director general de Prosa, “está alianza solo se profundiza con la puesta en operación de la nueva región de Google Cloud que facilitará la integración de participantes al ecosistema de pagos de forma segura y con alta disponibilidad, mejorando la experiencia del cliente y la entrega de valor de forma más rápida y ágil.” Sólo en 2023, la compañía procesó más de 10 mil millones de transacciones en 2023 y esperan cerrar el año con una cifra similar o mayor.
Sheinbaum: ¿el regreso a la vieja estrategia de calderonista?
Ya sea por las presiones provenientes del otro lado de la frontera o porque la realidad está llegando a un punto insostenible, en los hechos la estrategia de seguridad implementada por la presidenta Claudia Sheinbaum se va pareciendo cada vez más la instaurada por Felipe Calderón que a la defendida por su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
La crisis del fentanilo denunciada reiteradamente por Donald Trump, y la lucha intestina desatada en Sinaloa entre la descendencia de Joaquín Guzmán Loera, el “Chapo” y la estirpe del “Mayo” Zambada, llevaron al gobierno federal a tomar la decisión de que, por lo menos en un corto plazo, el encargado de Seguridad y Protección Ciudadana despache desde esa entidad junto con un fuerte contingente de la Guardia Nacional, una medida que en su momento bien pudo haber tomado Felipe Calderón.
Algunas de las cosas que se empiezan a replicar, y que se eslabonan perfectamente con la personalidad de García Harfuch, es el anuncio de decomisos espectaculares y la captura de criminales con peso en las organizaciones criminales como es el caso de Horacio Félix Loaiza, operador financiero y responsable de pagar la nomina del grupo de los “Chapitos”. Pero las similitudes no quedan ahí, la administración calderonista creó estrategias focalizadas en entidades dominadas por la delincuencia en donde participaban los tres órdenes de gobierno. Hoy, pese a querer excluir la etiqueta de guerra y llamarle a las fuerzas federales grupo pacificador, está claro que no se excluyen los enfrentamientos armados que de acuerdo a lo que se desprende de los dichos del secretario de Seguridad Pública, podrían prolongarse por mucho tiempo.
En el largo plazo si se encuentran diferencias, el hecho de combatir las causas sociales que llevan a algunos jóvenes a involucrarse con los grupos delincuenciales frente a la falta de oportunidades es una medida que indudablemente ayudará a muchos de ellos a reintegrarse a la vida productiva, pero esto no va ocurrir con programas asistenciales de carácter electoral, se necesitan crear fuentes de empleo digno que les permitan visualizar un futuro más prometedor.
En su momento la alta dirigencia de Morena se mostró indignada por el uso de las fuerzas armadas en labores de seguridad, la administración de López Obrador no sólo las sacó a las calles, sino que constitucionalmente integró a la Guardia Nacional al cuerpo militar y no se avisora que vaya a presentarse un retorno a su estatus anterior en muchos años. En un cambio de enfoque la frase “abrazos no balazos” parece haberce tachado en el glosario de Sheinbaum quien persistentemente ha señalado en la necesidad de judicializar las denuncias y en su caso llevar a los responsables a prisión. Se dice fácil pero se trata de una tarea titánica en un entorno permeado de jueces y fiscales corruptos en muchos casos confabulados con los criminales.
Lo que sí esta claro (y el caso de Calderón es un ejemplo nítido) es que la detención de los líderes criminales sólo va a producir más violencia si paralelamente no se desarticulan las organizaciones que encabezan y aún así se corre el riesgo de fragmentarlas como si se tratara de un cáncer en pequeñas celulas aún más agresivas.
¿Se van a realizar operativos del calado del que se lleva a cabo en Sinaloa? Porque la seguridad no sólo se ha desbordado en esa entidad, ahí están Guanajuato, Zacatecas y el Estado de México, por mencionar unos cuantos, ¿se convertirá Harfuch en el secretario nómada que viaja de plaza en plaza tratando con su sola presencia de intimidar a los forajidos? ¿El pueblo “sabio” apoyará esta estrategia itinerante? porque llaman la atención las declaraciones hechas por García Harfuch en Culiacán señalando que “la ciudadanía es aliada de la autoridad” (si no es así entonces de quién) y de paso exigiendole a los medios su obligación de poner esto en claro.
Es el momento de Sheinbaum, si la estrategia resulta exitosa ya habrá encontrado una forma de reunificar a los mexicanos de todos los credos, más allá toda la retórica cotidiana.
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