La veda y las giras de trabajo

Aunque las campañas electorales inician formalmente este primero de marzo y duran apenas tres meses, por lo menos en los últimos dos años, diferentes actores políticos se las han arreglado para estar en campaña desde el cargo, en procesos internos, en precampañas e intercampañas, incluido el inocultable favoritismo del presidente por Claudia Sheinbaum desde antes de que fuera la candidata presidencial de Morena.

Este primero de marzo y hasta después del 2 de junio es un periodo en el cual se suspende la propaganda gubernamental de los poderes federales, estatales, municipales y de cualquier ente público, excepto las campañas de información de las autoridades electorales; los servicios educativos y de salud; las necesarias en casos de emergencia para la protección civil; y, la información pública de carácter institucional, como trámites y servicios. 

La llamada veda electoral incluye evitar fraseos o imágenes susceptibles de usarse como propaganda, no difundir logros de gobierno ni obra pública, menos aún tratando de convencer de los beneficios de la administración en curso. Todo sujeto a las interpretaciones de quienes prefieren actos de audacia a uno de prudencia, a ofrecer disculpas en lugar de pedir permiso y, si se puede, ni una ni otra.

De los presidentes de los últimos 30 años, no se había visto un mandatario que estirara tanto la liga, fuera objeto de tantas medidas cautelares del INE por declaraciones, y utilizara interpretaciones legales y verdaderas chicanadas para evitar la ley electoral, como Andrés Manuel López Obrador.

En esta ocasión, para burlar la veda electoral, el presidente anunció que no hará actos públicos -entiéndanse las mañaneras-, pero iniciará giras por todo el país para supervisar obras, eso sí, sin actos públicos, sin contacto con ciudadanos, sólo reuniones de trabajo. No faltarán las declaraciones “sin querer”, los actos de apoyo improvisados y que la simple imagen de AMLO junto a una obra pública implique la difusión de la misma.

Entre que se registren las actividades presidenciales y que las autoridades electorales se manifiesten sobre si violan o no la veda -lo cual muy seguramente pasará apenas arranque sus giras de supervisión-, y el presidente acate o interprete lo que quiera, se pueden ir los tres meses de campaña haciendo proselitismo a placer, como lo ha hecho en todo su sexenio.

OCDE: México con la tributación más baja

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó su Estudio Económico de México 2024. El secretario general del organismo, Mathias Cormann, ofreció una serie de observaciones y recomendaciones que tendrían que poner a pensar a las y al aspirante a la presidencia de la República, dado que la actual administración se encuentra ya en el ocaso y su inmovilidad es cada vez mayor.

Por principio de cuentas, la OCDE señala que, de entre las 34 economías que la conforman, México es el país con la relación más baja entre impuestos y Producto Interno Bruto (PIB), ya que apenas alcanza el 16.7%, mientras que el promedio es de 34.1% de su PIB. 

El organismo recomienda aumentar la recaudación tributaria como una forma de impulsar el desarrollo, pero también de paliar la desigualdad económica que sigue arrastrando el país. Habla de reducir las deducciones fiscales que benefician a los más ricos pero, ¿cómo lograrlo si mientras los particulares son fuertemente presionados para pagar impuestos, órganos como Pemex reciben altas condonaciones? Tan sólo hace dos semanas, el presidente emitió un decreto para eximir del pago tributario a Pemex correspondiente al último trimestre de 2023 y enero de 2024, y eso pese a que el mismo mandatario envió al congreso en 2019 una iniciativa de reforma constitucional (y fue aprobada) que prohíbe las condonaciones. No hay modo.

Así con pinzas, el funcionario de la OCDE puso sobre la mesa los temas de seguridad y corrupción. Pese a toda la palabrería que surge de las conferencias matutinas la percepción global sigue siendo que México esta lejos de superar ese lastre y, parafraseando al propio Cormann, de muy poco sirve la legislación en la materia si su aplicación es débil. La OCDE recomienda aumentar la proporción de adquisiciones publicas a través de medios digitales y limitar la adjudicación directa de contratos, una práctica recurrente utilizada por el gobierno, en muchos casos incluso justificada bajo la etiqueta de seguridad nacional.

A final de cuentas, las políticas neoliberales en materia económica impulsadas desde Palacio Nacional han rendido dividendos, el crecimiento ha mostrado resiliencia con la promesa de mayores inversiones foráneas, un mercado laboral sólido y el fenómeno de la relocalización o nearshoring que, de satisfacer los requerimientos de las empresas, podría cimentar un futuro firme para las siguientes generaciones. La educación es otro eslabón importante señalado por Cormann, y claramente eso marcará la diferencia entre ser un país maquilador o uno que le imprime un valor agregado a los productos.

Gestión de proyectos y cuidados intensivos

La gestión de proyectos implica disponer de recursos para lograr un objetivo específico en un tiempo estimado, por lo que requiere un plan de trabajo para el desarrollo gradual de las acciones, programando resultados parciales y finales. En el sector salud, la gestión de proyectos involucra no sólo recursos económicos, sino también personal y equipo especializado, y de los resultados depende la atención que se brinde a los pacientes.

Un área clave en cualquier unidad de atención médica es la de cuidados intensivos o terapia intensiva, la cual se encarga de monitorear y atender de manera constante a pacientes con problemas de salud graves o críticos, lo cual puede incluir el soporte a las funciones vitales. Entre los equipos utilizados en las unidades de terapia intensiva están los monitores cardiacos, ventilación mecánica, camas o sillas especiales, catéteres, sondas, vías intravenosas y drenajes.

Es por ello que la gestión de proyectos de áreas de cuidados intensivos, para su creación y posterior mantenimiento y renovación, conllevan la administración de personal y tiempo, control de presupuesto y de las adquisiciones, control de calidad, plan de gestión de cambio y, no menos importante, administración de riesgo.

En todas estas etapas, es importante contar con la asesoría profesional de quienes se dedican a la distribución y desarrollo de servicios integrales de equipos e insumos para el sector salud, para llevar a buen puerto el proyecto con el personal, instalaciones y equipo adecuados.