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Criptomonedas y campañas en EEUU

Por: El Consejero 02 septiembre 2024
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Criptomonedas y campañas en EEUU

Sólo este año, las corporaciones de criptomonedas han invertido más de 119 millones de dólares para influir en las elecciones federales, de acuerdo a una […]

Sólo este año, las corporaciones de criptomonedas han invertido más de 119 millones de dólares para influir en las elecciones federales, de acuerdo a una investigación de la ONG, Public Citizen.

Las aportaciones de estos corporativos son principalmente a través de un Super PAC no partidista -conocido como Fairshake PAC-, dedicado a elegir candidatos pro-criptomonedas y en contra de los que son escépticos a ellas.

Para explicar qué es un Super PAC. En Estados Unidos, para recaudar e invertir dinero para influir en elecciones hay dos tipos de Comités de Acción Política (PAC, por sus siglas en inglés), PAC y Super PAC. En los PACs, los ciudadanos pueden donar una cantidad limitada de dinero a candidatos, pero no pueden aceptar dinero de una empresa o un sindicato. En los Super PACs, recauda dinero y lo gastan ilimitadamente, mientras lo hagan “independientemente” de los candidatos. Ahí va el dinero de las corporaciones.

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Es así como las corporaciones de criptomonedas son las empresas que más gastan en política en 2024 en Estados Unidos, ya que 48% de todo el dinero corporativo aportado durante las elecciones de este año -248 millones de dólares y contando-, provino de patrocinadores de criptomonedas, señala Public Citizen. En el caso del Super PAC pro monedas digitales Fairshake PAC, ha recibido aportaciones por 114 millones de dólares.

El empuje político de las criptomonedas se da a pesar, o tal vez gracias a, caídas en los precios de las monedas digitales, bancarrotas, fraudes y el escepticismo entre los organismos internacionales respecto a su uso. Basta recordar que en 2022, abordada sobre el tema, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), fue tajante al opinar que “las criptomonedas no valen nada, no se basan en nada, y no hay ningún activo subyacente que actúe como ancla de seguridad”.

La apuesta electoral de las corporaciones de criptomonedas parece ir precisamente en que los políticos reconozcan y les otorguen valor. No en balde, el candidato a vicepresidente republicano, JD Vance, es un “bitcoiner”.

Nicolás Maduro y las horas de oscuridad

Venezuela amaneció el fin de semana en la más completa oscuridad, primero porque todo parece indicar que, pese a sus trapacerías, Nicolás Maduro se habrá de beneficiar de una elección viciada que le permitirá mantenerse en el poder hasta 2031 y segundo por un apagón que dejó al 80% del país sin luz. Algo que no debía sorprendernos dadas las condiciones de mantenimiento de la infraestructura eléctrica, pero que Maduro pretende capitalizar denunciando sabotaje por parte de la oposición.

Pese a contar con el respaldo de los militares y del Tribunal Supremo de Venezuela que le entregó una victoria muy fácil, sin compartir los datos de la votación que justificaran su fallo, Maduro empieza a sentirse incómodo sin el reconocimiento ya no digamos de la comunidad internacional sino de sus tradicionales aliados, vamos, ya ni siquiera el del presidente de Brasil, Inacio “Lula” Da Silva, quien se ha expresado con desprecio de su par al señalar que tendrá que asumir las consecuencias de su actitud.

Al interior Maduro intenta sofocar una oposición que no va a cejar en su empeño hasta derrocarlo o ser sometida por las fuerzas de seguridad que se encuentran hoy más activas que nunca. El apagón, como diría el clásico, le viene en estos momentos como anillo al dedo al dictador. El viernes pasado Edmundo González Urrutia, el candidato opositor, fue convocado por tercera ocasión por la fiscalía bajo las acusaciones de conspiración, usurpación de funciones e instigación a la desobediencia entre muchos otros, es un secreto a voces que terminará por ser encarcelado.

Hijo de la revolución chavista y de esa nueva izquierda latinoamericana que se caracteriza por la ausencia de crítica, el egocentrismo y la auto erigida autoridad moral, Maduro le apuesta a su ejército bolivariano, esas fuerzas militares que aparentemente hoy apoyan su proyecto pero que cada vez están más convencidas de que el futuro no los habrá de llevar a ninguna parte.

En México, sorprendentemente, el presidente Andrés Manuel López Obrador, no ha reconocido el triunfo de Maduro. Asegura que habrá de esperar a que se presenten unas actas que hasta ahora se encuentran desaparecidas, sin embargo es conocida la cercanía existente entre los dos políticos por lo que difícilmente López Obrador terminará por condenar el asalto de que fueron objeto los venezolanos.

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