La participación de la iniciativa privada en el mercado eléctrico
En un contexto global donde la transición hacia energías limpias y sostenibles es una prioridad, el mercado eléctrico de México enfrenta un momento crucial. La […]
En un contexto global donde la transición hacia energías limpias y sostenibles es una prioridad, el mercado eléctrico de México enfrenta un momento crucial. La reciente declaración de la presidenta sobre la búsqueda de la participación de la iniciativa privada, a pesar de las limitantes propuestas, revela una ambivalencia que merece un análisis profundo.
Por un lado, es innegable que la iniciativa privada ha jugado un papel esencial en el desarrollo del sector energético. Las inversiones privadas han permitido la modernización de infraestructura, la diversificación de fuentes de energía y el impulso a proyectos de energías renovables. En un país con un potencial solar y eólico inigualable, restringir la participación privada podría significar una pérdida de oportunidades para el desarrollo sostenible y la estabilidad del sistema eléctrico.
Sin embargo, las limitantes propuestas por la administración actual parecen buscar un equilibrio entre la soberanía energética y la inversión privada. Es comprensible que el gobierno desee proteger a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y asegurar que el acceso a la energía siga siendo un bien público. No obstante, esta estrategia debe ser cautelosa; establecer restricciones demasiado rígidas podría ahuyentar a los inversores y frenar la innovación que el sector tanto necesita.
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Es imperativo que se establezca un marco regulatorio que incentive la inversión privada sin comprometer los intereses nacionales. Las colaboraciones público-privadas tienen el potencial de construir un sistema energético más eficiente y resiliente. La claridad y transparencia en las políticas gubernamentales serán esenciales para atraer a los inversionistas y fomentar la competencia, lo que, en última instancia, beneficiará a los consumidores al ofrecer mejores precios y servicios.
El AICM, una pequeña ciudad
2 pistas de aterrizaje, 32 calles de rodaje, 14 plataformas, una plataforma de carga, 104 núcleos sanitarios, 80 elevadores, 45 escaleras eléctricas, 25 bandas peatonales, más de 2,700 cámaras de seguridad y más de 44 mil empleados en 769 hectáreas. Eso es el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), una pequeña ciudad, a decir de su director general, el Contraalmirante José Ramón Rivera Parga, quien estuvo en el “Diálogo con Ingenieros” en el Colegio de Ingenieros Civiles de México.
Con 44 destinos nacionales y 50 internacionales operados por cinco aerolíneas de pasajeros nacionales y 21 internacionales, sólo en 2023 transportó a 48.4 millones de pasajeros, y en este 2024 se estima sean más de 45 millones, una baja atribuida a la reducción de operaciones a 43 por hora, luego de que llegaron a tener hasta 60 oficialmente, e incluso más, hasta que se puso orden en los horarios, slots y vuelos. Aún así, sigue siendo el aeropuerto con más operaciones de México, distribuyendo el 60 % de sus operaciones en la Terminal 2 y 40 % en la 1.
A partir de que la Secretaría de Marina se hizo cargo de la administración del AICM en 2022, a la fecha se han invertido más de 4 mil 269 millones de pesos en su infraestructura para tenerlo operativo, desde el mantenimiento, nivelación y rehabilitación de sus pistas y calles de rodaje, incluido el cambio de iluminación; la rehabilitación de circuitos del área operacional, así como del drenaje y su desazolve; reforzamiento estructural de la terminal; renovación de equipos contra incendios, seguridad y de limpieza; ampliación de filtros; cambio de elevadores y escaleras eléctricas; la remodelación de baños, entre otros.
Un tema que recientemente ha causado polémica es la remodelación de la terminal área, criticando algunos la premura con que se emitió. Rivera Parga aclaró que el concurso es exclusivamente para la conceptualización arquitectónica del AICM, cuyo resultado se tendrá el 26 de noviembre, luego de que se evalúen las 193 propuestas inscritas. Una vez determinado el ganador, se harán las licitaciones respectivas de las obras que se realizarán en 2025 y concluirse a mediados de 2026, coincidiendo con el Mundial del Fútbol.