Lumo, al Padrón de Integridad Empresarial de la SFP
Con más de 15 años en el mercado arrendador, Lumo Financiera del Centro, dirigida por Luis Montaño, ha sido incluida en el Padrón de Integridad […]
Con más de 15 años en el mercado arrendador, Lumo Financiera del Centro, dirigida por Luis Montaño, ha sido incluida en el Padrón de Integridad Empresarial de la Secretaría de la Función Pública (SFP), que encabeza Roberto Salcedo.
El Padrón de Integridad Empresarial es una iniciativa impulsada por la propia Secretaría, con el objetivo de promover y reconocer a las empresas que adoptan prácticas de integridad, ética y transparencia en sus operaciones comerciales y en sus relaciones con el sector público.
Formar parte de dicho registro tiene varios beneficios: fortalece la reputación y la credibilidad de la empresa; abre oportunidades y fortalece las relaciones comerciales con proveedores, socios y clientes que valoran el compromiso con la integridad y la ética empresarial; aumenta la competitividad de la empresa al contar con un diferenciador relevante en el mercado; así como fomenta una cultura de integridad, ética y transparencia en toda la cadena de valor.
Este video te puede interesar
Lumo Financiera del Centro se ha consolidado como una de las principales sociedades financiera de objeto múltiple (Sofome) del sector, ofreciendo el arrendamiento de vehículos, productos y servicios como una alternativa eficaz, rápida, más flexible y menos onerosa en términos de desembolso inicial, así como de mayor anticipación y planificación de gastos, a comparación de la compra. Gracias a ello, actualmente Lumo administra alrededor de 20 mil vehículos a nivel nacional, con presencia en 28 estados y más de 170 clientes de los sectores público y privado.
Ante la inseguridad… mucha risa
La reacción del presidente ante la discusión pública sobre una situación crítica, como lo es la inseguridad rampante en México, particularmente en Celaya, Guanajuato, volvió a ser la nota del día, pues en actitud de mofa se refirió a los defensores de los derechos humanos y hasta a Latinus, diciendo que vayan y arreglen ese tema. Más aún, llegó a reírse abiertamente.
La inseguridad en el país es más que una amenaza. Ya es una tragedia consumada que sólo crece día a día pasando por encima de cualquier asombro. Tal parece que al primer mandatario le acomoda más este tema que el estar teniendo que responder en defensa de las acusaciones de corrupción de sus familiares y amigos.
Muy mal hace el presidente en tomar a la ligera este asunto y a trivializarlo, pese a lo común y cotidiano que se ha vuelto. Parece a que a los gobernantes “salientes” se les han olvidado las promesas de campaña y el hecho de que serán recordados y juzgados por el estado de indefensión en el que nos han dejado.
Fentanilo: que siempre sí somos productores
Que siempre sí, que en México no sólo se produce fentanilo sino que somos campeones en este renglón, ah, y en el de las metanfetaminas. Quien hace estas afirmaciones no es ni la DEA ni un periodista crítico al gobierno, tampoco un neoporfirista o Claudio X. González, los dichos provienen de uno de los hombres más enterados del país en la materia, se trata de Felipe de Jesús Gallo, titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR), mismas que fueron retomadas por la agencia de prensa AP.
Aunque la información no es nueva, la responsable de la Administración para el Control de Drogas en Estados Unidos (DEA), Anne Milgram, ha denunciado hasta el cansancio que el nuestro es un país productor, el quid del asunto se encuentra en que un funcionario mexicano de alto rango se haya atrevido a dar la cara para pronunciar las palabras prohibidas.
Más allá de la revelación de un “secreto a voces” en Palacio Nacional deben encontrarse muy preocupados; las palabras de Gallo hicieron pedazos la narrativa oficial, lo que hablaría de una fractura entre el presidente, Andrés Manuel López Obrador y el Abogado de la Nación, Alejandro Gertz Manero, porque resultaría inverosímil que el fiscal no hubiera estado al tanto de lo que su subalterno iba a hacer público.
Desde su toma de posesión López Obrador ha negado la participación de narcotraficantes mexicanos en la fabricación del opiáceo sintético, señalando que nuestro país es sólo tránsito en la cadena de suministros entre productores y consumidores. Recientemente, en una declaración a la cadena norteamericana de televisión CBS, AMLO reconoció que se producía pero “poquito”, para luego desdecirse en una adenda transmitida en sus redes sociales.
De pronto el mandatario amaneció en el mundo real, ese en el que, de acuerdo a Gallo, la producción de metanfetaminas y fentanilo ha sido el mayor proveedor de riqueza y poder para diferentes organizaciones criminales, con una gama de modelos que van desde los métodos más innovadores hasta los más básicos, como el trueque, para borrar los rastros del dinero sucio. Una oscura confesión frente a un auditorio especializado que participó en la Conferencia Internacional de Drogas Sintéticas.
Nos acercamos al cruel invierno sexenal en donde los pactos y las lealtades empiezan a desgajarse. La partida del caudillo quien busca mantenerse “vivo” a través de la rencarnación política, para conservar los hilos de poder, podría volverse más y más endeble tras las elecciones del 2 de junio. La distancia de un fiscal a modo tendría que ser motivo de preocupación para el presidente quien en el horizonte tiene muchos temas aún por resolver.