El perfeccionismo es una trampa en la que muchos caemos sin darnos cuenta. Creemos que para que algo sea realmente valioso debe ser impecable, sin margen de error ni posibilidad de mejora. Pero la realidad es que perseguir el 100% todo el tiempo no solo es agotador, sino también ineficiente.
En este contexto, entra en juego la Regla del 70%, una perspectiva que propone que, en muchos casos, “suficientemente bueno” es mejor que perfecto.
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El problema de la perfección: mucho esfuerzo, poca recompensa
Intentar alcanzar el 100% constantemente implica un enorme gasto de tiempo, energía y recursos. Puede sonar admirable, pero en la práctica, muchas veces el esfuerzo adicional no se traduce en una mejora significativa.
Piénsalo de esta manera:
- Llegar al 70% de calidad en un proyecto puede requerir un esfuerzo del 70%.
- Alcanzar el 90% podría demandar un esfuerzo del 150%.
- Llegar al 100% puede ser casi inalcanzable y requerir un esfuerzo desproporcionado.
Este principio se ve reflejado en muchas áreas de la vida. En el desarrollo de productos, en la toma de decisiones y hasta en la vida personal, perseguir la perfección puede generar estrés, ansiedad, retrasos innecesarios e incluso frenar el progreso.
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¿Por qué el 7 es el nuevo 10?
La Regla del 70% nos recuerda que la mayor parte del valor de un trabajo se obtiene antes de llegar a la perfección absoluta. En muchos casos, un 7 sobre 10 es más que suficiente para que algo funcione bien y cumpla su propósito.
Ejemplos de la Regla del 70% en acción
- Negocios y emprendimiento: Empresas como Google, Microsoft, OpenAI, PlayStation o Tesla lanzan productos con margen de mejora en futuras versiones. Prefieren tener algo funcional y en constante evolución en lugar de esperar a la “perfección”. En startups, aplicar esta regla permite probar ideas rápidamente, ajustarlas según el mercado y optimizar recursos.
- Trabajo y productividad: En un mundo laboral acelerado, esperar a que un proyecto esté 100% pulido antes de entregarlo puede hacer que pierdas oportunidades. Un documento con 70% de calidad, revisado y mejorado con retroalimentación, puede ser más útil que un informe “perfecto” entregado tarde.
- Creatividad y aprendizaje: Muchos artistas, escritores y músicos nunca comparten su trabajo porque “no está listo”. La realidad es que ningún trabajo creativo está 100% terminado, pero si se llega a un nivel suficientemente bueno, ya se puede publicar. En el aprendizaje de nuevas habilidades, esperar a la perfección antes de aplicar lo aprendido solo retrasa el progreso.
Cómo aplicar la Regla del 70% en tu vida
Si el perfeccionismo te frena, aquí hay algunas formas de integrar esta mentalidad en tu día a día:
Define qué es “suficientemente bueno”. Antes de comenzar una tarea, establece un estándar razonable de calidad. No todo necesita ser excelente; a veces, eficiente es mejor.
Acepta la mejora continua. Piensa en tu trabajo como versiones iterativas en lugar de un producto final inamovible.
Usa la Ley de Pareto (80/20). El 80% de los resultados provienen del 20% del esfuerzo. Prioriza las tareas que generen el mayor impacto.
Libérate del miedo al error. Muchas veces, la perfección es una excusa para postergar decisiones o evitar críticas. Atrévete a entregar tu trabajo y ajustarlo en el camino.
Adoptar la Regla del 70% no significa conformarse con la mediocridad, sino ser más estratégico con el esfuerzo. En un mundo donde el tiempo y la energía son recursos limitados, es mejor avanzar con algo suficientemente bueno que quedarse atascado en la búsqueda de lo inalcanzable.
Así que la próxima vez que sientas la presión de alcanzar el 10 perfecto, recuerda: un 7 es suficiente para moverte hacia adelante.
Artículo escrito por Mario A. Esparza
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