Inicio » Los estertores del Poder Judicial

Los estertores del Poder Judicial

por El Consejero

A partir de que el ministro Alberto Pérez Dayán se manifestó desde el principio en contra del proyecto sobre del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá se perdió la última esperanza de detener la reforma judicial, en el remoto caso de que lo hubiera logrado.

El lunes, la presidenta Claudia Sheinbaum advirtió que ya hay un plan ante cualquier escenario que se presentará en el pleno de la Suprema Corte, sin dar detalles de en qué consiste el plan, pero reiterando que lo que pretendía la Corte era sobrepasar sus funciones y legislar sobre lo ya es parte de la Constitución. Se especularon escenarios como que se aceptara la renuncia de los ocho ministros y nombrar unos temporales, hasta el de que se cayera en desacato, sin posibilidad de que hubiera autoridad que hiciera cumplir la destitución de la presidenta y del Congreso. Todo posible, pero nada de eso fue necesario.

La realidad es que el proyecto del ministro González Alcántara pretendiendo que sólo proceda la elección de ministros o, en el caso del INAI y sus propuestas de reducción de presupuesto, son ya estertores. Desde que el 2 de junio arrasó Morena en las elecciones y logró la mayoría calificada, la suerte del Poder Judicial, INE y otros órganos autónomos, quedó echada. Si hubo alguna posibilidad de negociar una solución consensuada o una rendición decorosa, eso fue hace diez meses, antes de que el entonces presidente López Obrador diera a conocer su plan C.

Contra la reforma judicial lo único que queda es la implosión de la misma. De entrada, está la complicación que representa la elección de jueces, magistrados y ministros, para la que el INE ha estimado un presupuesto de 13 mil millones de pesos. Entre un proceso que se prevé caótico y con dados cargados, y la experiencia de quienes resulten electos, el futuro del sistema judicial -de por sí pésimo y sí, corrupto-, no se avizora mejor de lo que conocemos. Desafortunadamente, para entonces el costo habrá sido muy alto no sólo para el Poder Judicial, sino para todo el país.

Corea del Norte en la lucha contra Ucrania

Hay dos cosas que obsesionan al presidente ruso, Vladimir Putin, en materia de política exterior, la existencia de Estados Unidos como potencia mundial y la resistencia de Ucrania a dejarse someter y ambos conflictos se entrecruzan en distintos puntos.

De sobra son conocidos los delirios de Putin por un imperio ido hace décadas y que pretende devolverle a la gran Rusia el lustre perdido. El presidente ruso es de esos caudillos que alimenta del conflicto a sus gobernados para poder mantenerse a flote; es la agresión y la violencia en extremo lo que le da una razón de ser a su liderazgo, sólo así se explica que pueda tener cabida en una sociedad civilizada.

Tras un largo periodo de armonía entre las dos potencias finiquitado entre los presidentes Ronald Reagan y Mijail Gorbachov entonces líder soviético, Putin ha buscado sembrar la discordia y justamente en Ucrania se ubica el epicentro de esta confrontación de la que el mundo tendría que empezar a preocuparse un poco más. Hace unos días el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, aseguró en una entrevista al diario turco Hürriyet que “Estados Unidos y Rusia están al borde de un conflicto militar directo” y culpa a Biden de haber forzado hasta el límite la espiral de enemistad con el país que representa.

La realidad es que el régimen de Putin no se ha quedado atrás, de sobra es conocido como utilizó todos los medios a su alcance para influir en el proceso electoral de 2016 para beneficiar a un Donald Trump que mal pagó el favor endosándole una inédita cantidad de sanciones.

La más reciente provocación salto a la luz está semana cuando se develó un pacto entre el líder del Kremlin y su par de Corea del Norte, Kim Jong-Un, para enviar un contingente de diez mil soldados coreanos a la región de Kursk, que sorpresivamente fue tomada por las fuerzas ucranianas. Los primeros informes señalan que en la región se encuentran ya tres mil efectivos de las fuerzas asiáticas con lo que escala el conflicto y, como señaló Lavrov, aumenta el riesgo de una confrontación directa con Estados Unidos.

Un representante de Washington ante la Organización de las Naciones Unidas, Robert Wood, ya colocó a los soldados de Pyonyang en la mira y aseguró que en este momento los efectivos norcoreanos son entrenados por militares exsoviéticos en operaciones de artillería, infantería y manejo de drones, la mayoría de ellos en la línea de frente en donde tienen pocas posibilidades de sobrevivir. La necesidad de refuerzos no refleja otra cosa que la negativa de los jóvenes rusos a entregar su vida por una causa que consideran estéril.

Las elecciones en Estados Unidos abren una breve pausa en un conflicto que amenaza con subir de tono en las próximas semanas; una papa caliente para la nueva administración quien deberá mantener la calma frente a un Putin con muy pocos escrúpulos. Lo que está en juego es la paz mundial.

Síguenos en Google Noticias para más noticias

También te puede interesar