Por: Dr. Francisco Suárez Hernández. Director de Asuntos Públicos y Relaciones Estratégicas FEMSA y Asuntos Corporativos Negocios Estratégicos y División Salud. Ex Presidente del Consejo del World Environment Center.
Correo electrónico: francisco.suarezh@gmail.com
Tenemos algunos datos cruzados muy reveladores para iniciar la columna semanal, donde la mitad del producto interno bruto del mundo depende moderada o altamente de la naturaleza, según un informe del Foro Económico Mundial “WEF” de 2020.
Por otro lado, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha confirmado que 2023 fue el año más caluroso registrado por un rango muy claro y ha advertido que se rompieron récords climáticos en cuanto al calor de los océanos, incremento del nivel del mar, gran pérdida de hielo marino en la Antártida y el retroceso de los glaciares.
Impactos económicos
A menudo hablamos del impacto de la actividad humana y el Cambio Climático, en términos de incremento de temperatura global, sequías, impactos negativos en los océanos, los bosques y los suministros de agua dulce; pero a manera que apenas estamos comenzando a medir, el cambio y fenómenos climáticos extremos, tiene una serie de impactos económicos significativos, entre los cuales se incluyen:
La intención de la columna de la presente semana es simplemente dejar un llamado a emprender acciones sostenibles en cada sector y seguramente en este listado de ejemplos que mencioné tendrás en lo individual, como compañía, sector público o privado alguna afectación ya en proceso o en un futuro no muy lejano, donde mi reflexión y pregunta es:
¿Cómo queremos pagar la factura del cambio climático?
Mi invitación es crear un plan sostenible en cada trinchera que participes para que tengamos un plan proactivo sostenible y que ya NO sea reactivo, para:
¡¡¡Emprender acciones sostenibles!!!