El 2 de octubre de 1968, mientras se llevaba a cabo un mitin, sucedió la terrible matanza de estudiantes, obreros y amas de casa en la Plaza de las Tres Culturas a manos del Batallón Olimpia. Dicho grupo abrió fuego contra los presentes y al cual respondieron los elementos del Ejército Mexicano. Pasados los años persiste la duda: ¿cuántos muertos hubo aquella tarde en Tlatelolco?
La cifra oficial, la que dio a conocer el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, está entre los 20 y los 30 fallecidos. Sin embargo, John Rodda, periodista corresponsal en nuestro país del periódico The Guardian, reportó que habría al menos 500 estudiantes muertos.
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Este número, de acuerdo con los testimonios que han perdurado, se lo dio un periodista mexicano cuya identidad se desconoce hoy en día. Sin embargo, Rodda reculó en la cifra y dijo que podrían haber sido 325 los muertos en la plancha de Tlatelolco.
Esta cifra fue retomada a su vez por el escritor mexicano y premio Nobel Octavio Paz en su libro Posdata (Fondo de Cultura económica, 1970):
¿Cuántos murieron? En México ningún periódico se ha atrevido a publicar las cifras. Daré aquí la que el periódico inglés The Guardian, tras una investigación cuidadosa, considera como la más probable: 325 muertos. Los heridos deben de haber sido miles, lo mismo que las personas aprehendidas.
Una ‘comisión de la verdad’: ¿cuántos muertos hubo en Tlatelolco el 2 de octubre del 1968?
A lo largo de su vida, el exdirigente del movimiento estudiantil y escritor mexicano Luis González de Alba se dedicó a recabar cuanta información le era posible. Esto lo hizo al momento siguiente de haber sido preso en la cárcel de Lecumberri con sus compañeros y con quienes se dedicó a platicar constantemente del desarrollo de los hechos.
De esas pláticas resultó el libro Los días y los años (Editorial Era, 1971). Sin embargo no fue sino hasta sus últimos años de vida que publicó Tlatelolco aquella tarde (Ediciones Cal y Arena, 2016). En el capítulo Regreso a Tlatelolco, De Alba recuerda que, una vez que él y sus compañeros fueron liberados, y algunos regresaron del exilio, se dedicaron a fundar partidos de oposición.
Ahí nacieron la organización Punto Crítico, así como los partidos políticos MAP, PSUM y PMT que con el paso del tiempo se convirtieron en el PRD. Algunos de ellos llegaron a ser diputados plurinominales y con ello fundaron una especie de comisión de la verdad.
Hicieron una investigación con fondos públicos para conocer el número de muertes que hubo realmente en la Plaza de las Tres Culturas. Publicaron un número de teléfono al que podían llamar de forma anónima y gratuita para proporcionar los nombres de sus muertos y desaparecidos. Con la promesa de que no habría represalias por parte del gobierno del entonces presidente López Portillo.
La placa en Tlatelolco
En buena parte, con esa investigación se repitieron nombres ya conocidos desde los días inmediatos al 2 de octubre:
“…eran los cadáveres de jóvenes, y hasta niños que no fueron al mitin sino a jugar a donde siempre jugaban, eran vecinos. (…) Quizás algunos nombres más. Están escritos en una lápida mortuoria levantada con presupuesto federal en la Palza de las Tres Culturas.”
La placa conmemorativa a la que se refiere Luis González de Alba contiene los nombres de 19 personas, aunque tiene unos puntos suspensivos que sugieren que podrían haber sido más. En su libro afirma que esto coincide, más o menos, con la cifra que dio a conocer Diaz Ordaz, hecho que no les gustó ni a él ni a sus compañeros.
Pero es el resultado al que llegaron ellos, los dirigentes del movimiento estudiantil, los que estuvieron presos el Lecumberri y quienes participaron de las manifestaciones previas.
A 56 años de distancia, el 2 de octubre no se olvida.
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