Por: Cynthia Michelle Hernández
Durante los primeros meses de 2024, la actividad económica global evolucionó en las inflaciones generales y subyacentes, en este entorno internacional de tensiones geopolíticas, las presiones inflacionarias y las adversas condiciones financieras, la volatilidad se vio en aumento.
De acuerdo con el anuncio de Política Monetaria publicada en mayo de 2024 por el Banco de México (Banxico) en el país, las tasas de interés de valores gubernamentales de medianos y largos plazos aumentaron, se espera que el decaimiento de la actividad económica observada en los últimos meses de 2023 se mantengan los primeros del 2024. La inflación general anual fue de 4.40 a 4.65% en el primer cuatrimestre del año actual, en tanto la del componente no subyacente llegó de mejor manera a la tendencia de la inflación al pasar de 4.64 a 4.37% en el mismo periodo.
Algunas de las persistencias de la inflación subyacente son: la depreciación cambiaria, mayores presiones de costos, afectaciones climáticas, los conflictos geopolíticos, y que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada. En cambio, para la baja de esta son: una actividad económica internacional menor a la anticipada, un menor traspaso de algunas presiones de costos, y que los niveles del tipo de cambio mitiguen ciertas presiones sobre la inflación.
Disminuye la inflación, ¿para cuándo bajan las tasas?
Con base en ello la Junta de Gobierno decidió mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria en 11% junto con la postura monetaria restrictiva y siendo la expectativa meta de la inflación de 3% en el plazo presumido.
Afectaciones al consumo
En el cuarto mes del 2024, la canasta básica alimentaria en México encareció 5.7% tanto en zonas rurales como urbanas, de igual manera la cesta mínima ampliada (que además de alimentos contempla servicios y bienes de primera necesidad) incrementó 4.8% en la comparación hecha cada año.
El aumento se observa en varios productos agropecuarios, entre los que destacan frutas y verduras, que sufren de la alta volatilidad. La canasta básica para una sola persona tuvo un costo de 2 mil 304.37 pesos en las zonas urbanas, mientras que en las rurales un costo de mil 767.07 pesos, por lo que una familia de cuatro integrantes en las ciudades requiere entre 7 mil 408 a 9 mil 166, así los mismos integrantes en una zona rural necesitan 7 mil 68 pesos para la alimentación básica.
La canasta básica ampliada para las regiones urbanas fue de 4 mil 485.34 pesos por persona, mientras que en lo rural el costo fue de 3 mil 245.23 pesos por cada integrante de la familia.
El costo de las canastas de alimentos y ampliada, repercute a la población más pobre del país, ya que el 75% o más de los ingresos de esta población se destina exclusivamente a las compras de primera necesidad, aparte de que se estima que alrededor del 35% de los mexicanos no percibe ingresos laborales suficientes para cubrir estas de acuerdo con las cifras de mayo 2024 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El Banco de Japón aumenta sus tasas de interés por primera vez en 17 años
Jorge Mata, cofundador y CEO de BZero financiera, refirió que el aumentó en la tasa de interés no afecta el tema de créditos hipotecarios o automotrices, pues estos establecen una tasa desde el principio, sin embargo, sí influye el tema de tarjetas de crédito, dado que al subir los intereses no se pagan las deudas en una sola cuota haciendo que se termine pagando mucho más a raíz de esto, mismo caso con préstamos personales e incluso cambiando la forma de consumo de recursos cotidianos de los usuarios.
De la misma manera, declaró la tasa de interés de Banco de México va subiendo, la respuesta del sistema financiero es subir las tasas, de ninguna manera van a negar el acceso a crédito, pero sí analizan un poco más a los usuarios, sí los pagos van a estar dentro de las capacidades de pago o limitando también el acceso a crédito de los usuarios en algunos casos.
“Hemos visto un incremento en el consumo de cuestiones básicas, por ejemplo antes observábamos un mayor uso en temas considerados de lujo como salidas a restaurantes o aparatos tecnológicos, pero cada vez vemos más consumo en ropa o en despensas; la tarjeta de crédito se está empezando a utilizar para complementar el ingreso al hogar”.
Según la Comisión Nacional Para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) las operaciones de comercio electrónico durante los primeros tres meses de 2023 fueron de mil 087 millones con tarjetas bancarias de débito y crédito; 230 millones realizadas por internet y el resto en físico.
De las 230 millones, el 70% fueron a través de tarjetas bancarias de débito, es decir, 160 millones con una suma de 87 mil 901 millones de pesos; mientras que las de crédito las operaciones fueron de 70 millones con un gasto de 92 mil 329 millones de pesos.
Los mexicanos utilizan más la tarjeta de débito en internet, pero gastan más con la de crédito. El costo de una compra en línea con tarjeta de crédito fue cercano a los mil 327 pesos, en tanto con una tarjeta de débito fue alrededor de 548 pesos.
En 2022, la utilización de la tarjeta de crédito creció en el número de sus operaciones el 6.6% y un 27.3% en el monto, en tanto las compras con tarjeta de débito alzaron 5.9% y un 24.9% en la suma. Así para compras de costos menores el uso fue con bienes propios y para compras de mayor cantidad se prefiere el crédito otorgado por los bancos.
Luis Adrián Muñiz, subdirector de Análisis Económico en Vector Casa de Bolsa, esclareció que la coyuntura de la crisis sanitaria, la recuperación y luego los conflictos geopolíticos han hecho de la política monetaria enfrenta retos importantes, lo que implicó una nueva presión sobre los precios en materias primas y niveles de inflación que no se veían hacía muchos años.
“La política monetaria tiene diferentes canales de transmisión, el más importante es la tasa de interés, entonces cuando esta es mayor lo que genera es un desincentivo por lo que conviene más ahorrar, a la vez encarece el crédito en general y eso hace que de alguna manera baje la demanda interna vía menor consumo y también vía menor inversión”.
Afectaciones a las empresas
Banxico en su comunicado de inicios del segundo trimestre de 2023 exhibió que de las empresas encuestadas el 37.4% de las empresas contaba con créditos bancarios, un 14.8% utilizó nuevos créditos, además estas percibían condiciones poco favorables por las tasas de interés, refinanciamiento de créditos, los tiempos de resolución, así como en las comisiones y otros gastos.
Entre 2019 y 2023, 33 mil pequeñas y medianas empresas cerraron sus puertas, pero al mismo tiempo se crearon aproximadamente 26 mil negocios nuevos. De las sobrevivientes, el 7% se financió para sostener sus operaciones, el 47% para pagar deudas a proveedores, un 42% para adquirir productos para operaciones y el 35% para salario del personal, datos proporcionados por la fintech Konfío.
El subdirector de Análisis Económico en Vector Casa de Valor explicó que las empresas en general siempre tienen deudas por lo que están en una exposición muy importante a los créditos afectados por las tasas de interés, ya que están más bancarizadas e incorporadas al sector financiero, el grado en el que afecta el canal de crédito a estas es más alto que en el que afecta a una persona promedio, dado que producir se encarece al mismo tiempo que sus costos, trayendo consigo una posible disminución de su capacidad de operación.
Según Jorge Mata, para las empresas se vuelve más complicado conseguir inversión, y con la inflación, los costos de proveedores también van subiendo, entonces las empresas recurren a despidos masivos, encareciendo sus productos o haciendo uso de las tarjetas.Sin embargo, expresó que la idea es que al subir la tasa de interés, no incentive tanto el consumo y controlar el tema inflacionario que se presenta como un arma de doble filo, al tener su punto bueno que es control para asegurar la estabilidad y el incentivo a los Cetes y cuentas de ahorros, pero al mismo tiempo que no alcance para proyectos económicos.
Colombia: Banco de la República decide bajar las tasas de interés hasta 11,75 %
Con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) durante el mes de abril de 2024 la tasa anual de inflación fue de 4.65%, la cual continúa por encima del objetivo del Banco de México del 3% o su rango de variabilidad de más o menos 1%, por lo que el semáforo nacional de inflación está en rojo.
Ambos especialistas concordaron en que es importante dar seguimiento a todas las trayectorias de lo central para ver qué tanto se materializa esa probabilidad de disminuir. Dependiendo de los modelos que se tengan para la trayectoria de la inflación en el mediano plazo en los siguientes ocho o nueve trimestres convergiendo con la perspectiva de crecimiento económico y la política monetaria.
Luis Adrián Muñoz, concluyó que se espera el 10.25% al cierre del año, si bien todo va a depender de las cifras, por lo pronto esa es la perspectiva. Pues sí hay espacio para bajar, sin dejar de lado que se observe en qué momento se debe hacer y a qué nivel se debe llevar, porque si se traslada al 7 o 7.5% probablemente la relajación de la política monetaria será prematura y caerá en problemas o en riesgos de tener una inflación que se quede bien anclada en muchos niveles más altos.
Jorge Mata, cerró diciendo que la economía tanto nacional como global, sí impactan de alguna u otra forma, puede ser en dos meses o en dos años, pues se vienen cambios geopolíticos importantes como las elecciones de Estados Unidos o las crisis en China, además del proceso de elecciones en la nación que provocaron una depreciación del peso y una caída en la bolsa mexicana, pero aseguró es normal, aunque sí fue un poco alto, se mantiene normal, dentro de lo que cabe, sobre todo porque muchos inversores tienen miedo de la política que llega.
Sin embargo, aseguró que pasa en todos los países, es algo muy esperado, muy mitigable, sí se espera que se empiecen a estabilizar en los próximos años, pero no en meses, pues no es a corto plazo.
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