El reciente informe del Índice de Precios al Consumidor, con datos hasta abril, revela una tendencia a la baja en el costo de vida en Colombia, brindando un respiro financiero a los ciudadanos.
Sin embargo, a pesar de esta disminución, los analistas advierten sobre posibles presiones en la inflación en los próximos meses, especialmente debido al incremento en los precios de los alimentos.
Bajada en el costo de vida y presiones persistente
El informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) indica que la variación anual de la inflación en abril fue del 7,16%, lo que representa una reducción significativa en comparación con el mismo período del año anterior, que fue del 12,82%.
Esto marca el decimotercer mes consecutivo de descensos en este indicador, que en un momento superó el 13%.
A pesar de estas buenas noticias, persisten las presiones en sectores como los combustibles y el arriendo, que continúan siendo los principales contribuyentes a los cálculos del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Según la directora del Dane, Piedad Urdinola, los arriendos se ven afectados por la indexación a la inflación del año anterior, que fue alta. Además, el aumento en el precio de la gasolina, impulsado por los ajustes del Gobierno para cubrir el déficit fiscal del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fpec), también ejerce presión sobre la inflación.
El impacto de los alimentos
Un análisis destacado entre los expertos y centros de estudio resalta el impacto creciente y el riesgo que representa el sector alimentario. Laura Katherine Peña, economista de BBVA Research para Colombia, señala un aumento anual del 126 puntos básicos en la inflación de alimentos, pasando del 1,7% al 3,0%.
Este incremento se atribuye a dos factores principales: un efecto estadístico de comparación con el mismo período del año anterior, cuando hubo una disminución significativa en la canasta alimentaria; y un aumento en los precios de los productos perecederos, como frutas frescas, papas y tomates.
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Aunque la inflación sin alimentos ha experimentado un descenso, permitiendo que la inflación total disminuya lentamente, se espera que la inflación de alimentos continúe aumentando durante el segundo trimestre del año.
Variaciones regionales y proyecciones futuras
Según los datos del Dane, las mayores variaciones anuales del IPC se registraron en ciudades como Valledupar, Sincelejo y Riohacha, mientras que las menores variaciones se observaron en Villavicencio, Popayán y Neiva.
A pesar de las diferencias regionales, los expertos prevén que la inflación total cierre el año cerca del 5,4%, con una tendencia a la baja en la inflación sin alimentos.
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