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¿Algún día habrá panel energético?

by El Consejero
EU extiende consultas del T-MEC sobre política energética de México

Con las reservas, circula la noticia de que el gobierno estadounidense ha solicitado a empresas energéticas de aquel país que preparen declaraciones juradas que documenten las dificultades a las inversiones por las políticas en materia de energía del gobierno de México. Esto sería señal de que, ahora sí, la Oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos, Khaterine Tai, buscará el panel de solución de controversias en el marco del T-MEC.

Se reitera que con las reservas, porque tiene ya más de un año que se anunciaron las consultas en el marco del tratado comercial, que contempla mecanismos más rápidos y expeditos a comparación de los del TLCAN, se sumó Canadá, y que incluso había expectativas sobre el mensaje del presidente López Obrador justo antes de abrir el desfile militar del Día de la Independencia… Y no pasó nada.

Las consultas se prolongaron, siguieron con conversaciones y ahora, ante el silencio de la Casa Blanca, algún interesado suelta la versión de que ya les pidieron a las empresas declaraciones juradas para irse al panel. Extraño que se mencione como fuente de personas cercanas a las conversaciones y no a la Oficina de la Representante Comercial, cuando si por algo se ha distinguido Katherine Tai es por se clara y directa en sus mensajes y comunicados.

Lo cierto es que el gobierno de Biden ha optado por hacer una pausa en el tema a cambio de que México le haga el trabajo sucio en el combate a la migración, un problema al que en lo que va la administración del demócrata no le han podido encontrar una alternativa real que supla a la política de Trump.

Si no se ha avanzado en más de un año en el tema energético, menos sucederá a escasos meses del año electoral para ambos países y con el tema migratorio entre los principales que esgrimirán los republicanos en campaña. Obviamente, también presionan las empresas del sector de energía porque se resuelva en esta administración, lo cual se ve complicado.

La apuesta del gobierno estadounidense parece ir más en esperar a que quien releve a López Obrador cambie la política energética y quede sin materia la controversia. Un paso importante en ese sentido, será que la Suprema Corte declare inconstitucional la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica del 2021, lo que pudiera suceder a fines de septiembre, lo cual en sus adentros ha de desear la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro. De lo contrario, algún día habrá panel, pero no será este año ni con Biden ni AMLO.

El desprecio hacia Marcelo

Días antes de que sucedieran las encuestas para determinar al candidato presidencial de Morena, tuvo lugar una reunión de pocos, muy pocos, con el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que alguien de la misma familia se atrevió a decir: “ya se le pasará”, en clara alusión al berrinche previsible que haría Marcelo Ebrard.

En estas últimas semanas en Palacio Nacional se tenía absoluta claridad de que los amagues y enojos del exsecretario de Relaciones Exteriores hacían inminente un rompimiento con el partido y fue entonces que se decidió no dejar pasar la oportunidad de tomar distancia, pues no se le considera un rival relevante, por eso el presidente le advirtió que no podría irse a la oposición ¡qué barbaridad!, ayudar a la mafia, e incluso se burló de él haciéndolo ver muy débil para competir con Sheinbaum al sugerirle que fuera candidato independiente.

Marcelo Ebrard realmente nunca valoró la posibilidad de perder como un escenario real, así lo reconocen sus seguidores más cercanos, quienes hoy se encuentran buscando trabajo, enojados, indignados y resentidos con el supuesto maltrato de los morenistas ¿A dónde van esas víctimas del naufragio?

A ellos les cuesta menos trabajo tomar una decisión que al propio Ebrard, quien volvió a mostrar su tibieza al quedarse en el limbo, “chiflando en la loma”, decían antes. Endeudado de promesas, solitario y con amistades tan cercanas, como él mismo permitió. En esa falta de claridad y de decisión, Marcelo sigue viendo cómo pasan las horas, al tiempo que su capital político disminuye.

Ni el presidente, otrora su hermano, tiene cruda moral de haberle fallado. Total, si le puede mentir a millones, uno más no es nada.

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