Lic. Lorena Jiménez Salcedo | Presidenta de la Comisión de Bienestar Social Coparmex
Nuevamente llega marzo y con él, la oportunidad de impulsar en todo el mundo, una serie de acciones encaminadas a fortalecer los derechos de las mujeres, la igualdad, el respeto y el grito desesperado de erradicar la violencia sistemática que sufrimos diariamente en todos los sectores y rincones del mundo.
Dentro de todas las exigencias que se realizan este mes, y que se pretende tengan eco en todo el año, está la incorporación de más mujeres en todos los ámbitos, como el económico, político, laboral y educativo, pues está comprobado que esto beneficia considerablemente el desarrollo social.
El Instituto Mexicano para la Competitividad, IMCO, ha señalado que si queremos que nuestra economía crezca a mediano y largo plazo se deben incorporar más mujeres, pues se estima que para el año 2030 el PIB podría ser 15% mayor que el de 2020 si el gobierno y el sector privado hacen lo necesario para sumar a 8.2 millones de mujeres a la dinámica económica.
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En el caso concreto del sector empresarial la importancia de la mujer es evidente, pues se estima que la productividad se eleva entre un 5 y un 20% cuando las empresas tienen a mujeres en puestos directivos, de acuerdo a un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El mismo organismo señala que la inclusión de las mujeres en las empresas se traduce en mejoras en materia de creatividad, innovación y apertura, pues aportan una diversidad de habilidades, experiencias y perspectivas que son esenciales para el éxito empresarial.
Las dinámicas dentro de las empresas han mejorado y cambiado muy rápido en los últimos años; sin embargo, aún hace falta reducir esas brechas entre hombres y mujeres para que podamos construir un ambiente laboral y de negocios más inclusivo y justo.
Aún son latentes muchas desigualdades, como el hecho de que en el mundo las mujeres ganan en promedio un 22% menos que los hombres, o que el porcentaje de mujeres que ostentan cargos directivos en las empresas no supera el 30%.
En la actualidad es obligatorio que las empresas se adapten a los cambios que exige nuestra sociedad y aprovechen las nuevas oportunidades bajo una perspectiva de género más incluyente.
Las mujeres tenemos una visión única del mundo que debe servir para ofrecer propuestas y soluciones innovadoras en favor de nuestras comunidades empresariales o poblacionales.
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Es así que, la diversidad de género dentro de la empresa debe ser una constante que permita una toma de decisiones más completa y efectiva.
Debemos identificar liderazgos femeninos que nos ayuden a consolidar la inclusión de las mujeres dentro de las empresas, pues se ha demostrado que somos altamente efectivas y capaces de generar resultados excepcionales.
Por ello, reitero que la participación de las mujeres en todos los ámbitos es fundamental y necesaria para lograr un desarrollo equitativo y sostenible que coadyuve en la cohesión social y la empresa puede ser un vehículo muy eficaz para lograrlo, pero se necesita voluntad de las y los empresarios para que esto avance, para así tener espacios empresariales más equitativos y que integren como norma y no como excepción, el talento de las mujeres.
Si es así, todos y todas saldremos ganando.
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