El riesgo de guardar el dinero debajo del colchón
En nuestro país, tan solo el 2% de las personas adultas ahorra a través de productos de inversión y 4 de cada 10 personas no tienen ninguna clase de rendimiento por sus ahorros.
Es una realidad que el uso de billeteras y servicios financieros digitales ha ido en aumento en los últimos años, sin embargo, 8 de cada 10 mexicanos siguen utilizando el efectivo como su principal método de pago, de acuerdo con los “Resultados de estudios cuantitativos y cualitativos sobre efectivo 2022”, publicado por Banxico.
Por otro lado, de acuerdo con la ENIF, el 54% de las personas adultas en México mantienen sus ahorros en sistemas informales, entre ellas el famoso “debajo del colchón”. Este fenómeno se puede explicar desde muchas perspectivas. Pero son dos los motivos principales por los que una persona prefiere ahorrar en casa. Por un lado, los costos asociados al mantenimiento, transacciones, plásticos y trámites intrínsecos de una institución financiera tradicional; y por otro, los bajos rendimientos que las cuentas de ahorro ofrecen.
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En nuestro país, tan solo el 2% de las personas adultas ahorra a través de productos de inversión y 4 de cada 10 personas no tienen ninguna clase de rendimiento por sus ahorros. El ahorro es una herramienta financiera clave, en especial en momentos como ahora, con la cuesta de enero y la continua alza de precios debido a la inflación, la cual en diciembre del año pasado, superó las expectativas y se ubicó por encima del 4.34% anual estimado, hilando tres quincenas al alza, de acuerdo con cifras del INEGI.
Ante este escenario, muchas empresas financieras han aumentado sus rendimientos en cuentas a la vista hasta en un 15% para los usuarios mexicanos. Por lo que resulta una gran opción para no tener el dinero en el colchón y que genere rendimientos por arriba de la inflación nacional. Esta oportunidad se explica por el interés de la nueva banca digital por crecer en México y lograr traer los servicios financieros de América Latina al siglo XXI y hacer que las finanzas sean fáciles para todas las personas. Por lo que puede resultar una gran oportunidad para los inversionistas mexicanos que se quieran sumar y apostar por la nueva banca.
Además, utilizar sistemas de ahorro informales, como dejar el dinero “debajo del colchón”, tiene un costo altísimo: representa un riesgo latente en términos de seguridad, impide crear un historial crediticio para tener acceso a financiación formal en el futuro y no permite a las personas combatir la inflación a través de inversiones que les permita obtener rendimientos.
Asimismo, la banca digital no solo fomenta la inclusión financiera, sino que también brinda la misma seguridad que un banco tradicional, así como el Cash-in, en donde el usuario puede acercarse a varios autoservicios como Soriana para Ualá y puede depositar efectivo a voluntad.
En los últimos meses, hemos visto con alegría cómo la competencia ha sumado también sus propuestas hacia el mismo camino. Con esto, ganan los usuarios al poder elegir entre productos con rendimientos muy superiores a los que se ofrecían anteriormente a través de cuentas de ahorro. Lo aplaudimos porque sabemos que la competencia nos eleva y dinamiza el mercado.