Arranca la carrera en el Frente

Pasados los festejos, inicia una intensa semana para los cuatro sobrevivientes del Frente Amplio por México quienes desde el jueves pasado tuvieron oportunidad de presentar su visión de país en un foro ya en forma.

Durante su primer encuentro Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes, Santiago Creel y Enrique de la Madrid, esbozaron sus principales preocupaciones acerca de lo que ocurre en nuestro país, cuáles son nuestros principales problemas, cuáles son los contrapesos políticos que necesitamos para equilibrar una nación dividida, así como la necesidad de establecer una hoja de ruta hacia la reconciliación nacional, posiciones que habrán de refrendar en los próximos días en los que se habrá de definir a través de una encuesta, que inició el viernes y terminará el próximo miércoles, quienes serán los tres aspirantes que pasen a la siguiente etapa.

A partir del jueves los postulantes que permanezcan en la contienda tendrán la oportunidad de convencer a los posibles electores de que son la mejor opción para enfrentar a la “corcholata” seleccionada por Morena, a través de cinco foros regionales a celebrarse en Monterrey, León, Guadalajara, Mérida y no está claro aún si Durango o Tijuana. En el periodo que va del 27 al 30 de agosto se realizará una nueva encuesta para que el 3 de septiembre se efectúen una suerte de primarias en donde se definirá al líder del Frente (en los hechos su candidato presidencial). Todos aquellos que se inscribieron en la plataforma podrán participar en la suma final; está votación contará el 50% del total.

El foro del jueves decantó ya cuáles serán los temas que habrán de permear los cinco siguientes, de los que se desconoce el formato. Hay coincidencia en la necesidad de cambiar a un gobierno que se ha caracterizado por su autoritarismo, y por su clara política de dividir a los mexicanos, por su ineficacia tras la puesta en práctica de políticas públicas ineficientes, imputables únicamente a la falta de capacidad de los responsables en la actual administración. Igualmente, convergen en la visión de que se ha aplicado una política en materia de seguridad equivocada que sólo ha conseguido incrementar el número de delincuentes. Paralelamente condenan que se pretenda utilizar a la Secretaría de Educación Pública como un eje para adoctrinar a los pequeños utilizando como ariete a los libros de texto gratuitos.

Queda pendiente el papel que habrá de tener en la contienda el PRD, que decidió hacer una pausa luego de que sus representantes, Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera, fueran eliminados al no cumplir con el porcentaje de firmas requerido en 17 entidades, de acuerdo al comité organizador. De cualquier modo, su líder nacional, Jesús Zambrano, aseguró que el partido sigue en el Frente, aunque dejó en claro que las “exclusiones” no ayudan en nada al movimiento. Habrá que seguir de cerca qué tanto dolió el golpe.

Descalificaciones políticas y violencia de género

El viernes pasado, el diario Milenio publicó como noticia principal de su primera plana, la noticia de que Claudia Sheinbaum recibe seis veces más ataques machistas que Xóchitl Gálvez, basado en que, de acuerdo a búsquedas en Google, la hidalguense aparece 43 mil 180 veces ligada a términos despectivos como “títere”, “marioneta” y “muñeca de ventrílocuo”, mientras que en el caso de la ex jefa de Gobierno, se encuentra en 246 mil 351 ocasiones (incluida con la referencia “regenta”).

No sólo eso, el reportaje refiere ejemplos de declaraciones de integrantes del Frente -mujeres y hombres-, hablando despectivamente de Sheinbaum, varios de los cuales han defendido a Xóchitl Gálvez frente a los ataques del presidente López Obrador, lo cual es una incongruencia, pero valgan algunas reflexiones:

En una cuestión meramente cuantitativa, si bien el número de referencias negativas es mayor contra Sheinbaum que contra Xóchitl, también lo es que la primera lleva por lo menos cinco años expuesta a estos ataques como jefa de Gobierno de la Ciudad de México y aspirante presidencial, mientras que la senadora no tiene ni tres meses de figurar como precandidata por la Presidencia, periodo del que han de corresponder la mayoría de las denostaciones encontradas en Google, de las cuales seguramente un alto porcentaje provienen de un solo individuo: el presidente de la República.

Es reprobable que en el debate político se recurra a las descalificaciones en lugar de los cuestionamientos y respuestas bien argumentadas, y eso aplica independientemente de si se trata de hombres o mujeres. Sin embargo, por peso y relevancia, es preocupante cuando estos vienen del primer mandatario de la nación -contra muchos actores y sectores de la sociedad-, aunque los diga acompañados de un hipócrita “con todo respeto” e, incluso en el colmo, diga que él también es objeto de violencia de género.

Porque, para empezar, no todos los ataques o cuestionamientos contra una mujer dedicada a la política o que ocupa un cargo público, son violencia de género. Cuando se denunció la tesis plagiada de la ministra Yasmín Esquivel, ella argumentó violencia de género, siendo que lo que se cuestiona a la fecha es el plagio, no que sea mujer impartidora de justicia.

Como lo indica el concepto, la violencia de género se ejerce contra alguien en razón de su género, preferencia sexual, identidad de género; de ahí que las principales víctimas sean mujeres e integrantes de la comunidad LGBTTI+, aunque también lo pueden ser hombres. En el caso del presidente, los ataques a su persona no son por pertenecer al género masculino, sino por su desempeño en el cargo y, en casos como su idea de violencia de género, por su ignorancia.