Dudas no quedan de que la pandemia del coronavirus trajo innumerables problemas en los últimos meses a toda la población en el país, sin distinción de Estados. De hecho, según datos estadísticos que fueron publicados por parte de la Organización Internacional del Trabajo, se estima que en el país puede llegar para finales del 2020 una tasa de desempleo estimada en casi un 12%, si se tiene en cuenta a las personas económicamente activas.
Un aproximado de 1 millón de puestos de trabajo se perdieron por la pandemia desde el mes de marzo de 2020 y eso sin dudas complicó a miles de familias, que si bien en muchos casos recibieron ayudas por parte de entidades privadas o del Gobierno, no pudieron en todos los caso afrontar adecuadamente el pago de cada una de sus obligaciones. Sin ir más lejos, semanas atrás salieron a la luz datos de una encuesta que se hizo a personas que tenían una edad de entre 18 y 54 años, y en ella, se pudo ver que el 82% indicó que tienen severos inconvenientes para pagar servicios que son considerados básicos tales como gas, agua, conexión a internet, entre otros.
Por otro lado, si bien el Banco de México estima que la morosidad se va a mantener en estándares normales, eso es algo que también preocupa a muchos bancos en la actualidad, porque de la encuesta que antes mencionamos, también respondieron los consultados que tienen complicaciones para cumplir con los pagos correspondientes a créditos personales solicitados, tarjetas de crédito, entre otros pasivos. No obstante eso, especialistas indican que la morosidad en el país es estable, y más aún cuando en estos momentos la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) se encuentra de manera diaria emitiendo regulaciones de tipo contables para regular tal cuestión.
Cada vez son más frecuentes las solicitudes de clientes de un producto financiero para poder estar al corriente con sus demás créditos, por ejemplo, aunque claro, eso no es sostenible en el largo plazo, en la medida de que no comience la economía a mejorar, algo que recién se espera para el 2021, con tasas de crecimiento estimadas en un 4,6% aproximadamente.
Que estas cuestiones estén sucediendo, es decir, la imposibilidad de muchos hogares de no poder pagar los servicios o créditos que tienen vigentes, es principalmente porque con claridad se puede ver que un porcentaje inclusive superior al 65% del total de los hogares en México, tuvieron caídas de ingresos, provocadas ellas sobre todas las cosas por despidos. Ante tantas cifras negativas, hay una de ellas que comienza a asomar como positiva, es que a partir de las nuevas flexibilizaciones y disminución de casos de coronavirus, muchos sectores pudieron comenzar a recuperarse, razón por la cual se crearon unos 250.000 nuevos empleos formales en todo el país. La esperanza es que nuevos puestos de trabajo puedan comenzar a hacer efectos en el plazo más corto posible sobre la pobreza, toda vez que se estima que aumentó del 38.5% hasta el 44.5% en los últimos meses.