España, la dificultad de formar gobierno

En los sistemas de gobierno parlamentarios, un partido o grupo parlamentario puede formar gobierno cuando tiene mayoría suficiente para hacerlo, lo cual es raro que suceda en algunos países. Cuando un grupo no alcanza esa mayoría, necesita pactar con otro u otros para formar gobierno. Para ello se buscan aliados con similar ideología, pues la negociación va desde cargos en el gobierno hasta políticas a implementarse. Hay un plazo máximo para lograr formar gobierno, de lo contrario se convoca a nuevas elecciones e inicia de nuevo el ciclo. Esto lleva a que en algunos casos puedan pasar un tiempo prolongado sin lograr formar gobierno o se construyan coaliciones frágiles que pueden durar sólo unas semanas.

Hasta hace unos 10 años, había dos partidos dominantes en España, el conservador Partido Popular, y el de izquierda, Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con otros partidos regionales, con lo que formar gobierno era complejo pero factible en el plazo de tres meses que establece la Constitución española. Sin embargo, la irrupción de partidos radicales como el ultraderechista Vox, el izquierdista Podemos, y el independentista catalán Junts, ha complicado el escenario como se ve tras las pasadas elecciones del domingo.

Aunque el conservador Partido Popular ganó las elecciones con 136 escaños (47 más que los de la última elección), es el principal derrotado, pues no contaba con el revés a su aliado Vox (de 52 a 33 escaños), por lo que no alcanza para formar gobierno con ellos, y a otros partidos les es incompatible participar en una coalición de gobierno con la ultraderecha, quedando aislado el PP encabezado por Alberto Núñez Feijóo, quien tendría que operar muy fino para sentar a negociar a rivales y alcanzar acuerdos.

Por otro lado, el PSOE logró 122 escaños (2 más), quedando como segunda fuerza, todo un éxito considerando el desgaste de un gobierno que lleva 5 años, y cuyo líder, Pedro Sánchez, llegó a la presidencia del gobierno de España luego de una moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018, la primera de la democracia española que llevó a la dimisión de un mandatario y con uno nuevo sin elecciones de por medio, hasta dos años después, cuando Sánchez volvió a ser investido.

Al PSOE tampoco le alcanza para formar gobierno con sus aliados de SUMAR (que incluye a Podemos y otros partidos de izquierda), y tendría que negociar con los partidos regionales e independentistas, los cuales se espera vendan caro su apoyo a Pedro Sánchez, aunque en el caso de Junts se ve imposible el acuerdo, luego de la solicitud para reactivar la orden de aprehensión contra Carles Puigdemont, lo que entrelíneas se lee como un aislamiento para debilitar al partido independentista catalán.

Tampoco se descarta que el PP acepte negociar con el PSOE con tal de que no avancen las demandas de los independentistas -punto de coincidencia entre ambos partidos-; una negociación que llevaría a la ruptura con Vox -que muchos en el PP verían con alivio-, así como la casi segura renuncia de Núñez Feijóo al liderazgo del partido.

PROSA se integra a organización global de seguridad de tarjetas de pago

PROSA, la procesadora de pagos digitales ha sido aceptada como Organización Participante Principal del Consejo de Normas de Seguridad de la Industria de Tarjetas de Pago (PCI Security Standards Council o PCI SSC, por sus siglas en inglés), formando parte de un exclusivo grupo de 26 entidades a nivel global y como la primera empresa mexicana con ese nombramiento.

El PCI Security Standards Council, cuyo director ejecutivo es Lance Johnson, es una organización global fundada en 2006 por las principales compañías de tarjetas de crédito y débito a nivel mundial. Su propósito principal es desarrollar y mantener estándares de seguridad para la protección de datos de tarjetas de pago y promover buenas prácticas en la industria.

Ahora, como Organización Participante Principal, PROSA contribuirá con su experiencia en el sector de medios de pago en México, tendrá acceso a sesiones de estrategia exclusivas con el Comité Ejecutivo, el personal del Consejo y las partes interesadas para discutir la dirección de las Normas, impulsar discusiones técnicas y tener aportes directos a las iniciativas del Consejo.

Además del nombramiento, PROSA renovó las certificaciones en los estándares de PCI DSS (Payment Card Industry Data Security Standard) y PCI PIN (Payment Card Industry Personal Identification Number), las cuales son requerimientos clave para las empresas que procesan, transmiten o almacenan datos de tarjetas de pago y PINs a nivel mundial. Al contar con estas certificaciones, PROSA demuestra la capacidad que tiene para operar de forma segura y confiable el procesamiento de pagos electrónicos, lo cual fortalece a la empresa en el sector de medios de pago en México y a nivel internacional.

Salvador Espinosa, director General de PROSA, señaló que “es una oportunidad de demostrar a nuestros clientes el compromiso de PROSA con la prevención de fraudes”, pues obtener y mantener las certificaciones PCI DSS y PCI PIN demuestra que PROSA ha implementado los controles y medidas de seguridad necesarios para proteger la información confidencial de los titulares de tarjetas y los PINs, y que cumple con los estándares establecidos por el PCI Security Standards Council, del cual ahora forma parte.

Aún con empleos la pobreza al alza

Al margen de las declaraciones triunfalistas por la recuperación del peso, el aumento en los puestos de trabajo, y el promisorio futuro que nos espera con el nearshoring o relocalización, lo cierto es que seguimos siendo una fábrica de pobres y pese al cacareado aumento en el salario mínimo, los ingresos siguen siendo insuficientes para que la mayoría de los mexicanos podamos darle una vida digna a nuestras familias.

Un estudio realizado por la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, revela que no hay modo que con las ganancias que perciben 72% de los trabajadores informales y 40% de los registrados en el Seguro Social puedan superar la línea de pobreza, lo cual es un contrasentido, producto de una falla estructural en el sistema laboral ya que, por definición, quien trabaja no tendría que estar en esa circunstancia según señala, Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de esa agrupación.

Trabajar en el sector formal no es una garantía, de acuerdo al estudio “Escala de Trabajo Digno” a 8 millones 600 mil personas apenas les alcanza para comprar dos canastas básicas. Paralelamente la exclusión y precariedad alcanza a 64 millones de nuestros compatriotas; existen 25 millones 300 personas sin trabajo y otras 32 millones 200 mil en el sector informal, todas ellas sin acceso a una salud digna y sin ningún tipo de prestación social.

Entre 2018 y 2020, ya con la actual administración, el número de personas en situación de pobreza creció en 3.8 millones, mientras que en pobreza extrema esta cifra alcanzó los 2.1 millones de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Como siempre los más rezagados fueron las mujeres, indígenas, niñas, niños y jóvenes.

Al parecer la promesa hecha por el entonces presidente electo “por el bien de todos, primero los pobres” quedó como muchas otras, en un slogan más. La pobreza no se resuelve con programas asistenciales que lo único que buscan es comprar voluntades, se requiere crear fuentes de empleo duraderas (no sólo esas eventuales producto de la construcción de las obras faraónicas), que le den una estabilidad a las familias, acceso a los servicios de salud, y permitir dar a los hijos una educación que les permita superarse. El envío de remesas no es un voto de confianza que los migrantes le otorgan al presidente López Obrador como se nos quiere hacer creer, antes bien, es una reflejo de las grandes necesidades que están enfrentando los suyos y que ellos desde el extranjero tienen que solventar. El próximo miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dará a conocer los nuevos datos referentes al ingreso y gastos en los hogares correspondientes al 2022 (ENIGH); el CONEVAL presentará a principios de agosto la nueva medición de la pobreza en nuestro país. En un plazo que no superará las dos semanas sabremos entonces, con mayor precisión, en donde estamos parados.