Un nuevo impuesto que genera controversia
Recientemente, el Congreso de México aprobó un nuevo impuesto de 42 dólares por pasajero para todos los cruceros que hagan escala en el país. Esta medida ha causado gran revuelo en la industria turística, generando opiniones divididas entre empresarios y asociaciones del sector. A primera vista, parece un paso hacia la regulación de un sector que ha crecido exponencialmente en los últimos años, pero ¿realmente es la solución adecuada?
Las voces a favor del impuesto
El empresario hotelero Pablo Azcárraga, en una conversación con Forbes México, afirmó que el impuesto es justo. Según él, era necesario que las empresas de cruceros contribuyan de alguna manera al país al que llevan a sus viajeros. Además, Azcárraga destaca la importancia de que los recursos recaudados se destinen a la promoción de México como destino turístico, algo fundamental para mantener la afluencia de visitantes a los puertos.
Las preocupaciones del sector cruceros
En contraste, Michele Paige, directora general de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA), se opuso firmemente a este nuevo cobro. Según ella, el impuesto encarece significativamente el turismo en México, haciendo que los cruceros que llegan a destinos como Cozumel se tornen menos competitivos frente a otros puertos del Caribe. Paige estima que, con el nuevo impuesto, el turismo de cruceros en México podría costar un 213% más que en el promedio de otros puertos caribeños, lo que sería un factor decisivo para muchos turistas.
El impacto económico del turismo de cruceros
La industria de cruceros tiene un impacto económico considerable en México. Cada año, más de 10 millones de visitantes llegan a través de cruceros, y con el cobro del nuevo impuesto se podrían recaudar hasta 420 millones de dólares, equivalentes a 8 mil 400 millones de pesos. Este flujo de dinero es vital, ya que representa también una fuente de empleo y desarrollo para las comunidades costeras que dependen del turismo.
Expectativas y futuro del turismo de cruceros en México
Las proyecciones indican que la implementación de este impuesto podría llevar a una disminución en la demanda de itinerarios que incluyan puertos mexicanos. Esto no solo afectaría al turismo de cruceros en el corto plazo, sino que también podría dejar secuelas a largo plazo en la economía local. Los empresarios del sector están a la espera de más claridad sobre cómo se gestionarán estos cambios y qué acciones tomará el gobierno para mitigar el impacto económico.
Un llamado al diálogo
La falta de comunicación entre el gobierno y la industria de cruceros ha sido señalada como una de las principales causas de incertidumbre respecto a esta medida. Empresarios de la industria solicitan un espacio para discutir y encontrar soluciones que beneficien a ambas partes. Aunque la recaudación y regulación son necesarias, también lo son la promoción y la colaboración con el sector privado para mantener el atractivo de México como un destino turístico de calidad.