El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, anticipó que Estados Unidos entró en su primer periodo de desinflación. Sin embargo, ese fenómeno no es nuevo, ya que desde junio de 2022 comenzó a presentarse por lo que se espera que este año haya una disminución en el precio de algunos insumos.
Entre los más importantes se encuentran los productos de la canasta básica e incluso, la cantidad de dinero que cobran por interés en las compras de autos o viviendas.
En el caso México se podría esperar un descenso en la tasa de inflación, aunque Humberto Calzada Díaz, economista en jefe de Rankia Latinoamérica, anticipa que esto no ocurrirá de forma inmediata.
“Podemos decir que la desinflación es un fenómeno que se sigue procesando, a pesar de ello tenemos que recordar que la política monetaria de Estados Unidos sigue con un tono restrictivo. Esto hará que en el corto plazo continúe el aumento en sus tasas de interés”.
El aumento en los porcentajes que marca la Fed tiene como objetivo que la economía estadounidense llegue a un nivel de tasa inflacionaria del 2.0 por ciento. Aunque la realidad es que esto podría suceder hasta 2024.
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¿Qué beneficios tiene la desinflación a mi bolsillo?
La desinflación se define como una etapa en la economía que viven los países y se caracteriza porque el precio de los productos comienza a bajar, sin llegar a una tasa del 0 por ciento. En el caso de ser una inflación negativa se conoce como deflación.
Dentro de los beneficios para el bolsillo que trae consigo este fenómeno destacan las siguientes:
- Las familias logran tener un mayor poder adquisitivo.
- La economía se vuelve más competitiva y dinámica.
- Las exportaciones son más atractivas para otros países.
Buenas noticias, pero no en el corto plazo
En su última reunión, el Banco Central de Estados Unidos anunció que volvería a incrementar la tasa de interés 25 puntos base, en momentos en que su inflación se ubica en 5 por ciento, de acuerdo con el Departamento de Comercio.
Por su parte, el Banco de México aún no ha reflejado ese anuncio. Sin embargo, durante diciembre del año pasado, la Junta de Gobierno vaticinó un alza que podría hacer que llegue al 11.5 por ciento.
“El hecho que inicie un periodo así es benéfico para las economías porque puede ser un argumento que podría moderar las políticas económicas restrictivas. Eso haría que bajaran las tasas para que impulse el crecimiento en los bolsillos de las personas, pero no a corto plazo”, explica Humberto Calzada.
El anuncio de Powell da esperanzas para la economía estadounidense en el largo plazo, pero en la actualidad las consecuencias de la estrategia que lleva a cabo la Reserva Federal sigue afectando a México.
Aunado a que Estados Unidos aún lucha con el desequilibrio que experimenta su mercado laboral, debido a que las empresas, sobre todo las tecnológicas han anunciado recortes masivos de personal ante una posible recesión.
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