Apple anunció un acuerdo multimillonario con el fabricante de chips estadounidense Broadcom para usar chips fabricados en los Estados Unidos, como parte de su plan 2021 para invertir $430 mil millones de dólares en la economía estadounidense durante cinco años.
Como parte del acuerdo de varios años, Broadcom colaborará con Apple para desarrollar componentes de conectividad inalámbrica y radiofrecuencia 5G. Según Apple, la tecnología se diseñará y construirá en instalaciones de todo el país, incluso en Fort Collins, Colorado, donde Broadcom tiene una instalación importante.
“Apple ya ayuda a respaldar más de 1100 puestos de trabajo en las instalaciones de fabricación de filtros FBAR de Fort Collins de Broadcom, y la asociación permitirá a Broadcom continuar invirtiendo en proyectos críticos de automatización y mejorando las habilidades de técnicos e ingenieros”, dijo Apple en un comunicado.
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Apple: No más acuerdos en China y Taiwán
El anuncio se produce cuando EE. UU. continúa dirigiendo su atención hacia la producción nacional de semiconductores en un esfuerzo por reducir la dependencia de las empresas estadounidenses de los fabricantes de chips extranjeros.
Y es que como bien se sabe, la gran mayoría de los semiconductores avanzados se fabrican en China y Taiwán, lo que muchos funcionarios estadounidenses consideran un problema de seguridad nacional.
“Todos los productos de Apple dependen de tecnología diseñada y construida aquí en los Estados Unidos, y continuaremos profundizando nuestras inversiones en la economía estadounidense porque tenemos una creencia inquebrantable en el futuro de Estados Unidos”, dijo el CEO de Apple, Tim Cook, en un comunicado.
Pero Estados Unidos no es el único país que busca reducir su dependencia de los fabricantes de chips asiáticos. Los estados miembros de la Unión Europea acordaron su propia Ley de chips de 43.000 millones de euros (46.000 millones de dólares) para impulsar la producción de semiconductores en el bloque, mientras que el Reino Unido también presentó su estrategia de semiconductores de 1.000 millones de libras esterlinas (1.200 millones de dólares) en los últimos días
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