Brecha salarial frena la equidad de género
Brecha salarial se agudiza aún más en las regiones rurales donde por cuestiones culturales, las mujeres son excluidas del mercado laboral.
Las mujeres reciben un salario inferior al de los hombres, con una brecha salarial de género estimada alrededor del 20% a nivel mundial brecha salarial
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En los últimos años, la pandemia evidenció las condiciones adversas de desigualdad laboral y económica, que si bien ya existían, se agudizaron aún más.
A pesar de los avances que se han tenido en los diversos sectores económicos para garantizar la inclusión laboral y reducir la brecha salarial y de género, los esfuerzos no han sido suficientes y aún faltan estrategias que permitan la creación de empleos incluyentes y sostenibles, no solo en las grandes metrópolis sino también en las comunidades rurales con alta marginación.
En este sentido, la brecha salarial es una problemática que lejos de reducirse se ha incrementado. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México se ubica en el lugar 33 entre los 37 países que registran la mayor brecha salarial a nivel mundial.
Menores oportunidades
Un informe de las Naciones Unidas muestra que en todas las regiones, las mujeres reciben un salario inferior al de los hombres, con una brecha salarial de género estimada alrededor del 20 % a nivel mundial.
Según datos de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), en el primer trimestre de este año, la brecha salarial entre mujeres y hombres fue de alrededor del 13.5%, es decir, 5.5% más que en el mismo trimestre de 2020.
En nuestro país, las mujeres tienen en promedio un salario 12.2% menor al de los hombres. Y esta situación se agudiza aún más en las regiones más vulnerables, donde por cuestiones culturales, las mujeres indígenas son mayormente excluidas del mercado laboral y discriminadas por su condición de ser mujer, lo que las aleja de la oportunidad de acceder a un empleo y a un salario bien remunerado.
Violencia y discriminación
De igual forma, factores como la maternidad y las responsabilidades del cuidado de los hijos y las labores domésticas que se les han atribuido a las mujeres durante años, evitan que ellas tengan la posibilidad de acceder a un mayor nivel de educación que les permita ocupar un cargo de poder con un mejor salario. Además, la violencia psicológica que los hombres ejercen sobre ellas, ocasiona que se sientan poco capaces de salir adelante por si solar y de lograr la independencia económica.
Cabe mencionar que a pesar de que diversas organizaciones y gobiernos de todo el mundo respaldan ampliamente las acciones para lograr la igualdad de remuneración para hombres y mujeres, en la vida cotidiana no ha sucedido como se plantea en los foros u reuniones internacionales, razón por la que se avanza a paso lento.
De no hacer cambios de raíz en la idea errónea que se tiene de que los hombres son superiores a las mujeres, difícilmente se lograrán verdaderos avances en la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.