Lentamente la aspirante a la presidencia por parte de la Coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, empezó a salir de su letargo. El martes dio a conocer cuál será el equipo que la acompañará a lo largo de su campaña electoral, en donde se extrañaron algunos nombres clave, nombres que aparecieron estuvieron en lista de personajes que habrán de encabezar las mesas temáticas a celebrarse en paralelo con sus recorridos.
No sorprendió Gálvez con su selección. Una combinación de figuras que han ocupado puestos de alta responsabilidad en anteriores administraciones, líderes de los tres partidos que conforman la coalición (PAN, PRI y PRD) y algunos destacados miembros de la sociedad civil.
Es de señalar que dos de los puestos más relevantes dentro de su estructura, el de Plan de Gobierno y la Coordinación Territorial de Campaña, recayeron en manos de dos experimentados priistas, Enrique de la Madrid y el ex gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, respectivamente. Jesús Ortega, la cuota que aportará el Partido de la Revolución Democrática (PRD), estará a cargo de la Prospectiva, y Maximiliano Cortázar en la coordinación de Comunicación Social. Otros elementos que aportarán sus habilidades serán la excandidata presidencial Josefina Vázquez Mota, la exlegisladora Margarita Zavala y el exsecretario de Economía Ildefonso Guajardo. Santiago Creel se mantiene como el coordinador General de la todavía precampaña.
La cuota de juventud la aportarán los propios hijos de la aspirante quienes participarán de lleno en la campaña con puestos de responsabilidad, pese a no tener experiencia en estas lides.
A los 24 integrantes que estarán trabajando en campo se suman 29 “profesionales” en áreas como seguridad, derechos humanos, educación, salud, medio ambiente, desarrollo rural, deporte quienes estarán coordinando las mesas temáticas, entre ellos destacan Carlos Urzúa, quien fue el primer secretario de Hacienda durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, el exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles y el exsecretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, entre otros.
Marcando distancia de aquellos porcentajes esbozados por AMLO al inicio de su mandato en donde la lealtad se colocaba por encima de la capacidad, Gálvez señaló que en su equipo se exige el 100% de honestidad, 100% de capacidad y 100% de trabajo y dejó en claro que su mensaje va dirigido a construir una clase media fuerte. Esperemos que no se quede sólo ahí, sería un grave error descuidar a las clases más desprotegidas a quienes Claudia Sheinbaum está dirigiendo su mensaje.
Fujimori, presagio de una nueva tormenta en Perú
Tras un largo proceso que se prolongó durante los últimos 6 años, Alberto Fujimori, de 85 años de edad, fue liberado de la prisión como ordenó el Tribunal Constitucional de Perú desde la tarde del martes, haciendo efectivo un indulto que le había sido otorgado en 2017 tras ser procesado y condenado a 25 años de prisión por su participación en dos crímenes de Estado que costaron la vida de 25 personas entre 1991 y 1992.
Fujimori ejerció con mano de hierro la presidencia de su país entre 1990 y 2000. Se le recuerda por haber exterminado al movimiento guerrillero Sendero Luminoso, haber capturado a su líder Abimael Guzmán y exhibirlo públicamente en una jaula; aunque también se le reconoce por haber puesto fin a la crisis económica en su país caracterizada por una inflación que parecía no tener límites.
Cuando las cosas se pusieron difíciles y se vio cercado en el año 2000 presentó su renuncia vía fax y se dio a la fuga, siendo capturado en Santiago de Chile en 2005 y extraditado a Perú dos años más tarde. Responsabilizado por la creación de un escuadrón de la muerte que perpetró las matanzas, la primera en el vecindario de Barrios Altos en 1991 y la segunda en la Universidad de Cantuta en 1992 fue conducido a prisión a donde debería pasar el siguiente cuarto de siglo; sin embargo, en una acción con visos electorales en 2017 el presidente Pedro Pablo Kuczynski le brindó el indulto por cuestiones de salud.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se inconformó ya que calificó los crímenes como de lesa humanidad y pidió al Estado peruano revalorar al caso, tras lo cual por disposición de la Suprema Corte de Perú fue regresado a prisión.
En 2022 el Tribunal constitucional volvió a reconsiderar el caso determinando la liberación del exmandatario medida que de nueva cuenta fue rechazada por la CIDH dejándola en suspenso, hasta que el martes este Tribunal confirmó la validez del indulto dejando a Fujimori a las puertas de la libertad.
No se descarta la posibilidad de enfrentamientos entre defensores y detractores tras la excarcelación de un mandatario que hace ya más de dos décadas abandonara el poder.