La industria financiera en los últimos años ha experimentado una transformación sin precedentes, impulsada por la convergencia de la tecnología y los servicios de asesoría financiera. Este modelo híbrido, que consiste en combinar la experiencia del asesor financiero con las capacidades de las herramientas digitales, está transformando la manera en que las personas manejan sus finanzas, al tiempo que democratiza el acceso a asesoramiento financiero de alta calidad.
El modelo híbrido combina lo mejor de la tecnología y la asesoría financiera para brindar una experiencia más eficiente y efectiva tanto a los clientes como a sus negocios. Gracias a algoritmos avanzados y modelos de inversión, es posible automatizar estrategias, monitorear portafolios de manera precisa y minimizar errores operativos. Sin embargo, el rol del asesor financiero sigue siendo fundamental, ya que permite identificar necesidades específicas y personalizar una planificación financiera integral que se adapte a las metas únicas de cada inversionista.
Plataformas digitales y herramientas que van desde aplicaciones de inversión hasta sistemas de inteligencia artificial (IA) para predicción financiera, permiten brindar asesoría personalizada en tiempo real, sin importar la ubicación de los inversionistas. En México, el uso de plataformas de inversión que combinan IA con la supervisión de asesores humanos ha crecido notablemente, ayudando a los inversionistas a tomar decisiones más informadas y en menor tiempo. Estas soluciones son cada vez más populares, especialmente entre las generaciones jóvenes de inversionistas.
El modelo híbrido permite a los asesores aprovechar la tecnología para optimizar su práctica. Por ejemplo, utilizar herramientas digitales para analizar datos y tendencias del mercado, ayuda a ofrecer recomendaciones más informadas y personalizadas. Además, las plataformas de fintech ofrecen acceso a datos en tiempo real que enriquecen la toma de decisiones del asesor, haciendo que el proceso sea más ágil y preciso.
Aunque la tecnología ha hecho que muchos servicios sean más accesibles, la persona del asesor financiero sigue siendo crucial en el modelo híbrido. La asesoría financiera personalizada, especialmente en áreas complejas como la planificación patrimonial, el manejo de riesgos o la optimización fiscal, requiere de una comprensión más profunda de las circunstancias individuales de cada cliente, lo que herramientas tecnológicas como la IA, por más avanzadas que sean, no pueden replicar en su totalidad.
Ante esto el Wealth Management o gestión patrimonial cobra mayor relevancia como servicio y señala el futuro de la asesoría financiera. Ya no se limita a personas con grandes capitales, sino que está al alcance de cualquiera que quiere planificar adecuadamente sus finanzas, tanto en el presente como a largo plazo. El uso de herramientas tecnológicas permite ofrecer a los clientes un enfoque más integral y robusto, brindándoles soluciones 360° adaptadas a sus necesidades y metas.
Es interesante lo que plantea el estudio On the cusp of change: North American wealth management in 2030, de McKinsey, en el que destaca que los humanos y las herramientas digitales serán protagonistas en los cambios de la industria de la gestión patrimonial. Se estima que, para el año 2030, al menos 80% de los asesores ofrecerá guía basada en objetivos y, la mitad de los clientes, rastreará de manera activa los que se vayan planteando. El acceso continuo y la hiperpersonalización automática podrían cambiar las condiciones del éxito. La consultora ejemplifica, que los nuevos clientes de gestión patrimonial querrán acceder a asesoramiento en un modelo estilo Netflix, es decir, basado en datos, hiperpersonalizado, contínuo, mediante suscripción.
A medida que la tecnología avanza y las herramientas se vuelven más sofisticadas, la relación entre los asesores humanos y las plataformas digitales continuará evolucionando. Es un hecho que el modelo híbrido entre la tecnología y la asesoría financiera está revolucionando la industria, sin embargo también está democratizando el acceso a servicios financieros de alta calidad.
Una sinergia que no solo mejorará la eficiencia y personalización de los servicios, sino que también abrirá nuevas oportunidades para una gestión financiera más accesible y efectiva.
Artículo escrito por Eduardo Yglesias,
VP Director de Asesores Afiliados