Actualidad

El aeropuerto del otro Felipe

Por: El Consejero 28 Ago 2023
Compartir

Hay dos proyectos que no aparecen entre los consentidos del presidente López Obrador y que, paradójicamente o tal vez por ello, resulten ser lo rescatable de su sexenio.

Opacados por la polémica en torno al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Tren Maya y la refinería Olmeca en Dos Bocas, hay dos proyectos que no aparecen entre los consentidos del presidente López Obrador y que, paradójicamente o tal vez por ello, resulten ser lo rescatable de su sexenio. Uno es el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el cual no verá concluido el tabasqueño en esta administración, y el otro, el Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto, en Tulum.

Mientras el AIFA tuvo más una finalidad política para desplazar al aeropuerto de Texcoco y sigue sin ser una alternativa que desahogue al AICM, el Carrillo Puerto tiene elementos sólidos para ser más rentable y por ende más importante que el de Santa Lucía. No en balde el de Tulum está contemplado como sede alterna de la nueva aerolínea Mexicana.

Este video te puede interesar

Estado netamente turístico, actualmente Quintana Roo cuenta con tres aeropuertos internacionales: Cancún, Chetumal y Cozumel, siendo por mucho el más relevante el primero. Después del de la Ciudad de México, el Aeropuerto Internacional de Cancún es el que más tráfico mueve y el que más pasajeros internacionales atiende en el país. Se estima que cada año llegan a Cancún 20 millones de turistas, de los cuales 14 millones arriban a través del aeropuerto cancunense y el número se incrementa cada año. Asimismo, en 2022, la Riviera Maya -donde se encuentra Tulum-, fue el segundo destino quintanarroense que captó más pasajeros.

Con una inversión de 3 mil 200 millones de pesos, ubicado a unos 120 kilómetros de Cancún, la Secretaría de la Defensa Nacional construye la terminal aérea de Tulum, con la cual se busca desconcentrar el número de pasajeros que llegan a la de Cancún, por lo que el Felipe Carrillo Puerto sería el segundo aeropuerto de mayor afluencia en la región, con la capacidad de atender a un estimado de 5.5 millones de pasajeros y hasta 32 mil operaciones aéreas anuales. El aeropuerto tendrá conexión con el Tren Maya, y aunque no lo tuviera, el proyecto vale por sí solo.

Sin fechas emblemáticas ni plazos fatales, se espera que el nuevo aeropuerto sea inaugurado a principios de 2024. A diferencia del Felipe Ángeles, que hasta seis meses antes de su apertura no había línea aérea dispuesta a anunciar operaciones en él, Aeroméxico y Viva Aerobús hicieron público este jueves que tendrán vuelos a Tulum.

No cabe duda de que los buenos proyectos no necesitan muletas, se venden solas.

Trump: la trascendencia de una imagen

El jueves pasado la oficina del sheriff del condado de Fulton en Atlanta, dio a conocer una imagen icónica de Donald Trump. La imagen que aparecerá a partir de ahora en todos los libros de historia. La fotografía del primer presidente o expresidente de Estados Unidos en ser fichado como cualquier criminal, un delincuente común que, aunque no ha sido juzgado, pesan sobre él muchas evidencias de su culpabilidad.

La instantánea muestra el rostro de un hombre violento invadido por la ira, un ser exacerbado al que jamás le ha importado pasar por encima de los demás con tal de satisfacer sus veleidades. La cara de un servidor público que en la cúspide de su poder pensó que podría colocarse por encima de la ley y de sus gobernados, al grado de pretender revertir el resultado de una elección con falsedades.

Además del retrato, Trump también tuvo que pasar por la “vergüenza” de dejar el registro de sus huellas dactilares y, como colofón, la humillación de pasar a ser un número más, el P01135809 que corresponde a un hombre blanco de 192 centímetros de estatura, con un peso de 97 kilos y medio, cabello rubio o algo que se acerca al “fresa” y ojos azules.

En las últimas semanas se han abierto cuatro procesos contra Trump, tres de ellos federales y uno estatal, justamente el que se celebrará en Georgia y en el que se le acusa de presionar a funcionarios para faltar a sus deberes, liderear una asociación de tipo mafioso, amén de conspirar en la falsificación de documentos durante las elecciones del 2020 en las que Joe Biden se alzó con el triunfo. La totalidad de los cargos conllevan una condena de hasta 76.5 años de prisión, un paso que difícilmente dará el sistema judicial norteamericano particularmente por tratarse de un exmandatario.

Con todo, Donald Trump quiere volver a ser presidente, pero no sólo eso, la legislación estadounidense se lo permite aún con una o varias condenas en el horizonte. De ahí que el magnate se entregara en horario estelar y se victimizara ante cámaras y reporteros. Lo paradójico del asunto es que, de conseguir su propósito, Trump se convertiría también en el primer presidente que potencialmente podría autoindultarse, por lo menos de los delitos federales, el proceso en cambio seguiría su curso en Georgia.

Desde ya se adelanta que las elecciones generales en Estados Unidos serán poco más que peculiares y si Donald Trump está en las boletas tendremos que esperar una nueva andanada de insultos y descalificaciones a nuestro país. A ver si nuestro presidente esta vez sí tiene el coraje para hacernos respetar.

Descargable

VTEX CONNECT El evento de comercio digital más importante de LATAM

Descarga Gratis

Suscríbete a nuestro newsletter y recibe información exclusiva

Suscríbete

Notas Relacionadas

Sylvester Stallone le regala cinturón del WBC a Donald Trump, y lo compara con con Rocky Balboa y George Washington

“Son héroes y heroínas”: Claudia Sheinbaum defiende a migrantes mexicanos ante dichos de Donald Trump

La destrucción de los contrapesos democráticos