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Pemex y CFE, las joyas de la corona de AMLO

Por: El Consejero 29 Jul 2024
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La designación de los personajes encargados de Pemex y la CFE para el próximo sexenio es muy complicada. Y así se lo está haciendo ver […]

La designación de los personajes encargados de Pemex y la CFE para el próximo sexenio es muy complicada. Y así se lo está haciendo ver el presidente López Obrador a su sucesora, pues no pierde ocasión en hablar a favor de la buena operación que ambas empresas del Estado han tenido durante su administración, cosa que solamente él cree.

Por su parte, la próxima presidenta de México, ha enviado señales que dejarían ver como estratégico el hecho de hacer un par de relevos, o incluso crear un organismo que coordine su visión a través de la Secretaría de Energía, de ambas empresas paraestatales, ya no “productivas”, pues hasta el nombre ofende.

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Octavio Romero Oropeza (Pemex) y Manuel Bartlet (CFE) son incondicionales de AMLO y no aceptó un “No” por respuesta; mientras tanto, Sheinbaum y su equipo elaboran todo tipo de alternativas para darle la vuelta al presidente.

Se mantiene la idea de que en ambos casos haya sustitución, que no sigan -ni Oropeza, ni Bartlett- en el siguiente sexenio y que quienes los releven sean reconocidos por sus orientaciones financieras, así como el beneplácito de los secretarios de Hacienda y de Energía.

Llama la atención la necedad de López Obrador de no permitir el cambio, pero se explica por la bola de contratos a proveedores que significarían cuantiosas ganancias, pues varios de ellos esperan la aprobación para competir en viejas licitaciones.

Nicolás Maduro y su triunfo espurio

Era un fraude anunciadísimo. Horas antes de cerrar las casillas, la vicepresidenta de Estados Unidos y favorita a ganar a la candidatura demócrata, Kamala Harris, ya había anticipado que las cosas no iban de la manera correcta por lo que llamó a respetar la voluntad del pueblo venezolano en las urnas; su mensaje naufragó en las aguas chavistas. Al final el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) validó la estafa y le dio el triunfo a Nicolás Maduro con el 51.2% de los votos, seguido del opositor Edmundo González Urrutia de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) con 44.2%.

El engaño se facturó de la manera más burda. De acuerdo a los conteos presentados por Telesur, con el 80% de los sufragios, los tres candidatos restantes, Daniel Ceballos, Antonio Ecarri y José Brito recibían cada uno, y por partes iguales el 4.6% de los votos una “casualidad” que estadísticamente es casi imposible que ocurra. Para colmo de males, la suma porcentual daba 109.2%, así de mal las cuentas. Por cierto, esa misma gráfica la validó, al reproducirla, el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina.

La oposición está convencida de que González Urrutia obtuvo el 70% de los votos y acusa sabotaje del CNE, que se niega a entregarles miles de actas electorales que les permitan contrastar con las cifras oficiales.

La automatización en los procesos electorales ha sido muy cuestionada y este podría ser un buen ejemplo del porqué. En Venezuela el voto se emite a través de dispositivos electrónicos mediante los cuales sufragan los ciudadanos quienes a cambio reciben un comprobante que es depositado en las urnas. Un método que, asegura el CNE, es 100% seguro pero que, pese a todas las auditorias oficiales, es susceptible de manipulación como se echa de ver.

La líder opositora María Corina Machado y sus millones de seguidores no están dispuestos a sufrir un engaño más y anticipan protestas y manifestaciones, hasta que se realicen conteos manuales de los resultados, algo que se antoja difícil luego de que el presidente del CNE, Elvis Amoroso, declarara que los resultados eran contundentes e irreversibles. La pregunta es si en respuesta habrá un baño de sangre como había anticipado el propio Maduro en caso de que ganara la ultraderecha, declaraciones que llegaron a Brasil en donde el propio presidente Inacio Lula da Silva se mostró horrorizado.

Es un hecho que las sanciones contra el gobierno de Venezuela no se harán esperar algo que complicara las condiciones de sus ciudadanos que empezaban a ver una ligera recuperación económica tras la flexibilización estadounidense.

Es previsible también un incremento en el flujo de migrantes de las clases menos favorecidas, porque los “otros”, los de mayores posibilidades económicas, hace mucho que se fueron. De esta manera Nicolás Maduro gobernará por un tercer periodo de seis años, de manera espuria y sin el reconocimiento moral de los líderes de la región, quienes no alcanzan a entender como el “chavismo” volvió a burlarse de toda la comunidad internacional.

Las desventajas de la captura; las ventajas de la entrega

En lo que el gobierno de México logra averiguar algún día por lo menos cómo salieron del país Ismael Zambada y Joaquín Guzmán López, porque resulta que lo único que habían indagado de fuentes propias que era la aeronave y el piloto y copiloto eran datos erróneos, la preocupación debe estar en las repercusiones de la captura o entrega de Ismael Zambada y de Joaquín Guzmán López en el mapa del narcotráfico en México.

De ser cierta la versión que difunden “fuentes extraoficiales” de que el “Mayo” Zambada fue traicionado por el hijo del Chapo Guzmán, estaríamos en la antesala de un rompimiento del Cártel de Sinaloa con su consecuente ola de violencia similar o mayor a la que se vivió a raíz de la captura de Alfredo Beltrán Leyva, el “Mochomo” en 2008, cuando sus hermanos responsabilizaron al “Chapo” Guzmán de haberlo entregado, lo que derivó en la ruptura y la nueva organización criminal de los Beltrán Leyva, hoy extinta, pero que fue origen de muchos grupos delictivos que operan, principalmente en Guerrero y Morelos. Hasta el momento no ha sido así.

El que el “Mayo” se encuentre enfermo y posiblemente retirado de las operaciones, no quita su importancia dentro de un cártel donde ha prevalecido el control familiar y hay matrimonios y compadrazgos de por medio. La supuesta traición no se ve que traiga un beneficio al Cártel de Sinaloa, ni siquiera a la facción de los “Chapitos”, pues sólo les abre un nuevo frente con el grupo del “Mayo”, además del que tienen con su tío Aureliano Guzmán, el “Guano”, Fausto Isidro Meza Flores, el “Chapo Isidro”, y el que hay con el Cártel Jalisco Nueva Generación por la disputa de las plazas.

Por el contrario, de tratarse de una entrega negociada habría varios potenciales beneficios para el Cártel de Sinaloa: margen de tiempo previo para acordar liderazgos, particularmente respecto a la facción del “Mayo” Zambada, donde se dice que el sucesor sería Ismael Zambada Sicairos, el “Mayito flaco”; pueden aportar información valiosa en contra de sus adversarios, de sus relaciones con los tres niveles de gobierno e incluso internacionales, sobre todo para el combate al fentanilo. De esto último, se recordará que el año pasado aparecieron varias narcomantas donde los Chapitos prohibían la producción y tráfico de fentanilo en Sinaloa, probablemente la primera señal de buena voluntad de la que derivó el acercamiento con las autoridades estadounidenses, FBI y Departamento de Seguridad Nacional, no con DEA.

Por último, en el caso personal del “Mayo”, el beneficio de atención médica para los últimos años de su vida y volver a ver a su hijo Vicente Zambada Niebla, quien ya ha colaborado con las autoridades estadounidenses e incluso dio testimonio contra el Chapo Guzmán en el juicio en Nueva York hace cinco años, e incluso pudo ser el enlace para acordar la entrega de su padre, así como Ovidio Guzmán del de su hermano Joaquín.

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