Mujeres ocupan más del 60% de los empleos textiles en empresas exportadoras
Las estadísticas de empleo muestran que cuando se avanza hacia segmentos de mayor valor agregado, las mujeres son desplazadas por hombres.
Un nuevo estudio dado a conocer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), evidenció que, a nivel mundial, entre el 60 y 80 % de los empleos textiles en las principales empresas exportadoras, son ocupados por mujeres.
Destaca también que la horticultura y floricultura registran una alta participación de mujeres en la fuerza laboral; mientras que las industrias tecnológicas como la química y la aeroespacial, se caracterizan por tener una mayor presencia masculina.
Asimismo, el documento refiere que existen marcadas diferencias en el acceso que tienen mujeres y hombres al empleo en determinadas industrias, actividades y ocupaciones. Las mujeres que participan en las Cadenas Globales de Valor (CGV) tienen menos beneficios que los hombres cuando se incorporan a las industrias exportadoras.
Este video te puede interesar
“Las Cadenas Globales de Valor están insertas en estructuras sociales y culturales del orden local y suelen replicar la desigualdad de género presente en las economías. Esto produce que los hombres tengan ventajas para hacer trabajos tecnológicos, racionales y físicos”.
Menor acceso a trabajos de valor
De igual manera destaca que, a medida que los países avanzan en la transformación estructural hacia industrias de mayor valor agregado, ocurre un proceso de desfeminización, es decir, las mujeres son reemplazadas por hombres en sectores de mayor grado tecnológico o capital.
Según la investigación, las diferencias que existen en los roles de género, tanto en los hogares como en el ámbito social y económico; son producto de normas culturales, y limitan las posibilidades de que mujeres y hombres puedan beneficiarse de su participación en las Cadenas Globales de Valor; además de atentar contra la competitividad de los países.
Por otro lado, señala que actualmente, a nivel mundial, las mujeres representan el 39 % de la fuerza laboral; y el comercio contribuye a que la participación femenina se incremente.
“Las mujeres obtienen 4 % más del empleo en las empresas exportadoras que en las no exportadoras, según el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio. No obstante, la figura femenina se concentra en los trabajos de menor valor agregado y de menor requerimientos tecnológicos, como la agricultura, textiles, turismo, servicios domésticos, entre otros”.
Como se mencionó anteriormente, las mujeres se encuentran concentradas en empleos no técnicos y de producción; esto implica que sus oportunidades para ser promovidas se vean limitadas; en cambio, los hombres, dominan el empleo técnico y son ascendidos con mayor frecuencia.
En este sentido, ellas tienen una limitada participación en posiciones de gestión y supervisión. Adicional a ello, tienden a ser la mayor fuerza laboral femenina en los empleos precarios con persistentes salarios bajos.
Desigualdad laboral
El informe de la Cepal refiere que aún en las industrias donde hay un balance entre los géneros, las mujeres representan solamente un 13 % de la gerencia junior; el 10.5 % de la gerencia intermedia, el 8.22 % de la gerencia senior y el 5.1 % del grupo de ejecutivos de primera línea, es decir, la brecha se incrementa en posiciones de alta dirección y liderazgo.
El desafío de lograr la equidad e inclusión en la Alta Dirección
“Las empresas sacan provecho de las brechas de género preexistentes, empleando trabajo femenino para producir bienes de bajo costo y alta flexibilidad para los mercados de exportación. Las estadísticas de empleo de los países más avanzados sugieren que cuando ocurre un proceso de escalamiento funcional, o de desplazamiento hacia segmentos de mayor valor agregado en las Cadenas Globales de Valor, las trabajadoras son desplazadas por hombres”.
De acuerdo con estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la brecha de género en los países industrializados varía entre el 10 % y el 22 %; debido primordialmente que los hombres son favorecidos en las ocupaciones técnicas y de supervisión; por lo que su remuneración tiende a ser más alta que la de las mujeres.
Finalmente, la brecha de género en la formalidad laboral en las Cadenas Globales de Valor muestra que las mujeres carecen de acceso a la seguridad social y otros beneficios laborales. “En ocasiones, esto puede generar hasta un 60 % de ahorro en los costos laborales a los empleadores. Además, debido a que las mujeres suelen participar en empleos temporales, es más probable que sus trabajos sean informales”.