A sus 74 años, Carlos III se convirtió en rey. Tras el fallecimiento de la reina Isabel II en septiembre de 2022, el monarca británico tuvo que asumir una nueva neutralidad política.
Durante toda su vida ha mostrado una personalidad a favor del activismo ambiental y sustentable, prácticas que trasladará a su vida diaria dentro de los límites permitidos por la corona.
Nació el 14 de noviembre de 1948 y se mantuvo como heredero al trono desde 1952. Carlos III es también el heredero más antiguo y con más años de servicio en la historia británica.
“Mi vida cambiará a medida que asuma mis nuevas responsabilidades. Ya no me será posible dedicar tanto de mi tiempo y energías a las organizaciones benéficas y los asuntos que me importan tanto”, dijo durante un mensaje que dirigió a la nación tras el fallecimiento de su madre.
Al Servicio de Coronación del rey Carlos III y la reina consorte Camila en la Abadía de Westminster asistió una congregación de más de 2,200 personas, informó el Palacio de Buckingham.
Los invitados que asistieron eran miembros de la familia real, así como representantes internacionales de 203 países, incluidos aproximadamente 100 jefes de Estado, junto con campeones comunitarios y de caridad.
Durante casi mil años, las coronaciones se han realizado en la Abadía de Westminster, y la Orden de servicio se basa en esta larga tradición, centrada en el tema litúrgico de “Llamado a servir” y el voto solemne y el compromiso del rey de servir a Dios y al pueblo de las naciones y los reinos.
¿Cuáles son las características del liderazgo de Carlos III?
El rey ha desempeñado un papel importante en la vida pública y es conocido por su trabajo caritativo y defensa del medio ambiente. Estas son algunas de sus principales características de liderazgo.
1. TIENE UNA SÓLIDA CONCIENCIA AMBIENTAL
Durante décadas, el rey Carlos III ha mostrado un gran interés por el medio ambiente, la sustentabilidad, la salud mental y el bienestar emocional.
En reiteradas ocasiones ha mencionado que esta misma pasión la heredó de su difunto padre, el príncipe Felipe, quien fue el primer presidente del Fondo Mundial para la Naturaleza del Reino Unido desde su fundación en 1961 hasta 1982, y presidente de WWF-International desde 1981 hasta 1996.
Siguiendo los pasos de su padre, Carlos III fundó Duchy Organics en 1990 para vender productos alimenticios orgánicos de su propiedad en Cornualles, un condado situado en la escarpada punta suroccidental de Inglaterra.
Desde entonces se ha convertido en una marca líder de alimentos orgánicos y naturales, que opera en asociación con el supermercado británico Waitrose. Su objetivo es ayudar a los pequeños y medianos productores, y todos los beneficios se destinan a causas benéficas.
Para su coronación, reutilizó varias prendas de su legado familiar con la finalidad de preservar sus intereses de sostenibilidad y eficiencia, de acuerd con el Palacio de Buckingham.
“Su Majestad reutilizará las vestimentas que aparecieron en los servicios de coronación del rey Jorge IV en 1821, el Rey Jorge V en 1911, el Rey Jorge VI en 1937 y la Reina Isabel II en 1953, incluyendo el Colobium Sindonis, la supertunica, el manto Imperial, el cinturón de la espada de la coronación y el guante de la coronación”, detalló el palacio.
2. FOMENTA LA DIVERSIDAD
La ceremonia del rey Carlos III estuvo marcada por una lista de invitados que reflejó el deseo del monarca por mantener la relevancia de la corona a través de la diversidad y la inclusión.
La familia de Earl Marshal, duque de Norfolk, es responsable de organizar los eventos de la corona británica desde 1482 y en días previos a la ceremonia informó que se invitaría a “representantes de otras religiones para reflejar la diversidad de la Gran Bretaña moderna”.
Y destacó que la congregación reflejaría una “amplia muestra representativa de invitados nacionales e internacionales”, con la presencia de otros líderes de orígenes religiosos que participarán en una coronación por primera vez, lo que refleja la imagen de diversidad que siempre ha caracterizado al rey Carlos III.
A diferencia del servicio de su madre, la reina Isabel II, la coronación del rey fue de solo dos horas y con un recorrido más sencillo. La razón: Carlos III se ha comprometido a gobernar una monarquía más austera y sencilla, donde haya un menor número de miembros de la familia real con tareas oficiales y ampliará el uso público de espacios de la corona hasta ahora restringidos.
Este pensamiento de austeridad también cobra sentido al mirar el disgusto que ha provocado entre la sociedad británica la corona, sobre todo, en las generaciones más jóvenes.
Desde hace más de 30 años, el Centro Nacional de Investigación Social ha preguntado regularmente qué tan importante o no es para Gran Bretaña tener una monarquía.
Los resultados han demostrado que la popularidad de la corona británica ha caído considerablemente. Los jóvenes son menos propensos, a diferencia que las personas mayores, a decir que es “muy importante” que Inglaterra mantenga un reinado.
Solo el 14 por ciento de los menores de 35 años lo creen, en comparación con el 44 por ciento de los mayores de 55 años. Estos datos sugieren que existe el riesgo de que el apoyo hacia la monarquía disminuya conforme la generación anterior sea reemplazada por los jóvenes.