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A menos de 72 horas para inicio de campañas

por El Consejero
elecciones 2023

Faltando tres días para que oficialmente inicien oficialmente las campañas electorales, los aspirantes velan armas. Llegó la hora de pasar de los qués a los cómos. Es muy fácil poner el dedo en lo que no está funcionando como quisiéramos, lo complicado es plantear soluciones viables en la resolución de los problemas que (no son pocos) atañen a nuestro país.

A manera de recordatorio, se eligen más de 20 mil cargos, entre los que destacan la Presidencia de la República, 500 diputaciones y 128 senadurías. Paralelamente 8 entidades y la capital del país renuevan gobernantes: Chiapas, Ciudad de México, Jalisco, Guanajuato, Puebla, Morelos, Tabasco, Yucatán y Veracruz.

En la arena política habremos de enfrentar el choque entre dos modelos del país, así lo planteó el presidente Andrés Manuel López Obrador desde que asumió el poder quien, en una reedición de la lucha de clases, ha buscado más la confrontación entre mexicanos que el establecimiento de sinergias que generaran ciclos virtuosos para el bien de todos.

Estas fuerzas están representadas por las candidatas a la presidencia, Claudia Sheinbaum, de Morena que va en alianza con el PT y el Verde; Xóchitl Gálvez, de la Coalición Fuerza y Corazón por México, un conglomerado en el que participan PAN, PRI y PRD y, finalmente, Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, quien muy a la distancia presenta un modelo que busca demostrar que existen otras alternativas.

Si nos ceñimos a las encuestas, la última de las cuales publicada por el diario El Universal, a Gálvez le espera un verdadero hándicap con tan sólo 90 días para remontar una desventaja de 23%; si bien no es imposible sí va a ser complicado. En noviembre de 1999, el diario Reforma le daba una ventaja similar a Francisco Labastida sobre Vicente Fox quien terminó ganando la elección por 6 puntos porcentuales. 

Si hay un factor que pudiera ayudar a despegar a la candidata de Fuerza y Corazón son las redes sociales, un público joven que no necesariamente se ha decantado por alguna de las dos fuerzas y que es bastante numeroso. De acuerdo al último reporte del INE en la lista nominal hay registradas poco más de 15 millones de jóvenes entre 18 y 24 años. Todos ellos habrán de votar por primera vez en una elección presidencial y suman el 15% de los electores; si a estos agregamos a millenials y centennials (hasta 39 años), esta cifra se eleva a 48%, la gran mayoría de los cuales se informa a través de estas plataformas.

Del otro lado, Sheinbaum tiene poco de ofrecer más allá que mantener el status quo, la construcción del llamado segundo piso de la Cuarta Transformación cimentado otra vez en los programas clientelares; sería interesante que revelara como los va a seguir financiando luego que su mentor va a dejar las arcas vacías.

La elección en el Congreso reviste una trascendental importancia. Frente al voto diferenciado que busca dividir las decisiones entre las distintas fuerzas políticas, el presidente ha llamado descaradamente a darle al partido oficial las dos terceras partes de las bancas, para poder modificar la Constitución a su gusto y que su hipotética sucesora pueda gobernar libremente en ese estilo tan característico de la Cuarta Transformación.

En fin, a partir de este viernes y durante los próximos tres meses estaremos sometidos a un bombardeo permanente de algo que se anticipa como una guerra de lodo, es indispensable que haya un triunfador con claridad, de lo contrario estaremos sometidos a un conflicto postelectoral que podría extenderse hasta octubre. Claudia Sheinbaum iniciará su marcha en el Zócalo de la Ciudad de México, tratando de enseñar un músculo inflado a todo lo que da; Xóchitl Gálvez cambió de León en Guanajuato a Fresnillo, Zacatecas porque, adelantó, recorrerá los 32 estados pero que privilegiara las entidades donde “la gente viva con miedo”; Álvarez Máynez arrancará en Sonora, aunque aún no ha especificado en que ciudad.

Los pasquines internacionales y el presidente

Desde antes de ser presidente, Andrés Manuel López Obrador jamás ha admitido un error de su parte y siempre se ha victimizado. No podía ser de otra manera ante la violación a ley al exhibir el número telefónico de la reportera del New York Times en su conferencia la mañanera, justificando su dolo o ignorancia con su autoridad moral por encima de la ley, que el número era público, “que cambie su teléfono” y, todavía, lo volvió a mostrar en su conferencia de este lunes. 

Fiel a su persona, se dijo calumniado por el “pasquín inmundo” del New York Times y de pasó se quejó de que Youtube bajara y luego editara el video de la conferencia, señalando que probablemente los ejecutivos de la red social en México tienen nexos con sus adversarios. 

La imprudencia presidencial llevó a que este fin de semana se hicieran públicos en redes sociales los números telefónicos de su hijo José Ramón, de Claudia Sheinbaum, de varios políticos de Morena y de la oposición, así como de Xóchitl Gálvez, quien le dio un giro a la crisis. Mientras la candidata oficial y el hijo del presidente se quejaron de recibir mensajes de odio, Gálvez dio a conocer su número, diciendo que ha recibido muestras de apoyo.

Por su parte, esta semana, otro pasquín -a decir del presidente-, el Wall Street Journal, publicó un reportaje en el que refiere la expansión de las organizaciones criminales, no sólo en el narcotráfico, sino en otros delitos como la extorsión y la asignación de contratos públicos en administraciones municipales, resultado de la política de “abrazos, no balazos” que, según expertos consultados, ha sido interpretado por políticos locales de Morena como un permiso para acomodar a los grupos criminales como una forma de reducir los delitos violentos y las amenazas de muerte. Una “pax narca” que no tiene nada de paz y sí mucho de control político del narco, cuyas organizaciones han incrementado sus disputas violentas.

Aferrado a su imagen de prócer nacionalista que se enfrenta al adversario estadounidense -sea el gobierno o un medio de comunicación-, AMLO ha sido incapaz de ocultar al mundo que su política de seguridad es un fracaso porque hay un trato condescendiente hacia los grupos criminales, que hay antecedentes de que sus campañas recibieron dinero del narcotráfico, por lo que esa condescendencia no se puede interpretar de otra manera mas que como corrupción, donde sus dichos son la nota de color, demagogia pura, indefendibles en su despotismo y su desprecio a la ley.

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