Pendientes los lugares más estratégicos

Dependiendo la hora en que usted lea esta columna, habrá sucedido o no el anuncio sobre otras seis carteras del próximo gobierno de Claudia Sheinbaum. Y si nos rigiéramos por la simple ley de la eliminación, tendríamos que fijar nuestra atención en los puestos importantes sin llenar o las personas cercanas a la presidenta sin encomienda.

La Secretaría de Gobernación es la joya de la corona, o lo ha sido a lo largo de mucho tiempo. Tratándose de la política interna y del amplio conocimiento que esto implica, además de la formación y la experiencia, es la dependencia que se encarga de coordinar políticamente a todos los gobernadores de los estados por lo que debería de ser nombrado alguien con muchos kilómetros recorridos… O así solía ocuparse ese perfil.

Todo indica que Mario Delgado será quien ocupe ese lugar, pues su función como organizador del proceso de selección del candidato presidencial de Morena, así como de presidente del partido han sido exitosas, no impecable, pues pesan sobre él una serie de acusaciones que hasta hoy no han sido comprobadas con ningún argumento.

Paralelamente, el nuevo mejor amigo de Sheinbaum, Omar García Harfuch, sobre quien también flota una nube de misterio y de relaciones políticamente tóxicas, tendría que ser nombrado en una encomienda desinflada, pero que puede conciliarse con los militares, como es la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, aunque la Guardia Nacional mejore la propuesta e incluso se quede al acecho de la Fiscalía General de la República.

Finalmente, un personaje de muchísima cercanía con la presidenta, Carlos Ulloa, quien lo mismo puede ocupar un lugar en el equipo interno y más cercano de la Oficina de la Presidencia que, de pronto, saltar a ocupar un espacio al frente de alguna dependencia.

En el orden de los importantes entre los analistas se especula quiénes ocuparán los lugares estratégicos al frente de Petróleos Mexicanos y de la Comisión Federal de Electricidad. A saber, Gerardo Esquivel, ex sub gobernador del Banco de México, y Jorge Islas, coordinador en materia energética del equipo de transición, respectivamente, suenan para dichas posiciones.

Las fiscalías, una oportunidad perdida

El pasado lunes, el presidente López Obrador comentó que, después de la reforma al poder Judicial, se puede impulsar una reforma a las fiscalías, pero lo que urge es empezar por el poder Judicial.

En 2008 se reformó la Constitución para establecer el Sistema de Justicia Penal Acusatorio. Debido a la complejidad de su implementación, el sistema entró en vigor hasta el 18 de junio del 2016. En esos ocho años se vio de todo: el paso de procuradurías a fiscalías, la construcción de salas de juicios orales, la capacitación de ministerios públicos, policías, jueces e integrantes de la defensoría pública. En muchos estados el cambio se dio de última hora para cumplir con el plazo fatal. Todavía hoy coexisten expedientes del antiguo y del nuevo sistema penal.

El cambio más visible y uno de los más relevantes, fue pasar de procuradurías a fiscalías, siendo la principal cualidad de estas últimas su autonomía, es decir, no formar parte del Poder Ejecutivo, por lo que no habría subordinación con el gobernante federal o estatal, el que lo designa es el Congreso. En la actualidad, sólo Baja California Sur e Hidalgo tienen procuradurías.

La realidad es que nadie vio un beneficio en la procuración de justicia, o un diferenciador entre las procuradurías y las fiscalías. Hubo cambios de estructura, de nombres, pero la mayoría de las fiscalías siguieron operando bajo los mismos procesos y vicios del anterior sistema, no dieron continuidad a proyectos por falta de presupuesto, voluntad o ambas. Los fiscales designados fueron todos afines al mandatario y no sólo eso, a pesar de tener mandatos transexenales, la mayoría han renunciado o salido del cargo con cada cambio de gobierno, para ceder el lugar a alguien que tenga el visto bueno del Ejecutivo.

Es así como se perdió una oportunidad de oro para contar con un mejor sistema de procuración de justicia y cerrar el capítulo de desprestigio de las procuradurías. Las fiscalías han resultado igual de ineficaces, ineficientes y con los mismos vicios que sus predecesoras.

Todavía son necesarias reformas a las fiscalías, empezando por pasar sus policías ministeriales y/o de investigación a las dependencias de seguridad pública, como es en todas las fiscalías del mundo, por poner un ejemplo. Sin embargo, lo que realmente se necesita es un cambio en los procesos de trabajo, así como más recursos humanos y económicos, porque es una realidad que hoy en día, los fiscales, ministerios públicos y policías no se dan abasto para atender carpetas de investigación acumuladas y las que se abren diariamente. Y para tal carga de trabajo, sueldos bajos y falta de recursos, ¿procederá la misma propuesta de elegir por votación popular a fiscales y ministerios públicos?

El retorno de la ultraderecha en Francia

El mundo vive una etapa de confusión política y polarización. Tras ir de desencanto en desencanto, las poblaciones van adoptando gobiernos muy disímiles que prometen todo en aras de alcanzar el poder, pero con muy pocas intenciones de satisfacer las necesidades de los votantes lo que reinicia el ciclo interminable de la frustración.

Francia vive uno de esos momentos con el latente regreso de la ultraderecha que el fin de semana se alzó con la victoria en las elecciones parlamentarias, pero que aún no alcanzó los votos suficientes para dominar el cuerpo legislativo. El domingo mismo arrancó la cuenta regresiva para una segunda vuelta que podría empoderar al partido Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y su exitosa estrategia de desdemonizar a la ultraderecha.

Ciertamente el 33% de los votos alcanzados está aún lejos de asegurarle el triunfo; una coalición de izquierda denominada Nuevo Frente Popular alcanzó 28% de los sufragios y busca a toda costa hacerse de los votos de Ensemble, el partido del presidente Emmanuele Macron, para arrebatarle la victoria a Le Pen. Las acusaciones de racistas y antisemitas que caracterizaron al Frente Nacional, padre del RN, durante la década de los 70 y 80 están resurgiendo en un intento desesperado de la izquierda por retomar el liderazgo.

La respuesta de Le Pen ha sido manifestar su respaldo a las autoridades de Israel en el conflicto de medio oriente y su apoyo a las personas secuestradas por Hamas, para muchos un cambio cosmético para ocultar su ideología anti-inmigrante y su tradicional proteccionismo económico, no hay que olvidar que en su momento Le Pen planteó la salida de Francia del bloque europeo de manera similar a como lo hizo Gran Bretaña.

Uno de los sectores clave que ha buscado explotar Le Pen y en ello le ha ayudado mucho su yerno Jordan Bardella, es el de los jóvenes, quienes desconocen el pasado oscuro del partido ultraderechista y se encuentran dispuestos a darle una nueva oportunidad; incluso por primera vez se registraron sufragios de personas con educación superior, con ingresos medios y altos y adultos mayores.

De triunfar Le Pen el próximo fin de semana la extrema derecha habrá dado un paso más en Europa. Ya gobierna en Hungría e Italia ¿Quiénes serán los siguientes?

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